#Flufftober 🌸 || skz shipps.

🌸2.Holding hands🌸

•Tomarse las manos•
One Shot.

Shipp:

✨ChanJin✨

•

Christopher siempre le había parecido alguien bastante atractivo a Hwang.

Pero lo que tenía de lindo, lo tenía de molesto.

El chico de rizos rubios blanquecinos, que portaba aquella chaqueta y altas botas de cuero, vagaba por los pasillos desprendiendo aquél fragante y varonil perfume, además de un aura rebelde que hacia derretir a más de una chica —y unos cuantos chicos— por él.

En ocasiones, su mirada era seria e indiferente.

Otras veces, fanfarroneaba luciendo sus fornidos brazos en camisas sin mangas y aquella maldita sonrisa encantadora que acentuaba sus hoyuelos dibujada en el rostro, la cual sin dudas, estaba volviendo loco a Hyunjin en todo el sentido de la palabra.

No completamente en el buen sentido, cabe agregar...

¡Ese engreído era la definición perfecta de playboy!

—Hey, comelibros, ¡Yuju! —el rubio llegó a su lado, dando un par de golpesitos al casillero de Hwang para que lo cerrara y así poderle ver correctamente a los ojos. Esos encantadores y pequeños ojitos cafés que le observaban a través de aquellos cristales con recelo, uh, era tan molesto no poder apreciarlos como se debía.

El menor parpadeó un par de veces, frunciendo levemente el ceño cuando Chris sostuvo su mirada por tanto tiempo; no pudo evitar desviarla unos segundos y que sus mejillas tomen color. Si quería intimidarlo, lo había logrado.

—¿Mis tareas? —preguntó en tono suave, extendiendo su mano mientras una inocente sonrisita se desplegaba en su rostro. No estaba en sus planes hacer sonrojar al castaño, pero la vista era bien recibida.

Y Hyunjin volvió a la realidad de pronto, decepcionado al recordar la única razón por la que Bang le dirigía la palabra a alguien como él; sus tareas.

Quizás iba en contra de su código ético, sin mencionar el hecho de que estaba siendo un alcahueta al hacerle los deberes al muchacho, pero como dije, el chico pensaba que era la única manera de que alguien como el australiano se fijara de su existencia.

Eso y el pequeño incentivo que le pagaban sus padres creyendo que en realidad veían tutorías.

—Oh... aquí están —murmuró intentando disimular el desánimo en su voz —el cual no pasó nada desapercibido para Chan— en lo que rebuscaba entre sus pertenecías la carpeta que contenía finamente acomodado cada papel.

Le extendió los trabajos al mayor y éste estuvo a punto de tomarlos de no haber sido por esos chicos que pasaron a su costado, tirándolos hacia el suelo de un manotón. Las risas burlonas resonaron por el pasillo ante ello y el respingo que Hyunjin soltó, aunque no debería sorprenderle ya de quienes se trataba.

—Bang Chan hyung, ¿aún mandas a hacer tus tareas con este chupa medias? Ah, has caído tan bajo... —preguntó retórico el azabache hacia Bang, aunque en su lugar, se iba dirigiendo hacia el menor de tímida mirada— pobre e ingenuo Hyunjin, seguro hyung te convenció con un par de palabras bonitas y-

—¿Por qué no mejor cierras la boca, Lee? —alzó la voz Chan, esbozando una sonrisita y Hyunjin aprovechó la distracción para recoger los papeles que tanto trabajo le había costado escribir.

La situación se basaba en una amienemistad entre ambos adolescentes, y el castañito de grandes anteojos siempre se preguntaba porqué se hallaba cerca cada que esas confrontaciones ocurrían.