25. Future

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—Kacchan, llamaron del jardín de niños —Izuki se asomó por la cocina, sentándose en la isleta viendo al mayor de ambos cocinar

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—Kacchan, llamaron del jardín de niños —Izuki se asomó por la cocina, sentándose en la isleta viendo al mayor de ambos cocinar.

—¿Qué mierda quieren ahora?

—¿Recuerdas que de niños hicimos una cápsula del tiempo? —el rubio se limitó a emitir un sonido para indicarle proseguir.— Pues... Decidieron hoy finalmente abrirla, y nos enviarán la nuestra.

—¿Y a mi qué carajos me importa? —terminó el cerdo salteado y lo puso sobre ambos platos de arroz, añadiendo los condimentos y acompañamientos para finalmente ser un Katsudon digno.

—Pues que fue una carta para nuestro yo del futuro, ¿no te da curiosidad saber qué pensaba nuestros yo de hace más de quince años?

—No —respondió tajante, sacando del refrigerador un par de bebidas.— Lleva esto a la mesa para poder comer.

Resignado, el menor tomó ambos platos y utensilios, Bakugo siguiéndole hasta ambos finalmente estar sentados. Y tras agredecer por los alimentos ambos se dedicaron a comer en breves instancias de silencio siendo interrumpidas por cortas charlas entre ellos.

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—¡Muchas gracias! —agradeció Izuku al repartidor, tras cerrar la puerta regresó a la sala junto a su novio, quien miraba el televisor.— ¡Ya llegaron!

—No podría importarme menos — y como si se tratara de magia, fue golpeado con una libreta de dudosa procedencia en la cara.— ¡¿Se puede saber qué mierda te pasa?!

—¿Podrías fingir un poco de emoción, por favor? —a regañadientes y viendo la expresión de su chico, acabó por bajar el volumen del televisor y sentarse mirándolo, dando a entender que nuevamente el menor había ganado aquella batalla.

Midoriya recibió un par de cajas, ambas con temática de All Might pero diferenciándose por los nombres de cada uno. Le entregó la suya a Bakugo y tras mirarse un par de segundos las abrieron.

Lo primero que los recibió fue una ligera capa de polvo, ambos tosieron en sintonía y con ademanes ahuyentaron el restante del aire.

Izuku tenía en su caja una de las tarjetas edición limitada de All Might, un par de lápices, fotografías, varios dibujos y dos cartas en color amarillo.

Katsuki por su parte encontró un muñeco alusivo al antiguo símbolo de la paz, dibujos, fotografías y por igual, una carta de color amarillo.

—¿Para esta mierda me estoy perdiendo de mi programa?

—Alguien pide a gritos ser golpeado accidentalmente con otra libreta —con la amenaza latente, se limitó a ver sus dibujos.

Eran dibujos en clase, recuerda vagamente haberlos considerado los mejores de todos, aunque desde ese entonces su actual novio tenía un talento nato para dibujar.

Dibujos de árboles, él con un traje ridículo que héroe y con muchos músculos. Ok, si tenía sus músculos definidos y trabajados, pero los de su 'obra maestra' eran una ridiculez exagerada.

El chico frente a él admiraba con nostalgia que aquellos lápices los consideraba los de la suerte, la tarjeta era su favorita en todo el mundo y los dibujos que explotaron toda su creatividad y pasión por el arte.

Acariciaba con sus manos las fotografías mientras su pareja iba por un par de tazas con té. Eran fotos de él con su madre, de su traje gracioso de su mentor y maestro. Y una que tomó a escondidas del chico que llegó con ambas tazas.

Esa por su seguridad la escondería.

Dio un sorbo a su taza y finalmente abrió la carta, encontrándose con su temblorosa letra.

"Esto es extraño. La maestra nos pidió hacer una carta para mi yo del futuro. Espero que no estés trabajando en una estación de policía!

Izuku quizo reír por aquello, si ese pequeño niño supiera donde trabaja actualmente. Tras aquella pausa, siguió leyendo.

Espero estar hablando con el héroe número uno, aunque sería yo pero más grande. Sé que habré cumplido con mi sueño de ser un héroe, aunque ahora Kacchan dice que alguien como yo jamás lo será...

Su vista cayó en el mencionado, quien estaba concentrado leyendo su propia carta y bebiendo de su taza tranquilamente, con esa apacible expresión.
Sus palabras en ese entonces fueron duras y resonaron con fuerza durante mucho tiempo, pero aprendió a sanar y perdonar para avanzar juntos finalmente.

No hay mucho que decirte, solo que no te rindas! Yo sé que cumpliré mi sueño de ser un héroe como All Might!"

Limpió las lágrimas de sus mejillas al terminar de leer. Esa carta llena de la más pura inocencia, era en ese entonces un simple soñador que no se imaginó todo lo que pasó para estar y ser lo que es hoy en día: El símbolo de la paz de todo Japón.

Su pareja lo vio extrañado y le pasó un par de pañuelos de la mesa de centro, no se preocupó pues sabía que su llanto era por melancolía y felicidad.

Luego de aquel momento y con las emociones a flor de piel, prosiguió con la siguiente carta.

"La maestra me pidió escribir con quién me veo en un futuro, dijo que podía enumerar las cosas que describan a esa persona especial. Esto es vergonzoso... Pero ahí va!:

1-Le tiene que gustar All Might.

Izuku quizo reír por aquello, su novio le ayudaba a coleccionar cosas de su héroe favorito, incluso su nombre de héroe tenía cierta inspiración en él.

Una cosa tachada.

2-Tiene que ser alguien increíble y fuerte como Kacchan!

Si supiera quién era su novio, el héroe número dos y con mayor popularidad en las revistas, además de cálido, amoroso, testarudo, gruñón pero sobre todo, sincero.

3-Que le guste hablar conmigo

A veces ambos se dormían a altas horas de la noche hablando de cualquier cosa insignificante, amaba esas noches en vela cuando nadie mas que las estrellas eran testigos de aquello.

4-Que quiera un futuro conmigo. Y creo que es todo. Espero que hayas encontrado a esa persona!"

"Futuro..." pensó.

El pequeño Izuku de cinco años anhelaba tanto como ser un héroe tener con quién compartir esa dicha de haberlo logrado.

"Un futuro brillante..."

Deseaba un futuro siendo el héroe que siempre soñó, salvando a todos con una sonrisa. Pero lo que ese pequeño nunca imaginó fue que lo haría de la mano con el hombre que aceleraba su corazón con tal solo mirarlo y a quien le dedicó todas sus primeras veces, siendo la más importante: su primer y único amor.

—Un futuro...

—¿Qué tanto murmuras?

—Que tu pequeño pequitas tuvo el futuro de sus sueños —sonrió para dejarse caer sobre su chico, siendo abrazado casi al instante.— ¿Puedo leer tu carta?

—No, piérdete, pequitas —a punto de hacer su expresión con que conseguía todo, fue tomado de las mejillas para recibir un dulce beso, distrayéndolo de su ensoñación.

Sin darse cuenta de que su novio ya le había quitado la carta. Y tras separarse y ponerse de pie, corrió por todo el departamento, siendo perseguido por un rubio maldiciendo a diestra y siniestra.

Si, claramente el futuro de sus sueños.



BNHA KATSUDEKU - FLUFFTOBER 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora