—Esto es una porquería.
—¡Kacchan! Los niños nos van a escuchar.
Nuestra pareja protagonista en conjunto con un par de colegas de clases estaban en un jardín de niños.
Si, en un preescolar.
Como parte de una práctica de servicio social y proyecto final debían cumplir con realizar servicio a la comunidad por al menos cinco horas.
Y a ellos, entre las tantas actividades que hay por hacer, les tocó ayudar en el mismo preescolar en que ambos crecieron.
Vaya vueltas da la vida.
Izuku estaba emocionado por regresar a aquella escuela, aunque le recordaba a cuando descubrió ser un quirkless no quitaba que disfrutó de aquella época de su vida.
Recordaba a un mini Kacchan correr por todos lados, él siempre yendo dos pasos tras de él. Preguntándose cómo reaccionaría su yo de cuatro años al saber que ahora camina a su lado.
—Vamos Bakubro, ¡será divertido! —animó su amigo de filosa sonrisa.
—¡Vaya que lo será! —secundó Uraraka tras del peliverde.
Porque ella no era tan suicida como Kirishima.
El rubio estaba a un segundo de nuevamente maldecir cuando la encargada de la escuela los reconoció y corrió a abrazar al wonder dúo, repitiendo cuán enormes y apuestos se pusieron desde la última vez que se vieron.
Midoriya se sonrojó y Bakugo quería que lo soltara.
Tras presentarse los cuatro caminaron tras la mujer, quien explicaba las actividades de ese día.
Era relativamente sencillo, en treinta minutos llegarían los niños, los ayudarían a poner sus abrigos en sus percheros, a sentarlos en sus asientos y ser apoyo a los profesores; tendrían que ayudar a preparar el almuerzo y jugar con ellos, después harían una actividad extraescolar y finalmente vendrían los padres por ellos.
Sonaba fácil, pero a cierto chico le estaba por explotar una vena de la frente.
Él era aspirante a ser el mejor héroe de todo Japón, no a niñero.
Estaba a un pelo de tirar la toalla y el estúpido uniforme que les entregaron cuando vio a su novio portarlo.
Aquel mandil azul con girasoles en él solo realzaba su belleza, le brindaba ese toque aniñado que siempre supo que tenía.
Se veía más que bonito, como un verdadero maestro de preescolar.
—Me veo muy masculino —Kirishima hacía varias poses frente a un espejo, Uraraka le secundaba, pero a Bakugo eso le importaba un bledo.
Él solo tenía sus ojos y atención puestas en el chico de pecas que le terminaba de poner su uniforme.
Si, tal vez por él podría soportar cuidar mocosos
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BNHA KATSUDEKU - FLUFFTOBER 2021
Fanfiction31 días de KatsuDeku en honor al reto de #EsDeFanfics con temática Flufftober Será 1 capítulo diario por el mes de octubre, cada capítulo estará siguiendo las temáticas que indique el flufftober, pero a fin de cuentas la trama de cada capítulo es de...