🌸4.Indirect kiss🌸

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•Beso indirecto•
One shot.

Shipp:

MinJeong


Jeongin amaba las paletitas.

A cualquier lugar que fuera, en la escuela, de camino a casa, incluso en la fila del banco, podías ver al feliz chico pelirrojo degustando una paleta de caramelo.

Al igual que sus cabellos, el sabor que solía elegir tenía un brillante tono rojizo, pintando de más sus bonitos y esponjosos labios de aquél colorante dándoles una apariencia más dulce de la que ya solían tener y que estaba volviendo loco a Minho.

¿Cómo sabría un beso de los labios del menor? ¿Sabrían a fresa, cereza o granates?

Eran algunas preguntas que invadían de vez en cuando la mente de Lee, sobre todo en ese momento en que iban en compañía de todo su grupo de amigos a la feria que había llegado hacía una semana a su ciudad; caminando delante de ellos iba Seungmin discutiendo junto con Changbin y Jisung (algo de todos los días) mientras que al frente estaban Hyunjin y Chan tomados de las manos calculando cuantos boletos podían pagar con lo reunido entre todos.

Jeongin iba esencialmente a su diestra, sus labios lucían rositas naturalmente al igual que sus mejillas y su brazo estaba entrelazado al de Felix mientras el pecoso le hablaba de algo con mucho entusiasmo.

Aquél día a Yang se le habían acabado las paletitas que guardaba en la alacena, por lo que claramente ninguno lo vería intentando morder el palito plástico al que ya se había acostumbrado ni su lengua tintada con ningún colorante artificial.

Su madre tampoco le quiso dar dinero aparte para comprarse algún dulce pero bueno, podía sobrevivir sin ellas por unas semanas.

La mirada de Lee se deslizó nuevamente hacia Innie cuando notó como su amigo rubio se deshizo del agarre para acercarse a Seo y el resto de los chicos, dejándolos a ellos dos atrás.

Jeongin también estaba esperando poder tomar el brazo de su hyung, así que unos pocos segundos después se acercó a él para entrelazarlo, dedicándole una sonrisita tímida y resguardó su mano libre en el bolsillo de su hoddie.

El castaño le sonrió también, enternecido, llevando su otra mano a su bolsillo de igual modo y se acercaron al resto de sus amigos una vez atravesaron la entrada del parque, recibiendo el sello del mismo en el dorso de sus manos.

—Bien, ¿quieren dividirse en parejas? —preguntó Chan una vez que repartió los boletos y todos asintieron o casi todos pues Felix ya estaba arrastrando a Changbin hacia la montaña rusa sin pensarlo dos veces. Todos rieron al escuchar los gritos anticipados de Seo y quedaron en encontrarse en el mismo punto una hora después para poder ir a los últimos juegos juntos.

—¡Hyung, vayamos allá! —exclamó Innie con emoción palpable corriendo hacia el puesto de los típicos juegos para ganar premios seguido de Minho quien tenía una sonrisa ladina plasmada en su rostro.

—Nini, esos juegos siempre están arreglados —murmuró viendo el lindo puchero del menor. Quiso besarle toda la carita.

—Vamos, sólo uno, ¿no quieres que gane un peluche para tí?

Minho rió. — ¿Vas a regalarme lo que ganes? —el pelirrojo asintió que convicción y entonces Lee accedió a dale unas monedas para comenzar el juego.

Para sorpresa de ambos, Jeongin era bastante bueno en esos juegos y había conseguido un lindo peluche/llavero de conejo que según él, se parecía mucho a Minho, así que como dijo se lo obsequió.

En la máquina de la garra, Lee obtuvo también un zorro de ojitos rasgados el cual, por supuesto, le regaló a Jeongin, quien lo recibió con un lindo sonrojo en sus cachetitos.

Lo siguiente en su lista, fue subirse a los carruseles para adultos los cuales solían ir mucho más rápido que los infantiles al igual que las sillas voladoras y básicamente a todos los juegos que fuesen movidos para después poder reposar un rato yendo a comer un poco, así habrían digerido lo suficiente para cuando les tocará subirse a los juegos verdaderamente extremos con sus amigos.

Estuvieron caminando un rato hasta  detenerse en uno de los tantos puestos de deliciosa comida callejera que yacían allí, pedirían algo ligero y esperarían en alguna de las bancas que se encontraban cerca.

Mientras formaban en la fila, Jeongin tenía sus manitas guardadas en los bolsillos de Minho encontrándose frente a él ya que cada vez comenzaba a hacer más frío. Observando a su alrededor, se distrajo a lo lejos con una máquina de esas que simulaba tener un vidente y decían algún mensaje aleatorio prediciendo tu futuro. In quería probar, le parecía muy retro e interesante así que llamó la atención de su mayor.

—¿Me esperas? Quiero ir al juego de allá —señaló alzando su rostro y Minho observó la dirección de su mano.

—¿Un oráculo? —In asintió entusiasmado como siempre y Min rió— Claro, anda. —dijo y el chiquillo corrió sin esperar mucho más, sacando una moneda para introducirla en la ranura.

En lo que hacía eso, Lee avanzó hasta conseguir pedir sus amados corndogs, una soda, un paquete de gomitas y una paleta de caramelo grande que había visto desde que llegaron al puesto y que obviamente, pensaba regalarle a Jeongin.

Al haber pagado todo y con su comida en manos pudo ver como Innie se alejaba del juego que claramente aún funcionaba con sus brillantes luces y animatrónico dentro, y se devolvía hacia él con una sonrisa.

—¿Y? ¿Qué te dijo el "vidente"? —preguntó Lee entregándole uno de los aperitivos a In quien dió un mordisco después de soplarlo un poco.

—"Algo que has estado esperando, vendrá a tí más pronto de lo que crees". Luego sonó una musiquita extraña pero fue divertido —rieron seguido del otro y cuando estuvieron en una banca, destaparon la soda para ambos.

—¿Será esto a lo que se refería? —dijo el castaño bajo la mirada confundida del menor, pero cuando sacó la paleta de aquella bolsa, sus ojitos brillaron junto a su linda sonrisa con hoyuelos.

—Oww, gracias hyung, realmente no lo esperaba —rió feliz y Minho revolvió sus cabellos con cariño. Innie terminó unos minutos después su comida para poder quitarle el envoltorio a su paleta, probándola para después alzar su mirada hacia Min— ¿Tú compraste una para tí? —Lee negó y entonces Jeongin miró de nuevo su chuchería— ¿Quieres?

El mayor entreabrió los labios y al ver los cachetitos sonrojados del menor, no se pudo negar. Saboreó un poco la paleta que le extendió la cual tenía sabor a sandía y seguidamente Jeongin la devolvió a sus labios. Más sonrojado de lo que estaba antes, bajando su mirada.

Lee rió con sus orejas levemente sonrojadas y llevó su mano a la mejilla contraria para apretarla con ternura, ¿podía considerarse eso cómo un beso indirecto? Sabía que sí y estaba algo felíz si se lo preguntaban.

Cuando volvieron con sus amigos, mantuvo al menor cerca de él atrayéndolo por sus hombros, y continuaron compartiendo la paleta hasta reducirla a un pequeño trozo de chicle con el que ahora Yang hacía bombas de sus rositas labios.

¿A qué sabía la boquita de Jeongin? Ya podía hacerse una idea.

¿Cuán suavecitos eran sus labios en realidad? Bueno, quizás eso pueda responderlo después.

#Flufftober 🌸 || skz shipps.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora