Capítulo 35: 'Al descubierto'
'Li Sheng'
— Hola mamá, ya aterrizamos en Río, ya puedes estar tranquilo respecto a nosotros— le digo a mi mamá mientras hacemos FaceTime
— Que bueno hijo— hace una pausa y se siente la voz de un bebé al fondo
— ¿De quién es el bebé?— pregunto algo contento
— Ella intenta disimular e intentar callar al bebé como si fuera suyo
— ¿Qué es lo que está pasando?— pregunto desconcertado y sin saber del tema
— No es nada hijo— trata de calmarme mi madre
— Ven conmigo Chang, ahora te amamanto— era la voz de mi hermana, y mi madre la miró con cara de que eres una estúpida estoy hablando con tu hermano
— PSS...— logra decir mi madre
— Yo voy saliendo del Aeropuerto en un rato te llamo madre— cuelgo el celular
— Dios mío, tú qué eres tan grande, porque tantas sorpresas y encima inesperadas— suspiro de estrés
— Pasa algo Li— se preocupa Alice
— Puedes quedarte tranquila, todo bien conmigo— le suplico
— ¿Estás seguro?— me cuestiona
— Si amor, solo necesito un vaso de agua, disculpa por el tono, pero es que no logro procesar lo que mi propia madre y mi hermana me ocultaron durante 9 meses o más— miro al techo creyendo encontrar respuesta
— Yo te ayudaré a canalizar los problemas— intenta calmarme ella— Ahora cuando lleguemos al hotel, nos damos un baño, salimos a comer algo y a despejar y luego vamos a la dirección donde se supone que vive mi madre— logra que me relaje un gran porcentaje mientras el otro estaba totalmente cabreado
— Ok amor, vinimos a buscar a tu madre y a lograrla convencer de regresar a América— medito mis palabras mientras hablaba
— Correcto— dice ella tras apretar mi mano con pasión
— La beso en la frente—
Hicimos tal como dijo ella, por suerte estábamos lejos de la favela, eran alrededor de las 7 de la noche, después de esa hora no se puede andar por allá es un lugar peligroso, no por mí. Sino por Alice
— Aquí en la dirección dice Barra da Tijuca, calle R.Kobe No. 800— lee la dirección en alta voz Alice
— Yo me voy a poner el traje, mientras pido un Uber
— Ok— toma una bocanada de aire— ¿Qué se me ve mejor este vestido negro o este pantalón de toque formal ancho, una camiseta negra y este blazer femenino?— pregunta ella como si yo fuera diseñador de modas
— El vestido negro es más sencillo, y con una más contigo— tomo aire tras soltar todo de golpe— Después de esta salgo diseñador de modas— agrego
— Tú armario necesita un poco más de color— comenta al verme con el traje negro
— ¿Por qué?— pregunto en duda
— Porque entre más te miro, quiero que debores mi cuello— comenta de una forma sutil, pero jugueto
— ¿Qué decías?— sostengo y le giro un poco su cuello y hablo despacio a su oído
— Sólo sé un poco gentil no tengas compasión— agrega a aquel momento que nuestros cuerpos estaban cerca
— No prometo nada— sonrió diabólicamente
Besé su cuello como si fuera la primera vez, con el dedo meñique bajé despacio por en medio de sus pechos hasta llegar a su abdomen plano. Ella en cambio metió una mano en mi espalda y con la otra agarraba mi cabello
— Alice no podemos continuar, tenemos que ver a tu madre— digo tras despegarme de aquella situación, cada segundo que pasaba la temperatura de ambos se elevaba
— Es cierto— arregla su vestido— Vamos lindo— me agarra de la mano guíandome fuera del banco
°°°
Tomé a Alice de la cintura, sostuve con fuerza no tan fuerte pero tampoco tan débil la parte baja de la espalda, para que se sintiera segura, me sonríoDin don, era el sonido que emitía el timbre en aquella casa que a primera vista se veía enorme, ubicada en un vecindario tranquilo y acogedor en donde llegaba perfectamente las brisas del mar de una manera sorprendente era relajante encima
— Hola, ¿Quiénes son Uds?— nos abre la casa un hombre joven de unos 35 años cuando más, vestido como si fuera mayordomo o un empleado de pura confianza de la dueña de la casa
— Soy Alice, una inversora estadounidense en el negocio de bienes raíces, he quedado junto a mi esposo en venir a la casa de su señora ahora a las 7 y media de la tarde...
— Nos interrumpe aquel hombre— Lo siento pero la señora de la casa, no me dejó ningún aviso de que Uds venían, disculpen las molestias pasen y tomen asiento
Mire a Alice como que todo esto me parecía muy extraño
— ¿Por qué no mencionaste tu apellido?— pregunta Li en voz baja mientras se siente el sonido de unos zapatos de mujer que se acercan hacia donde estamos
— Buenas tardes— Saluda aquella señora educadamente
— Alice se voltea hacia ella— Buenas Tardes, señora
— La cara de la señora queda pálida como si hubiera visto un fantasma— ¿Creo que te di mal la cita?—intenta disimular su expresión
— No madre—los ojos de Alice brillan de la alegría y se pone de pie Alice para ir a darle un abrazo
— Jovencita, ¿no estará equivocada?— interroga la señora
— No me diga que no se recuerda— Abre Alice su bolso para sacar algunas fotos de cuando era chica y estaba con su madre
— No las recuerdo— miente sinicamente la mujer
— Si le tiene miedo al Sr. Smith, que conste que está tras rejas por negocios ilícitos, destruir vidas adolescentes, corrupción, etc— tomo un poco de aire— Si vinimos hasta acá fue porque la información quedó fuera de las manos de aquel hombre malvado
— Señorita— hace una pausa la señora
—Alice Smith— contesta Alice mirándole firmemente a los ojos
— la señora hace una pausa muy rápida— Pase a mi oficina— se da vuelta para que Alice la siga
— Silvia, traenos un té negro a ambas a mi oficina y tú Guille, dale un pase al muchacho por el patio— ordenaba la señora a sus críados
— Señorito por aquí— habla aquel empleado con tono afeminado
— Aléjese un poco de mí si es preciso— digo para evitar que aquel hombre me tocara
— Disculpa— señala él
Alice Smith
Mientras tanto seguía a aquella señora que estaba convencida de que fuera mi madre hasta el sótano de su casa
— ¿Esto es una casa o es un búnker?— pienso en voz alta
— Es cuestión de seguridad— dice ella en un tono seco y serio— Está es la oficina de la señora
— Hermana tampoco tienes que ser tan estricta con tu sobrina— intenta alegrar la aquella señora de la que no me quedaban certezas de que era mi madre
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Danzando con la Bella
Teen FictionAcaso mi vida vale 100 dólares. Sus modales no eran los más refinados, su actitud no es la mejor, lo cierto es que está más muerto que vivo. Acelera su motocicleta y se larga. Los atentados que le han hecho a Alice me parecen sospechosos, uno detrás...