•Café•
One shot.Shipp.
✨ChangJin✨
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"¡Ya era hora de que llegaras, novato!""¿Trajiste las muestras que te pedí?"
"Ve por un café mediano descafeinado de vainilla con leche de avellanas y sin azúcar, ¿me oíste bien, niño?"
Oh, ¡por supuesto que lo había oído! Esas y muchas más exigencias solían ser, desde hacía unas semana, el pan de cada día de Hyunjin. No era un pan dulce, sino uno tieso y cruel que le aventaban por la cabeza, si tuviese que usarlo como analogía.
Trabajar para aquél emporio de moda no era cosa fácil y tampoco estaba muy alejado de ser como la película de "El diablo viste a la moda" que tanto le encantaba al castañito de largos cabellos cuando era un niño. Solo que en lugar de tener una jefa malvada, ahora tenía muchos compañeros malvados; quizás eso era mucho peor.
Ahora mismo corría entre las ajetreadas calles de una Seúl diurna a plenas siete de la mañana para llegar al café donde le encargaban comprar los pedidos matutinos de unos doce compañeros. Al menos eran tan amables de dejarle comprar un café cargado para sí mismo. Si es que a eso se le puede llamar amabilidad y no derecho.
Entró al sitio atravesando las hermosas puertas de cristal y sus sentidos se vieron envueltos por el conocido aroma del grano tostado y vainilla que resaltaban entre otros agradables olores; era como un beso dulce y amargo antes de ir a lo que le esperaba por el resto del día.
Se acercó a la fila la cual agradecía no era muy larga pero grata fue su sorpresa cuando unos oscuros ojos que ya conocía, al chocar con los suyos brindaron esa mirada cálida y reconfortante, llamándolo a un lado para tomar su orden. Hyunjin se sonrojó, acomodando su largo abrigo, un mechón tras su oreja y sin mucho protocolo, sacó la pequeña lista donde había anotado los pedidos, además de la tarjeta que le dieron.
-¿Lo de siempre?
-Lo de siempre -soltó con un suspiro ahora un poco más relajado mientras tomaba asiento en el banco algo alejado de la multitud que allí había. El joven vestido de manera semiformal llamó a una chica para entregarle el pedido, la cual, se puso en marcha junto a otros compañeros rápidamente.
-Ya te dije que cuando vengas así de apresurado pases directo a mí, soy el jefe, nadie puede decirme nada.
-A tí no, pero a mí me mirarán mal cuando me vaya con dos bolsas de diez cafés cada una -rió tiernamente el alto posando su rostro sobre su mano y el azabache no pudo evitar sonreír, detallando sus atractivas y a la vez adorables facciones.
-Puede ser, pero luego se llenarán la boca diciendo "oh, el famoso diseñador Hwang Hyunjin compraba americanos en el mismo lugar que yo" y será un privilegio si logran verte en mi local, porque estarás tan ocupado asistiendo a tus pasarelas que te haré llegar el café a la oficina.
-Wow, y yo creí que soñaba despierto... -murmuró con gracia pero algo anonadado, incrédulo y hasta ligeramente turbado de que el mayor tuviera tan bonitas expectativas para con él. Changbin sin embargo, al notarlo, no pudo evitar tomar su mentón entre sus dedos para que volteé a verle.
-Porque sucederá. No es como que me vaya a decepcionar de tí sino, pero sé que tienes el potencial, ¿uhm? -Hwang asintió pensativo, aún no lo creía por completo pero Changbin era bueno alentando y le tenía paciencia. Pero sobre todo, amor- Vamos. ¿Qué hay con esos bocetos?
-¿Q-qué? Yo... yo no los he mostrado... -dijo ocultando su rostro en su mano y Changbin volvió a retirarla, tomándola con cariño y firmeza. Era algo que el menor le había comentado anteriormente. Vamos, que no estaba en una empresa de modas solo porque le guste ver telas y ya.
-¿Recuerdas que, alguna vez te dije que existe una fina línea entre ser diseñador y ser el que le lleva el café al diseñador por el resto de su vida? -Hyunjin lo miró, con esos gruesos labios entreabiertos y bajó la mirada asintiendo nuevamente- Tú puedes ser el diseñador. Ya lo eres. Perdón que te lo repita tanto pero si hay algo que mi profesor de artes me enseñó fue eso.
«-¿Por qué hay artistas que solo fueron reconocidos después de su deceso? ¿Era necesario que se aventuraran a más? Puede que sí, pero tú estás aquí hoy, amor. Lleno de talento y en la mejor empresa de modas que va a perder la oportunidad de su vida sino te prestan atención.
El castaño elevó la mirada. Tenía razón, por supuesto que tenía razón, estaba hablando con el jefe de una de las mejores cafeterías de toda Corea y era su casi-algo. Sin embargo, el miedo lo frenaba a intentarlo.
-Pero nadie quiere ver cosas nuevas, hyung. En el fondo todos quieren siempre lo familiar, lo que ya conocen.
-No importa. -dijo determinado Seo, ayudando a guardar las órdenes que le traían a su chico para que pudiese irse- Tú vas a llevar tu portafolio, llegarás a la oficina de tu jefa y le dirás: "Soy Hwang Hyunjin y es la última vez que traigo cafés porque soy el mejor maldito diseñador que volverán a tener en mucho tiempo. Tómalo o déjalo".
Habló con una convicción que hizo soltar una risita a Hyunjin, algo enamorado y en definitiva, más animado que antes. Changbin era una vitamina en todo el sentido de la palabra y no dejaba que fuera pesimista para con él mismo, inclusive, otras personas.
-Lo siento si te agobio. Es que no puedo no hacer nada cuando te veo dibujar los mejores atuendos que he visto en una servilleta y sigues haciendo crecer mi negocio -comentó con un toque de diversión que hizo a Hyunjin girar los ojos captando el asunto.
-No me agobias. De hecho, se siente muy reconfortante. Pero aún está la parte que debo hacer yo y eso es lo que me aterra.
-No tienes que hacerlo justo ahora -habló Bin, dedicándole una mirada detallando cada uno de sus rasgos y que comúnmente, hacía sentir a Hyunjin pequeñito en un buen sentido. Amado y bonito. Como si no hubiese nadie más a parte de ellos en esa cafetería- Solo recuerda que tienes el poder de cambiar lo que quieres para tu vida, y yo estaré para tí siempre que lo necesites.
El menor asintió, desplegando una pequeña sonrisa con sus mejillas pintadas en adorable carmín. Estaba muy agradecido con la vida que le había puesto en medio de su camino a Changbin. -Gracias, hyung.
-¿Cuál gracias? Bésame.
El menor soltó una pequeña carcajada, formando sus ojos en lindas medias lunas y cuando sintió la mano del contrario posarse en su mejilla no dudó en inclinar su rostro y recibir los jugosos labios ajenos en un vaivén que jugó tiernamente con su labio inferior y que sin dudas le dejaría recargada la batería durante todo el día.
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#Flufftober 🌸 || skz shipps.
Fanfiction31 Días, 31 oneshots y/o drabbles de ships de Stray Kids para todo aquél que desee leer algo soft 💗 •Idea y prompts gracias a la página de Facebook EsDeFanfics Prompts del Flufftober 2021