˗ˏˋ𝐒𝐭𝐨𝐥𝐞𝐧 𝐊𝐢𝐬𝐬𝐞𝐬ˎˊ˗ 〔 Jenlisa 〕

Septuagésimo noveno.

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El lunes, luego de que por fin terminó la suspensión de Jisoo, Jennie estaba en la portada del diario escolar, Lisa estaba demasiado ocupada con las prácticas para el próximo partido -lo que casi no le dejaba tiempo libre luego de clases-, y Rosé tenía su auto de nuevo, las chicas estaban en la clase de la profesora Moonbyul.

La mujer estaba anotando algunas cosas en la pizarra mientras los estudiantes pasaban los apuntes a sus cuadernos, al menos la mayoría, ya que Jisoo estaba ocupada viendo detenidamente la forma en que la falda lápiz se ajustaba a la curvatura del trasero de la mujer pelirroja, y la manera delicada en que la camisa de vestir se ajustaba a la piel de su espalda cuando movía el brazo para seguir escribiendo en alemán.

Rosé tenía la mirada puesta firmemente en su cuaderno mientras escribía lo que la profesora iba dictando, básicamente igual que Lisa y Jennie, pero la corredora ya encontraría a alguien que le pasara los apuntes -que no fuera su novia, porque la chica australiana se los pasaba, pero también la reñía por no prestar atención en clases-.

En determinado momento, la profesora se giró hacia los alumnos y empezó a hablarles, por lo que Lisa, Jennie y Rosé le prestaron atención, lo que básicamente hizo que la castaña hiciera lo mismo, solo que en lugar de prestarle atención a sus palabras, estaba ocupada detallando las líneas definidas en las clavículas de la mujer y la delicada forma de sus hombros.

Jennie se giró hacia su amiga cuando la profesora terminó de hablar para escuchar lo que tenía que decir, pero se encontró con que la corredora tenía expresión de idiota y veía el rostro de la mujer ante ella con un brillo soñador. Jisoo se aclaró la garganta con torpeza al percatarse de que todos estaban esperando que hablara, y una expresión de pánico inundó su expresión.

—¿Qué dijo? —Cuestionó Jisoo entre dientes hacia la morena.

—Te pidió que dijeras alguna cosa que te haga sentir muy triste —respondió Jennie en el mismo tono.

—Que no haya ido a cenar a mi casa —masculló la corredora, sin embargo, se giró hacia Lisa inmediatamente después—. Limario, ¿cómo se dice "el calentamiento global"?

—Erderwärmung —murmuró la rubia un segundo después.

—Oh, sí. Uhm, erderwärmung, professor Moonbyul —repitió Jisoo.

El resto de la clase fue relativamente sobre lo mismo, y la morena solo se dio cuenta de que esta había terminado cuando todos a su alrededor empezaron a guardar sus cosas. Lisa se veía malhumorada -lo que era en serio extraño, porque siempre estaba sonriendo o rodeada por una estela de buena vibra-, y el hecho de que estaba prácticamente lanzando sus cosas dentro de su bolso solo confirmó su molestia.

Jennie se preguntó si había hecho algo mal y se puso a repasar en su mente las últimas horas para encontrar la acción que pudo haber desatado la molestia, pero cuando estuvo a punto de preguntar y ambas estuvieron fuera del aula, su novia tomó la palabra.

—Lo siento mucho, Nini —Lisa exhaló un suspiro y se frotó los ojos—. Esto me supera. Yo... me encantaría poder...

—¿Estás terminando conmigo? —Cuestionó la morena en un grito silencioso.

—¿Qué? ¡Claro que no! —Balbuceó la chica tailandesa de forma apresurada—. Demonios, Jennie, ¿por qué haría algo así? —Cuestionó de forma retórica, y apenas un segundo después, una expresión horrorizada apareció en su rostro—. Espera un momento, ¡¿tú estás terminando conmigo?!

—¡No! —Se apresuró a decir Jennie—. No, Lisa. No ahora que sé que te... —la morena tropezó, se atragantó con sus palabras y tosió debido al pánico de lo que iba a decir, por lo que la rubia la miró con algo de cautela y alarma—. Uhm, no importa. ¿Qué estabas diciendo?

—Ah, sí —la chica tailandesa sacudió la cabeza para concentrarse y luego volvió a hablar—. El partido contra Weston High es este viernes y Somi nos llamó para práctica hoy —exhaló con expresión decaída—. Creo que eso significa que tendremos que posponer nuestra salida por hamburguesas a Kordei's.

—Oye, no te preocupes —Jennie le ofreció una sonrisa tranquilizadora a su novia y le quitó algunos mechones rebeldes del rostro antes de añadir—: Siempre puedo verte practicar.

—Hablando de eso —Lisa frunció el entrecejo con diversión—. He notado que Somi siempre me cubre de casi todos los golpes.

—Sentido del compañerismo, supongo —respondió la morena.

La chica tailandesa dejó salir una risa divertida y se encogió de hombros para olvidarse del tema, luego sujetó la base del cuello de Jennie con su mano derecha y se inclinó para unir sus bocas con firmeza y juguetear un poco con los labios de su novia.

La morena sintió que casi se derritió en el beso y exhaló ante el delicado sabor a labial de fresa en la boca de la rubia, los parásitos molestos empezaron a moverse en su estómago y Jennie tuvo que alejarse antes de vomitar debido al revoloteo molesto. Lisa le dedicó una mirada extrañada, pero sonrió de todos modos, luego se alejó del rostro de su novia y entrelazó sus manos mientras caminaban por el corredor.

—Eh, Jen, yo... —comenzó la rubia con tono nervioso—. Uhm, mi familia viajará a Tailandia durante el verano y... —antes de seguir hablando, Lisa afianzó su agarre en la mano de su novia—. Mis padres están pensando que sería bueno para mí asistir a la universidad allá.

—¿Qué? —Jennie se rió de forma escueta y miró a su novia sin comprender del todo—. Lisa, si te gradúas de Kim's High podrías... podrías asistir a cualquier universidad del país —balbuceó con torpeza y una sensación molesta en el pecho—. No lo entiendo. Pensé que no volverían a Tailandia y...

—Jennie, escúchame —comenzó la rubia en tono cauteloso—. Esto no...

—No, no —la morena se deshizo de forma cuidadosa del agarre en sus manos y dio un par de pasos hacia atrás—. Está bien todo, solo... debo ayudarle a mi madre con algunas cosas en casa y... nos vemos después —finalizó antes de irse sin despegar la mirada del piso.

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