Nonagésimo tercero.

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—No puedo creer que en una semana seremos libres de este lugar —exhaló Jisoo mientras descansaba de espaldas en una de las bancas del gimnasio—. Soy un maldito bebé, ¿qué se supone que haga en la universidad?

Lisa, Jennie y Rosé se vieron de forma simultánea básicamente porque estaban de acuerdo. En Kim's High eran reconocidas, eran queridas y demasiado geniales, pero una vez en la universidad todo aquello sería cosa del olvido y serían solo más estudiantes del montón.

—Voy a extrañar mucho dar gay panics —murmuró Rosé con la mirada puesta en su regazo y expresión decaída—. ¿Qué se supone que haré si en la universidad no hago dudar de su sexualidad a alguien?

—Yo voy a extrañar las papas francesas de la cafetería —expresó la chica tailandesa viendo hacia el horizonte, pero ante el jadeo ofendido de su novia, rápidamente añadió—: Y también pasar las horas libres con mi novia.

—Yo voy a extrañar a la profesora Moonbyul —se quejó la corredora en un tono bajo y lastimero, lo que hizo que su novia y sus dos amigas le dedicaran miradas incrédulas—. Sí, sí, también las voy a extrañar a ustedes, idiotas.

—Pues, ahora que lo pienso, yo voy a extrañar...

—Espera, yo sé —la chica australiana interrumpió a Jennie de forma inmediata y esbozó una sonrisa ladina—. Tú vas a extrañar los arrimones que te daba Lisa en la biblioteca.

Un profundo tono rosado inundó las mejillas de la morena ante el comentario ingenioso -y muy cierto en cierta forma- y pateó a su mejor amiga, quien ni siquiera se inmutó, pero todo lo que hizo falta fue que Jennie le dedicara una mirada cargada de indignación a Lisa para que esta le diera un golpe en la cabeza a la australiana y vengar el honor de su novia.

Rosé le dedicó una mirada molesta a Jisoo, y Jisoo le propinó una patada medio desastrosa a la tailandesa -porque estaba recostada sobre su espalda- para también vengar el honor de su novia, por lo que la australiana esbozó una sonrisa de suficiencia que la morena se encargó de borrar cubriéndole el rostro con la mano izquierda.

—Bueno, como sea —murmuró Jennie antes de entrelazar su mano en la de Lisa—, ¿están listas para el día de la identidad? Es dentro de unos días.

—¿Qué es el día de la identidad? —Cuestionó la tailandesa con expresión confusa, y ante las miradas de pasmo de las demás, rodó los ojos antes de decir—: Chica nueva, ¿recuerdan?

Jennie, Rosé y Jisoo asintieron en entendimiento, como si hubieran olvidado que era el primer y último año de Lisa en Kim's High, pero una vez que el aire de pasmo y confusión se evaporó, la chica australiana empezó a explicar lo que era el día de la identidad.

—Es básicamente un día que se usa para dar visibilidad a la diversidad de estudiantes en Kim's High —Rosé miró a Jennie para cerciorarse de que no la corrigiera, y una vez que estuvo segura de que su mejor amiga iba a mantener la boca cerrada, continuó—. Ese día usas dos banderas. La de tu país de origen y la de tu orientación y/o identidad sexual.

—Como ya dijo Rosé, es un día de visibilidad —repitió la corredora antes de por fin sentarse de forma correcta en la banca—. Por ejemplo, siempre uso la bandera surcoreana y la bandera pansexual. Rosé usa la bandera de Nueva Zelanda y la bisexual. Jennie también usa la bandera surcoreana y la...

—Creo que ya entendió, amor —murmuró la chica australiana antes de dejar un rápido beso en los labios de su novia—. En fin, asumiré que tú, Lisa, llevarás la bandera lésbica y la de China.

La tailandesa le dedicó a Rosé una mirada tan indignada, molesta y absolutamente de advertencia, que la australiana tuvo que echarse a correr al percatarse de que Lisa iba a seguirla para golpearla por imbécil e irrespetuosa.

Pero antes de ir detrás de Rosé para darle su merecido y unas malditas clases de geografía que mucha falta le hacían, la rubia tomó el rostro de Jennie entre sus manos y dejó un beso cariñoso y cálido en sus labios antes de entonces sí salir corriendo detrás de la chica australiana para hacerla tragar césped si era necesario.

Lisa no podía creer cómo pudo estar casada con una tipa tan irritantemente molesta como Rosé.

—Van cien a Rosie —comentó la morena una vez que su mejor amiga y su novia salieron corriendo del gimnasio, y ante la ceja alzada de Jisoo, todo lo que hizo fue encogerse de hombros antes de decir—: Sabes y sé que Rosé sabe someter casi a cualquiera. ¿Recuerdas cuando pensó que el profesor Yoo estaba acosándote y le aplicó una llave que envió al pobre hombre a la sala de urgencias?

—Claro que lo recuerdo, pero yo digo que van cien a Lisa —devolvió la corredora—. No hay una razón. Solo quiero llevarte la contraria.

Jennie rodó los ojos porque eso era típico de Jisoo, pero luego dejó pasar el tema y se concentró en el hecho de que la castaña estaba muy entretenida revisando algo en su teléfono, y como la morena tenía curiosidad de sobra, se inclinó para ver lo que su amiga estaba revisando.

Fue solo un vistazo rápido porque Jisoo bloqueó la pantalla del teléfono inmediatamente y se alejó de Jennie, pero la morena recopiló algunas cosas en ese vistazo, tales como un torso pálido vestido con un sujetador de encaje negro y algunos mechones rojizos cayendo por los hombros de la mujer en la foto.

—Ay, por Dios —exhaló Jennie con expresión ilegible, y luego chilló en voz baja—: ¡¿Acaso es la profesora Moonbyul?!

—¿Qué? Pfft. No. Claro que no —se apresuró a decir la corredora—. ¿Moonbyul? Para nada. Eh... son imágenes de Google.

—Chu... no lo puedo creer —la morena parpadeó -en serio sin poder creerlo- y tragó saliva forzosamente, luego se inclinó hacia enfrente y bajó la voz—. ¿En serio tú y Rosé están... teniendo sexo con nuestra profesora de alemán?

Las mejillas de Jisoo adoptaron un ligero tono rosado que dijo todo lo que ella trató de callar, pero en lugar de reaccionar como loca e ir a terapia por el conocimiento de que sus mejores amigas estaban follando con una de sus profesoras, Jennie murmuró:

—¿Es tan buena como parece?

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˗ˏˋ𝐒𝐭𝐨𝐥𝐞𝐧 𝐊𝐢𝐬𝐬𝐞𝐬ˎˊ˗ 〔 Jenlisa 〕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora