Capítulo 8

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Con la salida del sol, la parte pesada de su trabajo terminaba. Habían comido y dormido lo suficiente para estar llenos de energía. Próximos objetivos eran lo único en la mente de Meishu, una sola noche de adrenalina le hizo emocionarse al pensar en la siguiente tarea. El peligris, en cambio, seguía pensando sobre el demonio que convirtió a su último objetivo. Solo había una razón para que un demonio de rango alto quisiera salir durante el día, y si conseguía hacerlo el cuerpo de asesinos de demonios le daría prioridad. El reporte de su último día mencionaba a la ex luna, cuando sus cuervos volvieran ellos les darían indicaciones de retirarse del lugar o permanecer para darle caza al potencial peligro. Debido al estado del peligris, la primera opción era por mucho la más probable

— Sa-kun, siento algo muy malo ¿Preocuparnos? —desde su despertar, había mantenido la guardia alta, sin parar de mirar en todas direcciones de manera paranoica.

— Tranquila, es de día y lo peor sería que nos atacara un oso. —respondió con una sonrisa, tratando de calmarla.

— ¡Retirada! ¡Esta zona es peligrosa! Un par de cazadores de rango alto estarán aquí antes del anochecer. Hay un pueblo a un par de kilómetros al suroeste. —con su típico escándalo, las aves se posaron en los hombros de sus cazadores asignados.

— Surgieron rumores de un ser que secuestra menores de 25 años, investiguen y den caza a lo que encuentren. —contrario al ave del peligris, el de bufanda roja señaló con calma el camino a seguir.

— Tenemos trabajo ¡Vamos! —con emoción, la albina se adelantó algunos pasos a su compañero.

Con la llamada del deber, ambos emprendieron el viaje en la dirección que les indicaron sus aves. Resultaba curioso que aún no los separaran para tomar misiones individuales, pero considerando su bajo rango era comprensible que se debiera tener precaución con las tareas que se les asignara. El cuerpo de asesinos de demonios sufría bajas constantemente y perder novatos con potencial podía resultar costoso. Ellos contaba con habilidad de sobra para alcanzar puestos altos rápidamente, pero su poca experiencia los reducía a diamantes en bruto. Sin un maestro que sacara a relucir su máximo potencial, ambos podían quedar estancados fácilmente como espadachines mediocres.

El trayecto hasta su destino se sintió rápido, el tiempo necesario para caminar grandes distancias apenas era perceptible cuando uno viaja con la mente en blanco. Una vez llegaban, la estrategia era la misma. Separarse, recolectar información, explorar, reunirse y comparar la información de cada uno. Aún con lo brusco de Meishu, conseguir información sobre el entorno era su punto fuerte, mientras Sakushi investigaba sobre el comportamiento del demonio y su posible patrón de ataque. En tan solo una hora, habían recabado todo lo necesario para su investigación, solo era cuestión de unir las piezas para empezar con la cacería.

— Los lugareños dijeron que rara vez encuentren marcas de garras en diferentes lugares, no hay manchas de sangre, ni desorden y los animales se mantienen calmados. Nos tocó un demonio muy cuidadoso. —podía ser por lo pequeño del pueblo, pero la cantidad de precaución por no dejar rastro podía complicar la investigación.

— Hana puede rastrear con el olor, ¿Reciente? —entender lo que trataba de preguntar con una sola palabra era algo complicado.

— ¿La víctima más reciente? —la contraria asintió.

— ¿Dónde? —pese a que desconocían el lugar donde había ocurrido la última desaparición, fácilmente podían preguntar para averiguarlo.

Después de algunos minutos interrogando, llegaron con alguien que estuvo presente al momento de la desaparición más reciente. Una madre fue testigo de como su hijo mayor fue amordazado por un ente extraño para después llevárselo a gran velocidad, habiendo sucedido hacía apenas dos días de la llegada de los cazadores. Prometiendo a la mujer ayudarla a encontrar a su hijo, ella accedió a que la albina entrara a su hogar con un lobo para rastrear el olor del demonio. Olisqueando la habitación de un lado a otro, al dar con el rastro del demonio, saltó por la ventana para seguirlo. Ambos cazadores salieron detrás del animal para seguirle hasta llegar a una zona despejada cercana al pueblo, donde un olor a sangre era lo suficientemente fuerte para ser percibido hasta por el peligris. Contrario a lo que él olor sugería, la zona estaba impecable, incluso él suelo era perfectamente liso exceptuando algunos agujeros.

Filo de un Espejismo [Kimetsu no Yaiba OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora