El chico que siempre me mira. La villana Ochako

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Octubre
Antes que nada miro mi cara en el espejo. Tengo el pelo hecho un nido y los ojos inflados. Sí, he llorado. Creo que por el momento la mejor decisión que puedo tomar es darme una ducha. Luego me visto y ahora voy por la parte más difícil de todas. Maquillar mi dolor. Normalmente no pierdo mucho el tiempo con el maquillaje, a veces hasta salgo sin maquillar. Pero hoy más que nunca me entretengo en hacer lo minuciosamente. Tengo que evitar que noten que estoy mal. Cuando ya tengo un resultado bastante bueno, practico mi sonrisa. Muy bien Ochako, tu puedes!

Bajo a desayunar y me comporto como normalmente lo hago. Mi única premisa es ver lo menos posible a Deku.
- Buenos diias!- digo con falso entusiasmo.
- Buenos días!- me van respondiendo mis compañeros.
Me he preparado algo de desayuno pero realmente no como mucho. Las chicas me van saludando de forma normal.
- Buenos días, Ochako.- me dice una voz a mi espalda que conozco.
- Hola- le contesto seca y sin mirar lo. No quiero ver a Deku.
- Has pasado un gran fin de semana?- me pregunta él como si nada. Es serio me ha preguntado eso? Yo alucino. Como espera que este, feliz? Una rabia que no sabía que tenía me hace actuar casi como una villana.
- Bien, pero no más que tu por lo visto.- me giro y le miro con maldad. Él baja la mirada.
- Ochako...- me dice pero no le dejo decir nada más.
- Ochako que? Qué pretendes? Que de un día para él otro te vuelva a hablar? Ya no es como antes, Deku.- le digo casi en un insulto.- No puedes pretender que sea como antes. Puede que para ti sea fácil haber me dejado, ya vi que has pasado página muy rápido. Mejor no me vuelvas a hablar. Ya te diré yo si quiero volver a hablar contigo, así que dejame tranquila.- le grito todo esto y luego me levanto para irme. Me parece que no solo Deku me ha oído. Pero me da igual, en algún momento se tenían que enterar.
Llego de las primeras a clase por lo que me sirve para descargar toda esta rabia y frustraciones. A la mierda el maquillaje. Cuando veo que se va acercando la hora me voy para el baño para arregla me un poco y recomponer me, no quiero parecer un oso panda. Pero el malestar y el dolor del momento no desaparecen.

Van llegando todos mis compañeros y Aizawa-sensei a clase.
- Bien chicos esta semana tendremos práctica, así que vayan directamente al gimnasio con sus trajes. Al finalizar la semana les anunciaré a su compañero para el examen práctico por parejas. Espero mucho de ustedes.- nos dice seriamente, pero veo que en mi se está dos segundos más. Tan mala cara hago para que se haya fijado?

Las prácticas de la mañana se centra una parte en seguir aumentando nuestro límite, otra que se centra en crear nuevos ataques o habilidades. La primera parte al ser cosas individuales no son un problema para mi. Las prácticas individuales me van saliendo solo de forma aceptable. Tendría que hacer las mejor pero no tengo muchas ganas de esforzar me. No me siento de ánimo. Cuando pasan los profesores hago ver que me esfuerzo y estoy a tope pero sinceramente... No quiero estar aquí. En el almuerzo no como mucho pero intento hacer ver que si he comido.

Por la tarde hacemos todo tipo de simulacros en todos los espacios y con rotación de compañeros. Eso si que es un problema, básicamente porque no me pasan desapercibidas sus miradas. La escenita de esta mañana y el mal ambiente entre Deku y yo se nota en el ambiente, es más creo que hasta puedo cortar lo con un cuchillo. El ambiente, no a Deku, aunque ganas y motivos no me faltan. Las prácticas de la tarde son un desastre. Cometo muchos errores de principiante y me lesiono constantemente. En una ocasión hasta me desmayo por varios minutos. Y luego para rematar recibo la mirada decepcionada de Aizawa sensei. Momentos después me hace ir a ver a Recovery girl, mientras mis compañeros siguen en sus prácticas. Lo único que gano es un buen coscorrón en la cabeza.
- Se puede saber en que piensas, jovencita!- me dice la dulce ancianita. Yo bajo la mirada apenada. Tiene razón. No pienso.
- Lo siento- es lo único que puedo decir. Ella me cura los arañazos y la lesión en las manos.
- Me parece que ya he acabado con todas tus heridas superficiales. Las otras tendrás que hacer lo por ti misma.
- Las otras?- le pregunto curiosa y sin entender.
- No creas que no me he dado cuenta, ojos y nariz rojos, mirada triste y perdida, desmayo por falta de alimento...- me dice nombrando cada cosa con los dedos y dando me una mirada maternal. Yo bajo la mirada aún más apenada.
- Tan obvio es?- le pregunto.
- Es fácil saber lo a mi edad, jovencita. Ademas a todos nos han roto el corazón alguna vez. Hasta a mi me rompieron el corazón. Pero ya me ves, no hay nada que no se pueda curar con un poquito de amor. Se que ahora mismo todo se te hace un mundo pero lo superarás porque eres una chica muy fuerte, Ochakochan.- me dice con una gran sonrisa y dando me una piruleta.
- Puedo quedar me a descansar un rato... Porfavor.- le suplico con la mirada. No quiero ver las caras de mis compañeros y sus preocupaciones. Sobretodo la de Deku.
- No se si es lo mejor...- me dice ella.
- Por favor. -le vuelvo a suplicar yo. Ella suspira y accede a hacer me un justificante para el resto de la clase.
- Solo por esta vez, jovencita. Descansa.- me dice ahora dando me una caricia en el pelo.
Yo me estiro en la camilla y me pongo a dormir. Cuando acaba la clase vuelvo con las chicas al vestuario.

El chico que siempre me miraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora