Capítulo 08: 'Pasada de tragos'
Li Sheng
Después de todo el fastidio de anoche, y la clientela, dejaron propina, pero no era lo que me interesaba en este momento, sino que no entiendo para nada esta situación actual entre las Chaquetas y The Tiguers
Como lo vas a entender, necesitas una dosis de relajación, tomate un descanso y todo irá de maravilla
Como sea, está situación me estaba llenando la cabeza
— ¿Primo te vienes a la playa, con Julián y conmigo?— preguntó mi primo sacándome de los pensamientos
— No ves el color que tienen, cuando empiece el cole, parecerán camarones— dije totalmente serio, pero mirándome la piel toda quemada por el sol
— ¿Entonces nos vamos?— dijo él saliendo de casa
Me atacaron 'The Tiguers', y no hace menos de 2 horas que atacaron Las Chaquetas, a The Tiguers, entonces esto es broma o que onda con...
¿Recuerdas ayer en la noche tu confrontación?
Verdad, todo indica a ello. Voy a tomarme un descanso, y me voy a la playa
— Primo ¿Donde están en Malibú o Santa Mónica?
— Estamos en Malibú, ¿Ocurrió algo?— preguntó mi primo del otro lado de la línea
— Espérenme en donde están, que para allá voy
Tomemos un pequeño descanso pero no por mucho tiempo. Es la primera vez que salgo sin mi chaqueta, se siente extraño
(…)
— ¿Qué quieren Uds. Vodka, whisky o qué?— pregunté a mis dos acompañantes
— Mejor una cerveza— propuso mi primo
Fui a buscar las cervezas, para los 3, pero nada más y nada menos, que tiene el maldito destino conmigo y con esta chica
— Ponme 3 cervezas— le dije al Barman, para salir de una vez por todas
— Hey guapo, sabes que...— hizo una ligera pausa, estaba ebria se le notaba— Mejor no, olvida que nos cruzamos
Salió de ahí corriendo para afuera, a lo que yo la seguí, y le hice una seña a mi primo para que se encargara del pedido
— Sabes, algo que me gustó de tí es como bailas preciosa— dijo un chico que la siguió también
— Umju— dijo ella con una sonrisa— yo también lo sé, ¿puedes separarte un poco de mí?
— Me gustas mucho— dijo él estremeciendo la en sus brazos tratando de besarla
— No, no— dijo ella tratando de safarse
Salí en acción, a deshapartarlos
— ¿Quien coño eres?
— Yo soy tu ángel de la muerte— lo tomé de su cuello
— Así que mi ángel de la muerte— intenta darme un golpe pero no es lo suficientemente fuerte por la falta de oxígeno que tenía
— Te haz jodido la vida en segundos— lo barro y dejo que se caiga al suelo
— Ese ha sido bueno— se queja del dolor en la espalda y se retira
— Era un fastidio ese chico me venía acosando desde la fiesta que hay cerca de aquí— habla como si estuviera más lúcida
— ¿No estabas borracha no?— fue un cambio repentino en su forma de estar
— No como crees, ¿Tengo cara de estar borracha el día entero?— me pregunta como si fuera una pregunta anormal
— Me encojo de hombro—
— No pensé que me veías así— me mira con odio
— No me dejaste menos de tí— la intento retar
— Gracias por ayudarme con aquel chico— dijo ella, para luego vomitar
—Le recogí el cabello, y le di mi pañuelo para que se limpiara— confirmado estaba ebria o comió algo que le cayó mal
— ¿Dónde estoy?— pregunta ella como si estuviera perdida
Salimos de este bar en la playa de noche, sin antes decirle a su amiga. Lo podía confirmar estaba borracha o la emborracharon que no es lo mismo
Agarré mi auto y me fui con ella a mi departamento, le dejé un mensaje a mi primo del porque no volvería
— ¿Estás mejor?—le pregunto mientras voy conduciendo
— Creo que sí, es bastante cómoda está cama en la que me pusiste— sus ojos estaban entre abiertos
— ¿Te gusta?— decía mientras me concentraba en la ruta— ahora vas a estar mucho mejor cuando lleguemos a casa
Guardé el auto en el estacionamiento, tomé a Alice en brazos y la subí hasta el loobie del edificio, puse su brazo sobre mis hombros y la ayudé a caminar hasta el ascensor
Subimos al piso 24 en donde vivo, le quité los zapatos, le di un bañola cambié de ropa y le puse una camiseta negra de Pink Floyd que ya no usaba para que se cubriera
— No me dejes sola, acuestate al lado mío hasta que me duerma, sino el hombre malo nos va a hacer daño ma'— repitió esto en varias ocasiones y cada vez más alto
Sólo podía reír a carcajadas, era como una niña chica en el cuerpo de una persona adulta
— Tranquila es solo una pesadilla, duerme tranquila que estoy para protegerte— le decía para intentar calmarla
— Gracias por estar siempre conmigo— susurró
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Danzando con la Bella
Genç KurguAcaso mi vida vale 100 dólares. Sus modales no eran los más refinados, su actitud no es la mejor, lo cierto es que está más muerto que vivo. Acelera su motocicleta y se larga. Los atentados que le han hecho a Alice me parecen sospechosos, uno detrás...