Espero que hayas estado bien/ Hope you've Been Well (Bei Nan)

33. La verdad sale a la luz.

Zhuang Fanxin se quedó sorprendido -¿Tu hermana? ¿Baoyan?-

-Sí- dijo Gu Zhuoyan. -Le conseguí todos esos peluches en su cama-.

Esto lo desconcertó por completo. Zhuang Fanxin siempre había confundido a la "chica" a la que se refería Gu Zhuoyan con su ex novia. Al descubrir que era su hermana pequeña, no sabía si reír o llorar.

Incluso se sintió un poco feliz, de alguna manera. Su aspecto era bastante tonto. Gu Zhuoyan lo vio y sintió ganas de reír. -¿Por qué te estás alejado?- preguntó.

Zhuang Fanxin comenzó. -No es nada... ¡Sólo estaba mirando a Monchhichi!-.

Después de jugar un rato en la sala de máquinas recreativas y de acabar con su dinero de bolsillo, salieron justo cuando una película había terminado y el público salía del cine, con una gran multitud a su alrededor.

Qi Nan y el presidente de la clase iban delante, abrazados. Zhuang Fanxin iba detrás, con su helado en la mano y su juguete bajo el brazo, aceptando también todos los folletos que le entregaban.

De repente, perdió su agarre y los dejó caer todos. Zhuang Fanxin se puso en cuclillas en medio de la multitud y los recogió. Detrás de él, Gu Zhuoyan le ayudó a levantarse, recogiendo algunos de los folletos por el camino: Clases de japonés, habitaciones en venta y descuentos para un restaurante occidental. -No vas a utilizarlos, ¿por qué los coges?- le preguntó.

-Cuanto antes terminen de repartirlos, antes saldrán del trabajo. Tomo los que puedo- dijo Zhuang Fanxin.

Esta respuesta estaba dentro de sus expectativas. Gu Zhuoyan no era el tipo de estudiante que tendría un trabajo a tiempo parcial repartiendo folletos, pero definitivamente recordaba lo considerado que era Zhuang Fanxin.

Él mismo había sido receptor de esta consideración, cuando aún no se conocían bien y su expresión parecía constantemente que alguien le debía dos millones de yuanes.

Pasando un brazo por encima de los hombros de Zhuang Fanxin, entró en el ascensor. Estaba repleto de gente, altos, bajos, gordos, delgados, sin dejar el más mínimo espacio entre ellos.

Gu Zhuoyan agarró el brazo de Zhuang Fanxin con un ligero apretón, pero sus propios brazos se flexionaron, dejando secretamente un poco de espacio al chico. El helado se estaba derritiendo. -Tres bolas de helado tardan una hora en comerse-, dijo Gu Zhuoyan.

-He comido mucho, estoy muy hinchado-. Zhuang Fanxin nunca había sido un glotón; había cosas que no le gustaban comer, pero rara vez tenía poco que comer.

Gu Zhuoyan exhaló lentamente y sacrificó su sentido de la vergüenza. -Dámelo entonces, era bastante caro-.

Tenía decenas de zapatillas que costaban miles cada una, y gastaba aún más en comida, material escolar y aparatos electrónicos, y sin embargo aquí estaba fingiendo que le importaban unos cuantos bocados de helado.

Gu Zhuoyan asintió y esperó. La señora de su izquierda lo miró; el hombre de su derecha le robó una mirada; incluso el niño de su pierna levantó la vista y babeó, probablemente queriendo comer un poco también.

Zhuang Fanxin cogió el helado medio derretido y se lo dio a Gu Zhuoyan. Éste se lo comió. Zhuang Fanxin cogió otra cucharada. Terminaron el helado justo cuando el ascensor se detuvo en el primer piso.

Sosteniendo la tarrina de helado vacía, la palma de su mano se humedeció ligeramente y su rostro se calentó. Salió del ascensor tan rápido como pudo.

El cielo se oscurecía. Era la hora punta de los taxis que recogían a la gente después del trabajo; no consiguió llamar a ninguno. Qi Nan y el presidente de la clase llegaron en sus bicicletas, así que salieron primero.