Capítulo 30

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Cinco días. Ese fue el tiempo transcurrido desde que Katsuki comenzó su entrenamiento. Cuando Yamada le notificó que se iría con el pelicenizo a entrenar, tanto Melissa como Izuku se sorprendieron, los adultos no tanto. Yamada le notificó a Hisashi que entrenarían en una de las bases de los plomeros. Específicamente en la del Monte Rushmore. El pelioscuro no vería ningún problema con esto, solo le recordaría que en seis días debían de estar en el aeropuerto.

Yamada aseguró que estarían en el lugar a tiempo. Luego de esa conversación, sensei y alumno abandonaron el camper. Desde ese día no han tenido noticias del dúo, aunque no se preocupaban demasiado por esto. Después de todo, ambos sabían defenderse solos.

Ante la decisión del ojirojo. Izuku solo aumentaría la intensidad de los entrenamientos que tenía junto a su padre. Melissa haría lo mismo, quería controlar el OFA para no ser una carga. Al ver el progreso de ambos jóvenes los adultos sentían orgullo de sus hijos. El peliverde entrenaba arduamente en sus formas alienígenas, sobre todo con "Fantasmático". Claro que el uso del ectonurite preocupaba un poco a Hisashi, pero confiaba en su hijo así que lo dejaría pasar.

El plomero también seguiría entrenando a Izuku para perfeccionar la técnica de "Predicción de movimientos", pues mientras más domine esta técnica el pecoso, dependerá menos del omnitrix para defenderse, sin embargo, el progreso del ojiverde para perfeccionar la técnica era casi nulo.

Esto no fue de mucha sorpresa para el plomero, tampoco para su hijo, ambos llegaron a la conclusión de que El'terhor le mintió al pecoso, no logró la técnica solo con la experiencia en combate del peliverde, sino que también con la suya propia. Esto no desanimó ni molestó al ojiverde, que ahora se esforzaría más en dominar la técnica

Por otra parte, la rubia también seguía mejorando su control sobre el OFA. Logrando descubrir cómo usar mejor los ataques a distancia, ya no era tan complicado solo debía tener cuidado, pues necesitaba aumentar en OFA al veinte porciento si quería atacar a distancia. Porcentaje que aún afecta su cuerpo considerablemente, no al punto de romper sus huesos, pero si le hacía sentir que eso pasaría.

Los adultos al notar lo mucho que se estaban esforzando sus hijos, y que al día siguiente debían partir a Japón de nuevo. Se les ocurrió la idea de llevar a los jóvenes a un parque de agua, a los chicos les emocionó la idea. En poco minutos todos se estaban preparando para ir a divertirse.

(...)

— ¡Mucho tiempo de vueltas y pendientes!—exclamó emocionado el peliverde, observando un gran tobogán.

— ¡Y una zambullida que no podrás soportar!— dijo igual de emocionada Melissa.

— ¡A una velocidad de cuarenta kilómetros por hora!— continuó el pecoso.

— ¡Caes en una hermosa alberca de olas que contiene trescientos mil galones de agua!—complementó la ojiazul.

—Acabas de entrar en la zona de los rápidos—dijeron ambos jóvenes al unísono.

Después comenzaron a correr para lanzarse por el gran tobogán. Pero el peliverde detuvo su paso al escuchar una explosión lejos del lugar. Sin perder tiempo se ocultaría detrás de un pilar de madera para evitar ser visto cuando se transformara. El omnitrix ya estaba activo, estando tan cerca de transformarse una voz le detendría.

—¿Qué haces?—preguntaría Melissa evitando la transformación del pecoso.

—No escuchaste la explosión, algo ocurrió, debemos...—trató de explicar pero sería interrumpido.

—Izuku, se que te tomas muy enserio el ser un héroe—comentó la ojiazul—pero deberías solo relajarte por hoy—sugirió—es nuestro último día aquí, mañana partiremos de nuevo a Japón—le recordó—trata de disfrutar el último día, además, hay un montón de héroes haya afuera, ellos pueden encargarse.

Deku 10Donde viven las historias. Descúbrelo ahora