•Capítulo 16•

2 0 0
                                    

            Capítulo 16: 'Aventura'

                         Li Sheng

Ella estaba sujeta muy fuerte a mi abdomen, podía sentirme en paz con sus manos suaves. Mientras más aceleraba, más fuerte lo hacía

— Nunca haz montado en una motocicleta— alzo un poco la voz

— Nunca, pero creo que nos siguen desde hace un buen rato— dijo alzando más la voz

Miro por el retrovisor, y es cierto, negros como la muerte, estos que querían a estas horas ni de noche yo y esta chica podemos permanecer tranquilos, es un imán para los problema, de vez en cuando no me dan gas de quedar con ella

— Mierda— se me va de mala gana

— No me digas que...— dice ella intranquila

— Si me detengo van a por tí y si te atrapan tú hermano y toda tu familia vendrá a por mí junto con ellos— hice una pausa— levanta un poco mi chaqueta y dame la pistola

— Estás de psiquiatría, ni en sueños voy a...— calla cuando lanzan un disparo

— Haz lo que digo si no quieres morir— digo un poco enfadado

— Ya y ¿qué hacemos?— preguntó nerviosa

Doy vuelta atrás para ir en dirección contraria a ellos, y comienzo a disparar mientras me encargo de conducir con una mano

— Creo que es una mala idea

— Calla— digo con un tono fuerte— Recarga la pistola, me quedo sin balas— le extiendo la mano en la que llevo el arma

— Ya tienes— dice al cabo de unos minutos

Habíamos logrado pasar la motocicleta que nos seguía, doy vuelta para seguirlos, apunto bien y le reviento el neumático

Aceleró lo más que puedo hasta llegar a donde están ello. Disparo dos veces al lado izquierdo del pecho al que tiene el arma

— ¿Para quién trabajas?— digo agachándose un poco y levantandole el cristal del casco

— No sé de lo que hablas— dice él balbuceando, y apretando con fuerza su pierna

— No sabes de lo que hablo— logro hacer un gesto con mi cabeza de chico rudo— Te haré recordar— digo pisándole la pierna adolorida con fuerza

— No lo sigas haciendo, ya basta— dice Alice furiosa

— ¿Qué no lo haga dices?— preguntó furioso— ¿Prefieres perder la pierna que decirme quién te envió?— pregunto al mal nacido que conducía la motocicleta

— comienza a reír— puede...— le pegó un disparo en su rostro

— ¿Por qué haces esto?— dice ella mirando me con rostro de "no puede ser"— Te comportas como un sicario, y encima no respondes a mi pregunta

— Alice, te dije que si querías conocerme quédate, si no alejate— dije removiendo un poco mi nariz

— Lo dijiste y lo tengo bien claro, ¿pero este es tu modo de arreglar las cosas?

— Así aprendí a arreglar las cosas desde que tuve que hacerlo— digo furioso y montando en la motocicleta— Vamos, monta que todavía queda camino a tu casa

— No voy a montar— dice ella cerrándose de brazos

— Vamos son las 12 y debemos ir a casa— digo algo irritado

— Me voy a pedir un Uber

— Que montes digo— la tomó del brazo para llevarla a la moto, pero ella se desprende

— Déjame en paz, no quiero irme a casa y menos contigo, Dios, dejame en paz

— ¿Qué vas a hacer a estas horas en Los Ángeles en un lugar apartado con los niveles de violencia disparados?— pregunto desconcertado— Acaso me estás hinchando las pelotas porque no hice lo correcto

— Esos niveles están así por tu culpa y todos los de las Chaquetas Negras

— Estás insinuando que mi banda tiene que ver algo con esto, sino sabes la historia, mejor guardate tus palabras de abogado del diablo para otra persona, eres una niña que se crío en su casa sin ver el mundo exterior no sabes cómo funciona este mundo afuera la gente es cruel— intento encender la motocicleta para largarme de aquel ambiente que se que no iba a terminar bien nuestra plática

— Esa es tú mejor actitud, largarte— dice ella amargada y algo aliviada en su tono se voz

— Eso me deja saber que tengo la razón y no soy insisto tanto en cosas que no son— preparaba para salirme de allí

— Menos mal que me pedí un Uber— alza la voz a propósito

— ¿Haz pedido un qué?— pregunto confundido

— No lo voy a repetir dos veces— me reta con su respuesta

— Yo por lo menos voy a viajar con libertad, mientras tú tendrás que escuchar lo que un baboso de esos te dice por el camino— le digo mientras me monto en la motocicleta y la dejo analizando

Danzando con la BellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora