La vieron. Era la anciana lavando a la orilla del río, cuando la bruma de octubre se empeñó en quedarse pegada del suelo hasta pasada la salida del sol. Al caminar a su diestra, pensándola una viuda sin parte ni suerte, le pidieron que los bendijera, para que al menos se sintiera como una madre. Y ella lo hizo; levantó su mano para decirles adiós y enviarlos en su camino. Cuando remojó las telas oscuras de su cesto en las aguas, el correr del río se convirtió en sangre.Volvieron a encontrarse con ella, esta vez en la distancia, agachada al borde de la colina, observando el campo de batalla. Era una mujer hermosa, ataviada con ropas húmedas de un negro con matices azules que recordaba las alas de un cuervo. Aquellos que se atrevieron a espiar las curvas de su cadera, visibles entre sus faldas rasgadas, sintieron un escalofrió subir por su espina y por un momento temieron que sus pies marchantes fallaran, cediendo bajo el peso de sus escudos y haciéndoles caer al abismo.
Si hubiesen tenido tiempo de verla una última vez, le hubiesen dedicado una invocación. Mas era una virgen inalcanzable, de ropas vaporosas, con las manos decoradas en el azul de las tribus. Escucharon su voz, a pesar de que no ver su rostro. Cantaba a los dioses que ven sobre el paso del año, hasta que su voz se hizo silencio. Su lugar era con los prestos a la batalla, pero al ser una diosa, a veces debía mirar a un lado y ofrecer a sus fieles a la discordia y la muerte por el hierro. Los dioses demandan.
Era noche de Samhain y las hogueras ardían ahuyentando los espíritus. Los hombres marcharon al punto de encuentro sin saber a aquello a lo que se enfrentaban. La media noche llegó con un viento recio que sumió el campo en oscuridad y deshizo el velo entre lo visible y lo invisible.
—¡Moladh, an Morrigan! —La voz del comandante les dijo lo que debían saber. Más que por la isla o sus hogares, esa noche morirían por ella.
Cuando la tierra se abrió y el infierno vomitó sus muertos a la sombra de la colina, solo contaron con la luna de cazadores, redonda y de luz fría para iluminar la batalla y el aullido de los lobos para advertir a las huestes del asedio de los espíritus. Dentelladas y garras destrozaron carne y derramaron sangre. Los guerreros, poseídos por un furor por la diosa exterminaron a espada, separando cabezas de cuerpo, a aquellos que debieron haber permanecido arropados por la tierra, antes de caer abatidos.
La mañana recibió un nuevo año, y el extraño sacrificio garantizó que el invierno no sería tan cruento. Aquellos que no sobrevivieron la noche, abrieron ojos profundos y negros a la luz del día, y alzaron vuelo. Los vivos desearon tal suerte.
La Morrigan, bañada en sangre, llamó a sus cuervos. Las almas de sus guerreros jamás verían el averno.
Entrada para el concurso de WattpadMitologiaES : Dioses Oscuros
498 palabras sin contar nota de autor
Diosa seleccionada: Morrigan
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Oneirophobia
Short StoryAquí residen los monstruos que me persiguen a mitad de la noche. Peor aún, los que me hacen creer que he despertado, para atraparme en eternos ciclos de pesadilla.