16. Bedsharing

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—¡Nuestra primera vez acampando todos juntos!

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—¡Nuestra primera vez acampando todos juntos!

—¡Deja de gritar, con un demonio!

—Kacchan... Tú también estás gritando... —Midoriya se ganó una expresión de molestia y una explosión por parte de Bakugo y se resignó a solo suspirar.

El grupo estaba de excursión, el motivo no lo pregunten porque arruina la magia.

No hace mucho que terminaron sus exámenes evaluativos y todos aprovaron (el peliverde con ayuda de su novio) y planeron festejar yendo a acampar a la playa.

Izuku estaba más que emocionado, era una de las pocas actividades que realizaban en grupo extraescolar y la planeaba disfrutar al máximo. Y qué más que a lado del dueño de sus suspiros y dulces sueños.

Él en ayuda de Kaminari, Mineta, Tokoyami, Shoji, Sato y Ojiro terminaban de traer las hieleras y asadores mientras el resto armaba las tiendas. Iida dirigiendo toda la orquesta, claro está.

—Iida-kun tiene todo bien organizado, incluso hizo un mapa —comentó la chica de la gravedad.

—Bueno, él igual que todos está emocionado. Es mi primer campamento después de todo.

—¡¿Tu primer qué?! —su mejor amiga gritó, soltando la leña de sus brazos. Llamando la atención de los presentes y en específico de un rubio cerca de ellos.— ¡Me lo hubieras dicho antes! Me encargaré de que sea el mejor campamento de todos.

El tono firme y seguro con que su amiga lo había dicho le dio a entender que hablaba en serio. No quedándole de otra más que resignarse a seguirle el rollo.

—¡No te preocupes, Deku-kun! Haré que esta sea la mejor de las experiencias —Uraraka alzó su puño al cielo, Todoroki que pasaba por ahí también alzó su puño.

Y Bakugo se limitó a escuchar y planear en silencio.

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—¡Fua!~ Fue una muy buena cena, ¡muchas gracias, Bakubro!

—¡Kirishima con un carajo hueles a cebolla, qué asco! —el rubio comenzó a empujar y golpear con una espátula al chico de filosa sonrisa que buscaba abrazarlo.

Todo el grupo se encontraba sentado en círculo alrededor del fuego que encendieron, todo a petición de la castaña. Deseaba que su mejor amigo viviera la experiencia de un campamento en un ciento por ciento.

A nuestro chico de brillante sonrisa y pecosas mejillas le extrañó un poco la distancia que había tenido con su novio, lo notó muy concentrado en su teléfono y mirando constantemente al cielo. Lo de tener sus manos todo el tiempo en sus bolsillos no le sorprendió en absoluto.

"¿Habré hecho algo mal...? No creo, no me ha ignorado como suele hacer..." en su mente trataba de encontrar el porqué de su actuar, acabando por comenzar a murmurar.

Una bolsa de plástico fue arrojada a su rostro para detener su monólogo. Era un dulce proyectil de bombones.

—Cierra la boca, nerd —en respuesta, sólo abrió la bolsa y se comió un bombón en forma de corazón.

Pasaron el rato entre anécdotas e historias de todo género hasta que llegó la hora de ir a dormir. Todas las tiendas estaban rodeando la misma fogata, así que no pasó mucho hasta que todo quedó en penumbral oscuridad y silencio.

Izuku estaba a punto de entrar en su tercer sueño hasta que escuchó su teléfono vibrar.

"Ven a mi tienda"

Extrañado por el repentino mensaje de Katsuki, se levantó envuelto en su cobija y abrazando al afelpado 'Katsu' salió en silencio de su tienda, escuchando incluso el roncar de alguno de sus compañeros.

Caminó entre las tiendas hasta dar con una de color gris y naranja. No sabía si solo entrar o avisar de su llegada, pero antes de pensarlo, escuchó el sonido del cierre de la misma abrirse, el cuerpo de su novio viéndole desde dentro.

Cruzaron sus miradas por casi un minutos, el dulce menor tallando sus ojos por el cansancio.

—¿Qué sucede, Kacchan?

—Entra y no preguntes —sin mucho apuro, entró a la espaciosa tienda, volviendo a cerrar el cierre de la misma.

Tomó asiento frente al ojirubí y bostezó.

—¿Ya me dirás, Kacchan...? Si hay otra cucaracha me debiste avisar para traer mi sandal- —sin oportunidad de terminar de hablar, Bakugo le hizo guardar silencio al abrazarlo y provocar que ambos cayeran a la cama inflable.

Nuevamente, esmeralda y rubí se encontraron, la intensidad que aquellos orbes preciosos llenaban de dicha su corazón. Los ojos de Katsuki eran tan profundos y sinceros que solo bastaba una mirada para sentir un escalofrío en su cuerpo.

—Date la vuelta.

—Ka-kacchan... No entiendo.

—Sólo hazlo.

El menor obedeció y soltándose por un momento del abrazo de su pareja, se recostó dándole la espalda, aún abrazando al peluche con la apariencia del chico tras de él.

Lo siguiente que sintió fue uno de sus brazos comenzar un recorrido por su vientre hasta tenerlo totalmente bajo suyo, su otro brazo usándolo para brindar soporte a la cabeza de Midoriya.

Podía sentir el fuerte palpitar del corazón del explosivo aspirante a héroe, el suyo no quedándose atrás.

Ya antes se habían abrazado por la espalda, pero este gesto se sentía más... Íntimo. La sensación del calor corporal del otro junto a la suya brindaban esa seguridad caracterísitca en él.

Bakugo sintió como el cuerpo entre sus brazos se apegaba al suyo, buscando sentirlo más. Eso le hizo sonreír y esconder su rostro entre sus salvajes rizos con aroma frutal.

Ese sentimiento de ser amado era tan abrumador que no encontraba manera de filtrarlo, queriendo demostrarle que no se había equivocado en darle una oportunidad.

Decir que cada gesto lindo con él era para redimirse de su pasado sería egoísta, pues estar con el menor era una dicha y bendición; no una penitencia.

Por eso, tenerle entre sus brazos acompañado del oleaje del mar, la brisa susurrándoles los cientos de secretos del océano le llenaba el alma de una inmensa felicidad.

Dejó un casto beso en su cabello, acariciando por sobre su estómago, sintiendo las manos de su novio acariciarle los nudillos y juguetear con sus dedos.

—¿Kacchan...?

—¿Qué quieres?

—Gracias —a punto de preguntar, Midoriya agregó.— Gracias por amarme y hacerme feliz.

Escuchó y sintió la pequela risa de Bakugo, quien solo dejó un nuevo beso entre sus rizos y cerró sus ojos.

—Solo déjame amarte a mi modo, Izuku.

—Y tú déjame amarte al mío, Katsuki.

BNHA KATSUDEKU - FLUFFTOBER 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora