El chico que siempre me mira. Mi ángel.

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Enero
Me siento muy destrozada, la pena y el dolor por haber abandonado a lo único que conocía, y podría ser también a la única persona que había amado. Me dolía. Pero el mal estaba echo y lo puede ver en sus ojos. Esa mirada roja nunca me iba a perdonar. Lo se bien, él es así de cabezota.
Así que ahora mismo mi único consuelo es la cama, ya que el helado y las cervezas se han acabado. Como también se están agotado mis días de "vacaciones" que he pedido. No he dejado que nadie me vea, ni siquiera Mina que vive conmigo. Y mucho menos después de todas esas cosas horribles que le dije. Se que debería disculparme con ella, pero siempre encuentro alguna excusa para no hacer lo, ya lo haré más tarde, cuando llegue lo hago, me acabo este paquete de galletas y voy... Las excusas van variando: es que estoy demasiado destrozada, estoy cansada o me da pereza. Por eso nunca lo llego a cumplir, aunque que más me da! Tengo tiempo, verdad? Sí, asi que en algún momento ya lo haré. Además estar en este lugar encerrada no es que tampoco me ayude a estar bien. Odio esta casa y odio este país, odio todo lo que tenga que ver con él. Odio mi vida.... Ojalá todo este dolor se fuera, querría sacar lo de dentro de mi. Quiero explotar lo como tu haces con tus manos.
Me quedo en la cama estirada como siempre, voy cotilleando el móvil cuando me aparece un anuncio o más bien una solución a mi problema.
"ESCAPATE!!" Anuncia el spam de una agencia de viaje. "VOLAR TE HARÁ LIBRE" Y como agua bendita caen sobre mi esas palabras. No pienso, solo actúo. Me levanto de golpe de la cama me dirijo a la ducha a quitarme toda la mugre que tengo, al menos la que es visible y la que huele. Una vez vuelvo a parecer una persona me voy al ordenador, tengo trabajo por hacer. Lo hago todo y no espero respuesta.
Me quedo con la maleta, y el bolso en la entrada viendo lo que era mi casa. Mi hogar. Me gustó tanto este hogar y ahora me provoca ganas de vomitar, ya no siento emoción por estar aquí. No siento emoción por nada, porque ya no que nada ni dentro de mi ni aquí, todo lo que me queda lo llevo en unas cuántas maletas. No he dejado nada en este lugar, ni mío ni tuyo porque todo te lo has quedado tu. Tu eras el maldito egoísta. Tu fuiste quien me volvieste egoísta ¿Y ahora que? Qué me queda a mi? Nada, eso es todo lo que me queda.
Por eso debo irme. Aquí ya no me queda nada, nada de lo que quiero conservar. Así que salgo por la puerta dejando las llaves dentro y una simple nota para Mina: "Lo siento". Lo siento por irme, lo siento por mis duras palabras, lo siento por ser tan cobarde,... Pero es lo que siento que debo hacer ahora.
Ya he llegado al aeropuerto, no he comprado ningún billete porque realmente no me importa a donde ir. Así que me voy al mostrador.
- Buenos días, en que puedo ayudar la señorita?- me dice la azafata muy amable.
- Un billete por favor, solo de ida.- le digo en automático. No quiero pensar en nada de lo que hago.
- Esto disculpe pero.... No me a dicho su destinación- me dice la amable azafata con una mueca rara.
- Eso no me importa. Cualquier sitio está bien, con tal que salga pronto.- le digo sin mucho ánimo parece que se da cuenta de mi situación y me sonríe pero ahora con tristeza y un atisbo de comprensión en su rostro.
- Hay un pueblo muy pequeño en Misuri, mi hermana huyó allí hace 13 años. Ahora ella es feliz, está casada y tiene dos hijos preciosos. No se si esto le servirá pero... Espero que al menos la ayude.- me dice pasando me un billete de avión. - Su vuelo sale en media hora, que tenga suerte.- me vuelve a decir ahora dando me una sonrisa más sincera.
- Gracias.- le digo intentando hacer una sonrisa. Es el primer contacto que tengo con alguien en una semana y parece que me ha comprendido. Así que se lo agradezco de verdad.
Espero en la sala pero no pienso, no quiero hacer lo y arrepentir me. Aunque lo hago, no le he dicho a nadie de mi decisión, no quiero que nadie sepa nada, ni siquiera a donde me voy. En unos días llamaré a mis padres para avisar los, y al menos decirles que estoy "bien", creo que eso sería lo justo.

"Vuelo VZ225 con destino Nueva York embarque por la puerta 34A."

Ese es mi vuelo, así que recojo todo y me pongo a la cola. Pasa un buen rato pero finalmente ya estoy sentada en mi asiento. Veo como el avión se llena de pasajeros y más pasajeros, familias, empresarios, turistas.... Tengo que ponerme el cinturón de seguridad, así no podré volver a huir, pero.... No puedo, me tiemblan demasiado las manos. No se que estoy esperando, él no va a venir. No puedo esperar por algo que es absurdo e inverosímil. Ni siquiera sabe que estoy aquí... Y aún así.... Estoy esperando a que venga. A que me diga que soy una idiota y que lo deje de asustar de esa jodida manera, yo le daré la razón sin discutir y luego le pediré perdón... Me permito pensar en Katsuki, en como sería si él viniera a rescatar me, como ha hecho siempre. Pienso en él para quitar me esta sensación de malestar en mi cuerpo, me abrazo con fuerza la barriga porque ahora mismo siento náuseas.
Para relajar me empiezo a recordar todos nuestros momentos felices, nuestros combates en el Festival deportivo, nuestra graduación, todos los días que estuvo conmigo entrenando para los exámenes, aquella primera noche que dormimos juntos, la pelea en casa de sus padres, nuestra cita en el recreativo, aquella noche mágica de Navidad,...Nuestro primer beso, el primero de muchos que han venido. Mi primera vez con él, ahora solo le tengo a Katsuki en mi cabeza... Sonrío feliz.

El chico que siempre me miraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora