Y ahí estaba el chico bicolor, observando con seriedad aquella tumba bajo la lluvia. Ahí estaba, tan solo y triste, desesperado, enojado por no haber hecho algo, tan culpable...oh...tan culpable...
Todos los que asistieron al funeral se iban a sus espaldas; ya solo quedaba él, él y todo su dolor, su maldito dolor, el más horrible que haya vivido hasta el momento.
Y entonces comenzaba a recordar...una chica de su mismo curso, tan linda, tan bella que logró cautivar su corazón profundamente, tan llena de sueños y vida, una de esas chicas difíciles de encontrar que por desgracia murió asesinada por un villano en medio de una práctica.
Era de noche, la luna brillaba en lo más alto de cielo estrellado, una noche muy clara y tan sombría a la vez luego de que el menor de los Todoroki observara morir a esa joven, luego de sus traumas del pasado lo detuvieran para usar su fuego y así detener a ese maldito. Sí, su pasado le puso un freno, uno imposible de romper en aquellos momentos; y es que puedo haber actuado y así salvarla, pero no lo hizo y ahora esa horrible culpa lo carcomía poco a poco por dentro.
Era su primer amor, uno lleno de buenos momentos y de nostalgia, que terminó en tragedia por su estupidez.
"Sin duda el fuego es el peor de todos los males..."