XIX

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CUAUHTÉMOC

Ari en verdad se veía cansado y no era para menos, su actitud tan directa nos sorprendió mucho, pero su petición definitivamente fue algo que no esperábamos por ningún motivo, nosotros queremos cuidarlo pero a él pareció no importarle y eso claro que tenía nombre y hasta apellido, Diego Ortega Elizalde, ese omega pagará muy caro el mal influenciar a mi esposo; una vez Ari se quedó dormido salimos del cuarto y lo primero que hice fue enviarle un mensaje a mi amigo avisándole su sentencia de muerte y que tiene estrictamente prohibido venir y hablar con mi esposo.

Cómo se acercaba la hora para que Nat se fuera a trabajar decidió quedarse a cocinar y así podría comer antes de irse, por mi parte, fui por nuestro hijo a la escuela; todo el camino se resumió en Xabiani contando todo su día, es un niño muy observador y contar su día también incluye el enterarnos hasta de que color es el sacapuntas que no ha usado el niño más callado del salón, desde que estaba en el kinder nos dimos cuenta de ese detalle en el y ya nos acostumbramos a que empieza a hablar de él y lo que hizo pero terminamos sabiendo hasta lo que hicieron niños de otros grupos. Al llegar a la casa el pequeño demonio fue directo al baño ya que no le gustan las cosas sucias y cada que llega de la calle lo primero que hace es lavarse las manos, Nat estaba terminando de comer y yo deje las cosas del niño en la sala.

Xabiani: Hola mami
Natalia: Hola demonio, ¿Cómo te fue hoy?
Xabiani: Bien, la maestra nos hizo escribir nuestro nombre, Laura, Mari y Aldo no sabían escribirlo, pero la maestra los ayudó, también pintamos, hicimos animales del mar, yo hice una tortuga, Arlo hizo un pez, Mario hizo un tiburón y... Voy a decirle a mi papá
Natalia: Está dormido, ¿No puedes decirme a mí?
Xabiani: ¿Puedo invitar a mis amigos a mi casa?
Natalia: Yo digo que si
Temo: Pero también hay que hablar con Ari
Natalia: Eso si, si quieres le dices cuando despierte y ya alrato me cuentan
Temo: Está bien loba
Xabiani: ¿Ya te vas mami?
Natalia: Si, tengo que trabajar (toma sus cosas) pero nos vemos en la noche
Xabiani: Si (la abraza) ¿Me compras unos cheetos?
Natalia: ¿Verdes?
Xabiani: Azules
Natalia: De acuerdo, ¿Tu quieres algo?
Temo: Me conformo con que llegues bien
Natalia: Que cursi sonó eso jajajaja, si se le antoja algo me dices y yo lo traigo
Temo: Si
Natalia: Los veo en la noche (se va)
Xabiani: Papá
Temo: Dime
Xabiani: ¿Puedo despertar a mi papá?
Temo: No, mejor ve a cambiarte
Xabiani: ¿Y luego lo despierto?
Temo: Que no jajajaja

Xabiani fue a cambiarse el uniforme y yo empecé a servir la comida, acomodaba los platos cuando llegó Ari aún con apariencia cansada, luego llegó el demonio y nos sentamos a comer, nuestro hijo apenas comía por estar contando cosas de la escuela. Cuando terminamos yo lavé los platos y Ari le ayudó a Xabiani con la tarea, más tarde nos quedamos en la sala "viendo" caricaturas aunque Xabiani ni siquiera prestaba atención a la tele y se enojaba si le cambiamos.

Xabiani: (deja su cabeza en las piernas de Ari) Hermanitos, ¿Ya van a salir?, Yo quiero jugar con ustedes
Aristóteles: Ya falta un poco menos chaparro
Xabiani: ¿Por qué no crecen más rápido?
Aristóteles: Porque tienen que estar sanos y fuertes o se pueden enfermar
Xabiani: ¿Y cuando estén así puedo jugar con ellos?
Temo: Tendrás que esperar a que crezcan más, aunque ya no estén en la panza de tu papá ellos aún serán pequeños y no podrán jugar pero podrás ayudar a que se duerman, a qué no lloren
Xabiani: Ya que...
Aristóteles: Tranquilo mi niño, verás que la espera no será tan larga
Xabiani: Papá
Aristóteles: Dime
Xabiani: ¿Puedo invitar a mi casa a mis amigos?
Aristóteles: Si, pero hay que hablar con sus papás
Xabiani: ¿Mañana?
Aristóteles: Ya te dije que debemos hablar con sus papás, tienen que darles permiso
Xabiani: Cuando vengan, ¿Puedes hacer hamburguesas papi?
Aristóteles: Lo voy a pensar
Xabiani: Por favor (hace puchero)
Aristóteles: Lo voy a pensar
Xabiani: Por favor papi
Aristóteles: Lo pensaré
Xabiani: A mamá también le gustan
Aristóteles: Pero tú solo pides y no me ayudas
Xabiani: Si te ayudo, ¿Si las haces?
Aristóteles: Tal vez
Temo: Es muy insistente, eso definitivamente lo heredó de ti
Aristóteles: (fingiendo ofensa) ¿Soy insistente?
Temo: Solo un poquito (lo besa)
Aristóteles: Te lo pasaré solo está vez
Temo: Si bonito (lo besa) oye chaparro, ¿Puedo ver una película?
Xabiani: Noooooo, ya va a empezar "las aventuras de Felipe"
Temo: ¿Ya vas a ver la televisión?
Xabiani: Si papito (besa su mejilla)
Temo: Si se parece a ti
Aristóteles: Ni una más, ya vete
Temo: No es cierto bonito (lo abraza) no te enojes
Aristóteles: Suéltame
Temo: ¿Sabías que te amo mucho?
Aristóteles: Definitivamente se parece a ti
Temo: Un poquito (besa su mejilla)

Amor de tres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora