Bueno, creo que no hay mucho que describir sobre la historia, solo diré algunas cosas que creo yo son necesarias saber
-Izuku nacerá sin Quirk (ya saben, lo típico).
-Izuku no tendrá el One For All (esto para evitar que se pueda cargar a cualquiera...
—¡Maldición! ¡Si que son molestos!—rugió un furioso Izuku transformado en alíen.
¿La razón? En estos momentos se encontraba en medio de la playa, luchando contra los robots de Vilgax, para que estos no le quitaran el omnitrix, esto lo hacia enfurecerse al extremo, el desgraciado alienígena mandaba esos robots de vez en cuando, algunas veces lo hizo cuando estaba en medio de clases, otras cuando salía con su familia, el peliverde sabía que mientras llevara el omnitrix nunca tendría paz y lo aceptó, pero no esperó que la persistencia de ese ser por obtenerlo fuera grande, ya son casi dos años de ataques.
Horasantes...
Se veía a un feliz peliverde, en su rutina de los fines de semana, la cual se trataba en, despertar, desayunar mientras habla con sus padres, lavar sus dientes y cambiarse de ropa para salir a caminar por la ciudad, en su caminata, entró en una cafetería e hizo fila por unos minutos, al llegar su turno, solo pidió una caja de donas y un café para llevar, salió rumbo a la playa a paso lento,elealmente adora los fines de semana, si bien su rutina de entrenamiento con alíen había terminado, aun debía entrenar para mantener el físico que consiguió con años de esfuerzo, eso junto a las clases lo agotaba y los fines de semana eran sus días de descanso.
Al llegar a la playa se sentó por una banca y comenzó a comer las donas, además de degustar su café, enserio le encantaba como lo preparaban en esa cafetería en especial, cuando se había comido mas de la mitad de las donas alguien lo interrumpió, un ser metálico que el conocía muy bien.
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Le molestó que lo interrumpieran en su día libre, pero antes que pudiera si quiera reprocharles algo, saltó de la banca esquivando un láser, pero se arrepintió de no haber tomado su comida, pues vio como el láser terminaba con su existencia.
—¡No maldición! Hijo de tu alienígena padre ¡vas a pagar por lo que le hiciste a mi merienda!—exclamó furioso el oji verde, para proceder a transformarse
El destello verde lo cubrió y al desvanecerse reveló al alíen de cristal azul-verdoso.
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