Deku 10

Capítulo 41

Un nuevo día comenzaba. Izuku era despertado por cálidos rayos de sol que golpearon su rostro. Se sentó a orillas de la cama y estiró su cuerpo, logrando despertar por completo. Sin perder tiempo, fue directo al baño para tomar una ducha.

(…)

Una vez duchado y vestido, el peliverde bajó al comedor, dónde un desayuno clásico al estilo americano lo esperaba. Tomó asiento en la mesa y observó con delicia el desayuno frente a él.

—Buenos días, Izuku—habló saludando una voz femenina.

—Buenos días, Melissa—devolvió el saludo el pecoso—debo elogiar tus dotes culinarios, esta comida se ve y huele increíble.

—Solo es un platillo simple, no hay nada que elogiar—contestó la rubia, tomando asiento frente al ojiverde.

—Pues no estoy de acuerdo—dijo el pecoso tomando tenedor y cuchillo—gracias por la comida—degustó el plato frente a él—¡Está delicioso!

Y así el peliverde y la rubia desayunaron la deliciosa comida preparada por esta última… pero esperen ¿Izuku y Melissa, solos en la misma casa? ¿Qué página nos saltamos?

Ninguna en realidad, esto tiene su explicación. Pero, primero debemos retroceder hasta ayer en la tarde…

(…)

Izuku, Melissa e Ibara, tuvieron una tarde muy divertida, dónde comieron postres y charlaron tranquilamente. Al finalizar, el pecoso y la rubia se ofrecieron en acompañar a Shiozaki hasta su casa, esta aceptó con gusto.

Ambos dejaron a la chica frente a su casa, se despidieron y marcharon. Luego, cómo era de esperarse, el pecoso se ofreció en llevar a Melissa hasta su hogar.

Una vez la dejó frente a su casa, el peliverde se despidió y se fue directo a su hogar. Al llegar, lo primero que notó fue la ausencia de sus padres, supuso que se trataba por el trabajo. No quiso quedarse con la duda, así que los llamó, recibiendo un mensaje de la operadora, indicando que el teléfono se encontraba fuera del país.

Este hecho dejó sorprendido e intrigado al pecoso, quien no perdió tiempo en comunicarse con los plomeros.

Al hacerlo, estos le informaron que Hisashi e Inko Midoriya, junto con David Shield y Yamada, fueron enviados a una misión a los estados unidos, en las ciudades adyacentes al monte Rushmore.

Dejando este asunto alienígena de lado, el plomero con quién se comunicaba el pecoso, le informó que el grupo había partido en la mañana, por lo tanto, ya debieron arribar suelo americano hace horas.

La conversación entre el plomero y el ojiverde, finalizó cuando el adulto le aseguró que Hisashi llamaría tan pronto como pudiera. Izuku se despidió del plomero y cortó la llamada.

Lo primero que hizo luego de colgar, fue dirigirse a la cocina y comenzar a preparar la cena. Mientras lavaba los vegetales, el pecoso pensaba en la mínima posibilidad de que sus padres vieran la transmisión del festival, así fuera un poco.

Salió de sus pensamientos cuando el tono de su teléfono resonó en la habitación. Dejó lo que hacía y observó una llamada de un número no registrado.

—¿Hola?—dijo el pecoso, contestando la llamada.

—¡Izuku!—la voz emocionada de sus padres se escuchó al otro lado del teléfono.

—¡Te vimos en televisión!—comentó Inko, sorprendiendo al ojiverde.

—Bueno, solo hasta la batalla de caballería. Luego tuvimos que abordar el jet—agregó Hisashi, sacándole una sonrisa a su hijo.