•Capítulo 14•

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    Capítulo 14: 'Ángel de la guarda'

                       Li Sheng

Me tumbo en la cama, para descansar un poco de todo lo que hice en la noche, casi dormido estoy

Suena mi teléfono

— ¡No lo puedo creer!— exclamo con furia e ira en mi voz— ¿Quien será a estas horas de la noche?

Realizó y contesto

— Estoy con mis amigas aquí disfrutando, mi último día de vacaciones— dijo una voz familiar, pero media ebria

— ¿Estás borracha?— pregunté alzando una ceja

— No, mi ángel de la guarda, te puedo llamar así, pero escucha esto, no quiero que me digas cosas como si quieres arder acércate a mí y si no lo deseas alejate...— dijo del otro lado de la línea mientras le interrumpí

— ¿Dónde estás?

Fin de la llamada

Le devolví la llamada, y ya ahora tengo confirmada su ubicación

— ¿A donde vas a estas horas de la noche?— dijo mi tía sentada en el sillón donde siempre está

— Madre...— dijo mi prima

Me rasque la nariz y salí de casa, esa mujer lo únicos que hace es preguntar

Tomé mi motocicleta y tome carretera rumbo a un bar nocturno de Los Ángeles, donde frecuenta mucho gente de la clase de ella

— pss...— llamé a un tipo que la estaba acosando— No ves que no quiere nada contigo, o acaso eres quieres comerte un rodillazo— dije tomando mis pasos lentos

— ¿Y si no quiero?— preguntó tomándola del cabello

— Sabes que me gusta hacer con escoria como tú— contesté como si fuera a sacar un arma, pero desplazaádome rápidamente hacia él y hablándole en una oreja— Amanecen sin uñas de los pies, así que dejala en paz y vete

El tipo salio corriendo, y ella me abrazó entre lágrimas

— Gracias por venir, si no lo hubieras hecho no se qué hubiera sido de mí— dijo ella entre lágrimas de felicidad

— Lo importante es que ya te rescaté— dije haciendo que nuestras miradas se cruzaran

Sus ojos brillaban, y bajó un poco su mirada, la tomé de la barbilla y le di un beso

                        Alice Smith

Besame, no me mires más, solo hazlo— decía mi voz interior

Me besó este beso duró décadas, siglos, milenios, pero lo amé más que nunca

— Te llevaré a casa— dijo él acariciando mi mejilla y colocando un mechón de pelo detrás de mi oreja

¿Por qué no me llevas a la tuya?— dijo mi voz interior

— ¿Si por qué no lo haces?

Si, cuando quieras

— Que tonta soy, una verdadera imbécil, maldita mala decisión

— ¿Estás bien?, si quieres te llevo a tomar un poco de aire y luego te llevo a casa— propuso él acariciando mi hombro desnudo

— Si, mejor tomemos un poco de aire y luego me llevas a casa— dije haciéndole una sonrisa de a lado— ¿A donde vamos?

— ¿Tienes hambre?— se metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta, mientras me preguntaba con un tono frío, nada que ver con lo cálido que había sido

— MMM... Un poquito— dijo colocando una de mis manos sobre su hombro

— Te voy ha llevar a comer un Lumpia— dijo él moviendo su cuello

— ¿Que es eso?— pregunté con rostro de pensativa

— Vamos y lo sabrás— dijo el con un tono más cálido

Este chico es bipolar, tiene trastorno de personalidad o que de tanto análisis que le hice, se me quitó la borrachera, pero es confuso en sí. Que conste no estaba borracha solo fue una expresión. Estoy más lúcida que los días en los que nos hemos encontrado.

Danzando con la BellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora