El chico que siempre me mira. Mi promesa.

297 29 9
                                    

Noviembre

Qué es este lugar? Donde estoy? Tengo miedo... Quiero irme a casa con mis papis. Miro a mi alrededor y no se donde estoy, me asusto y me levanto de golpe. Estoy en una camilla de ambulancia.
- Tranquila, pequeña estás a salvo, aquí no te pasará nada.- me dice una enfermera con voz dulce.
- Donde estoy? Donde estan mis papis, quiero irme a casa...- le digo medio llorando a la infermera. Ella se acerca y me acaricia el pelo.
- Estamos en el puerto de Yokohama. Ya lo se pequeña, pronto te irás a casa.- me dice dando me una piruleta para que me calme. De pronto pican a la puerta de la ambulancia, la enfermera se acerca a la puerta y allí aparecen dos hombres grandes, uno con pelo verde y ojos verdes con sonrisa alegre y otro de pelo rubio cenizo con ojos rojos con cara de gruñón.
- Perdone, podemos hablar con la niña?- pregunta el de pelo verde muy amable.
- Claro adelante!- les hace pasar la enfermera. Y ellos se acercan a mi. Yo me tapo media cara con la manta.
- Hola pequeña, me llamo Deku, y soy un héroe. Todo está bien, pronto verás a tus papás.- me dice el hombre de pelo verde y ojos verdes. Su sonrisa me hace sentir bien y tranquila por lo que bajo la manta y le sonrío. El otro hombre no me mira y solo está de brazos cruzados mirando para fuera como si no quisiera estar aquí.
- Kacchan presentate!- le dice Deku dando le un codazo al otro hombre.
- Tsk!- le contesta mirando le mal.- Yo soy...- pero se detiene y me mira muy fijamente con sus ojos rojos.
- OCHAKOO!!- grita de golpe el hombre gruñón mientras se acerca a mi y me abraza de golpe.
- QUE!!!!- grita el héroe llamado Deku.
Uuaaaaa!! Es muy fuerte este Kacchan, pero hay algo en él que me hace sentir bien, aunque nunca lo he visto. Me suelta de golpe y se aparta.
- Se puede saber que cojones te ha pasado estúpida, porque eres una cría?- me dice el hombre rubio llamado Kacchan. Eso me hace enfadar, le saco la lengua y le giro la cara.
- Pequeña te llamas Ochako Uraraka?- me pregunta con una sonrisa dulce Deku. Como él es más amable conmigo le repondo.
- Sí, me llamo Uraraka Ochako.- le digo con una sonrisa.
- Oyee malditaa porque a mi no me contestas!!- me dice gritando Kacchan, no me gusta como me habla así que le miro enfadada con mi pequeño cejo fruncido.
- Kacchan...porque no vas mejor a informar a Ryuukosan de que la hemos encontrado. Yo me quedo con ella un rato más y ahora iré.- le dice Deku a Kacchan. El hombre gruñón le mira muy mal y a mi también.
- Tsk! Esto no va a quedar así, me oís!- nos amenaza a los dos y se va dando pasos fuertes. Yo le sigo con la mirada hasta que se va. Luego suspiro un poco aliviada, me da un poco de miedo su cara y sus gritos como si estuviera enfadado conmigo, pero yo no lo conozco de nada, no se que he podido hacer para enfadar lo de esta manera. Parecía muy preocupado por mi. Y además... Cuando me ha abrazado, me he sentido bien, tranquila, y había algo más, hay algo en ese Kacchan.
- Ochakochan.- me llama Deku, vuelvo otra vez la mirada a él- Me recuerdas? Soy Izuku Midoriya tu amigo, aunque tu me llamas Deku, hemos ido juntos a la academia U. A. Te acuerdas?- me pregunta con voz triste. Pero no recuerdo de ese sitio, ese no es el nombre de mi parvulario. Ni le recuerdo a él.
- No, no te he visto nunca en el cole, Dekusan- le digo mirando le bien la cara. Su cara no me resulta familiar, no le he visto nunca.
- Ochako, cuantos años tienes?- me vuelve a preguntar también con voz triste.
- Tengo 4 años.- le respondo.- Y mis papis, quiero ir a casa Deku.- le digo con nuevas lágrimas en los ojos.
- Tranquila Ochako pronto te llevare con ellos no te preocupes, pero antes debo hacer una cosa, sí? Quedate aquí y en un rato vengo.- me dice Deku mientras me acaricia la cabeza con suavidad. Aunque me sonríe parece que está muy triste, al igual que Kacchan, los dos parecen muy preocupados por mi. Puede que si que los conozca pero no los recuerde.
Estoy un rato esperando sentada en la camilla. Muchas mujeres pasan a ver me y me saludan pero yo no se quienes son. La enfermera me ha vuelto a revisar y hacer más pruebas, estas me han dejado muy cansada pero yo no dejo que mis ojos se cierren quiero ver a Deku o a malas a Kacchan para que me lleven donde estan mis papis.
- Ya estás bien, cariño, ahora se una buena niña y quedate aquí, sí?- me dice la doctora con una dulce sonrisa. Yo solo asiento con la cabeza, pero no me voy a quedar, quiero ir a buscar a Deku. Cuando la doctora me deja sola me escapo de la ambulancia para ir en busca de Deku. Cuando salgo miro a lado y lado pero no le veo, asi que voy buscando entre la gente cuando de pronto choco con unas piernas que me hacen caer de culo.
- A donde se supone que vas cara redonda?- me dice el hombre gruñón Kacchan mirando me con una ceja levantada.
- No soy cara redonda, me llamo Ochako!- le digo molesta inflando mis mejillas y cruzando mis brazos. Pero él solo se ríe divertido de mi.
- Ja! Hay cosas que no cambian.- me dice agachando se y cogiendo me las mejillas para jugar con ellas. Yo le aparto las manos y me enfado más con él. No soy un juguete. Él se levanta y yo me quedo en el suelo, no me ha ayudado a levantar me. Levanto las manos y le miro aún con gesto enfadado, si él fuera Deku ya me habría ayudado a levantar me.
- Qué cojones quieres?- me gruñe con una ceja levantada.
- Levanta me!- le ordeno enfadada, ha sido culpa suya que cayera.
- Puedes levantarte tu sola cara redonda!- me contesta él.
- Pero tu me has tirado!- le replico cruzando más los brazos y inflando más las mejillas.- Y no me has pedido perdón.
- Te has chocado tu sola por no mirar por donde ibas, no es culpa mía que seas una cabeza hueca!- me dice él también cruzandonse se brazos. Yo bajo mi cabeza enfadada. En verdad tiene razón no he mirado por donde iba papá siempre me riñe por lo mismo. Papi... Quiero ver a mi papá y mi mamá... Empiezo otra vez a llorar.
- Oe, oe que te pasa ahora cara redonda?- me dice el hombre gruñón con la voz llena de preocupación.
- Quiero ir con mis papás.- le digo bajando la cabeza y secando me las lágrimas con el dorso de mi mano. Una mano grande se pone en mi cabeza.
- Oe no llores cara redonda, que así estás muy fea.- me dice Kacchan que se ha vuelto a agachar mientras me acaricia la cabeza como hace papá, eso me anima y dejo de llorar para volver a sonreir.
- Eso está mejor, cara de ángel.- me dice con una sonrisa. Me lo quedo mirando a los ojos, a sus ojos rojos. Me parecen familiares. Él se levanta mientras mi corazón late con fuerza. Me ha llamado ángel... Papá también me dice que soy su ángel. Puede que no sea tan malo, al fin y al cabo se ha preocupado por mi. Me gusta estar con él, me siento tranquila, como cuando estoy con papá. Ahora si que me siento más animada y me levanto yo sola del suelo. Un bostezo llega y no puedo controlar lo estoy muy cansada, restrego mis manos sobre mis ojos, quiero dormir. Me acerco a su pierna.
- Kacchaaan...- le digo con voz cansada mientras le estiro del pantalón.- Estoy cansada... Quiero ir a casa a dormir.- le digo mientras estiro mis brazos arriba para que me coja en brazos mientras le miro con cara de cachorrito.
- Eh! No me llames Kacchan tu también cara redonda!!- me grita enfadado pero ahora ya no le hago caso, ya he visto que puede ser amable.- Llama me como siempre!- me dice todavía del mismo humor.
- Y como es como siempre?- pregunto sin entender nada y muy confusa. Ahora al menos se que nos conocemos aunque yo no lo recuerde.
- Agh! Maldita sea, es verdad que no recuerdas nada!- dice dando se un golpe con la mano en la cara. Me mira serio y yo solo le miro muy confundida. Estira sus brazos hacia mi y me carga sobre su pecho momento que aprovecho para coger me a su cuello con los brazos y de su cintura con mis piernas para no caerme. Ahora vuelvo a estar otra vez muy cerca de sus ojos, ojos que me miran muy tiernamente, ya no parecen tristes, poco a poco se acerca hasta juntar nuestras dos frentes y me susurra con los ojos cerrados.- Solo dime Katsuki.
- Katsuki- le digo yo también en un susurro cerrando mis ojos. Mi corazón late muy deprisa y mis mejillas se vuelven coloradas. Una sonrisa tonta y feliz se escapa de mi boca. No se lo que me pasa pero no me importa, me siento muy bien junto a Katsuki. Ya no me quiero separar de él. No se si lo conozco o no, pero me gusta estar a su lado.
- Anda vamos a buscar a tus padres.- me dice abriendo sus ojos y separando se un poco de mi. Él empieza a caminar mientras yo acomodo mi cabeza en su hombro quedando me muy cerca de su cuello.
- Gracias Katsuki.- le susurro con voz cansada volviendo a bostezar y cerrando mis ojos. Ahora ya se porque tenía esta sensación rara cuando me ha abrazado. Ahora se que conozco a Katsuki aunque no le recuerde. Y lo se porque: recuerdo su maravilloso olor dulzón y esta sensación de bienestar y protección que me dan sus brazos... Todo eso lo tengo bien adentro en mi corazón y el corazón nunca olvida lo que realmente importa.

El chico que siempre me miraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora