XXV

135 18 12
                                    

ARISTÓTELES

Nunca había visto a mis alfas tan enojados, despues de que Natalia se fue Temo también se salió, quizá fue por su enojo y que esa emoción los estaba controlando pero desde que estaban peleando mi marca comenzó a doler, ese dolor aumentó cuando se fueron, le puse una pomada pero el dolor seguía igual, estaba solo en casa y sinceramente no sabía que hacer, al menos hasta que a mí omega se le ocurrió algo...

Cerré bien las puertas y ventanas y me fui al cuarto, tome varias cobijas y las acomodé en una esquina de la habitación no visible desde la puerta, pero no me gustó así que busque otro lugar, estuve recorriendo la casa y ninguno me gustaba hasta que ví el closet en nuestra habitación, lo abrí y ví que había mucho espacio, saqué toda la ropa y revise qué tan firme era el espacio plano, parecía un buen lugar así que comencé a acomodar las cobijas agregué unas sudaderas de mis alfas y de mi hijo, un par de almohadas y al final aunque no era muy cómodo era perfecto así que me acosté ahí y me dormí casi al instante.

Desperté al escuchar a mi hijo, eso significaba había vuelto Temo, salí de mi nido, cerré el closet dejandolo oculto y fui a la sala donde mi alfa y mi hijo estaban, mi marca ya no dolía y eso en verdad lo agradecía porque no era algo agradable. Toda la tarde fue tranquila, comimos, ayudamos a Xabiani con su tarea, jugamos con el, mi hijo tuvo hora diaria de hablar con los bebés y ahora le gusta más porque cuando les habla ellos no dejan de moverse y parece como si realmente tuvieran una conversación lo cual es muy tierno.

Cerca de las 8 llegó Natalia, sin decir nada se fue al cuarto, yo la seguí por miedo a que encontrara mi nido pero solo tomó su pijama de uno de los cajones y se fue al baño, ni siquiera prestó atención al desastre de ropa que había en la cama, fui a la cocina y ví a Temo preparando chocolate con mi hijo, calenté un poco de comida para Natalia, cuando estaba todo listo lo llevamos a la mesa y unos minutos después ella llegó al comedor

Temo: (la abraza) Perdón loba, no debí haber dicho eso esta mañana
Natalia: (lo abraza) También lo siento alfa, estaba molesta y no pensé lo que dije
Temo: Me di cuenta que esto es lo que quieren, quieren que sus ideales ganen sobre nosotros, quieren separarnos
Natalia: Pero no lo van a conseguir, yo ya no imagino una vida donde no estén ustedes
Temo: Tampoco yo (la besa) te amo loba
Natalia: Y yo a ti alfa (lo besa)
Xabiani: Mamá, tu comida está fría, ya no puedes comer, pero yo si
Natalia: Demonio tramposo (le hace cosquillas)
Xabiani: Jajaja no jajajaja papi, ayuda jajajaja
Natalia: (besa su mejilla) Ve por un plato y te sirvo un poco
Xabiani: Si (va a la cocina)
Aristóteles: ¿Ya no estás enojada?
Natalia: No amor (besa su mejilla) ¿Cómo están cariño? (acaricia su vientre)
Aristóteles: Ellos están bien
Natalia: ¿Y tú?
Aristóteles: Mi marca dolía en la mañana
Natalia: La mía también
Temo: No fueron los únicos, sentía como si me estuvieran quemando en esa zona
Natalia: Igual yo, tuve que ponerle un poco de una crema que recomendamos para que sanen los tatuajes porque era insoportable
Aristóteles: No vuelvan a pelear así por favor (la abraza)
Temo: Si cada pelea va a doler así entonces nunca más lo haremos
Xabiani: Aquí está (deja su plato en la mesa)

La cena fue tan especial y única como todas, Xabiani le contó a Natalia lo que hizo en la escuela, Temo contaba chistes muy tontos que a su vez eran graciosos y Natalia nos contó que casi corría a un cliente por indeciso, en verdad todo estaba mejor que en la mañana y eso me gustaba, incluso parecía que los bebés también notaban eso porque en la mañana estuvieron tranquilos y en la cena se estaban moviendo; al terminar Natalia lavo los platos, bañé a Xabiani para luego bañarme también, Temo ayudó a nuestro hijo a cambiarse bien, lo durmió y luego mis alfas fueron al cuarto conmigo.

Temo: ¿Qué pasó aquí?
Natalia: ¿Dónde se supone que vamos a dormir?
Aristóteles: Ahí (señala la cama)
Temo: ¿Por qué sacaste la ropa? (Toma unas prendas y va al closet)
Aristóteles: ¡No!
Natalia: ¿Qué pasa?
Aristóteles: Es que mi marca dolía y ustedes se fueron, a nosotros nos dió miedo así que hicimos un nido (juega con sus manos)
Natalia: ¿Dónde?
Aristóteles: Ahí (señala el closet)
Temo: ¿Eso es posible?
Natalia: Eso parece
Aristóteles: Pero ustedes se portaron mal hoy así que no pueden verlo
Natalia: Está bien
Temo: Espera, mi papá me contó que los nidos los hacen cuando se sienten desprotegidos, pero un nido durante el embarazo significa el lugar donde estarán con los cachorros, es obvio que no lo vas a quitar de ahí pronto y que hay posibilidades de que ahí tengas a los bebés
Aristóteles: (lo besa) Eres muy inteligente alfa
Natalia: Es un lugar cerrado
Temo: Muy cerrado
Natalia: Puede ser peligroso
Aristóteles: No lo voy a mover
Temo: No, tu puedes hacerlo dónde quieras, pero eso necesita adaptaciones
Natalia: Las puertas se irán, necesitan aire y cerrado el oxígeno será muy limitado para tres personas
Aristóteles: ¡No pueden verlo!
Natalia: Puedes esconderlo mientras se arregla, pero no se puede quedar así
Temo: Podemos quitar las puertas y poner cortinas para darles privacidad
Natalia: Se pueden tomar medidas y por el espacio podríamos comprarle un colchón, eso puede hacerlo más cómodo para ellos
Temo: También necesita iluminación así que podemos poner una lámpara
Natalia: Unas repisas pueden ser útiles, ahí pondría los pañales de los bebés, toallitas y eso que usan más
Aristóteles: Los amo mucho (los abraza)
Natalia: El fin de semana podemos empezar las modificaciones, puedes poner una sábana sobre tu nido para que nadie lo vea mientras hacemos las adaptaciones
Aristóteles: Si alfa (la besa)
Temo: Queremos garantizar que los tres estarán cómodos ahí
Aristóteles: (lo besa) Gracias
Natalia: Por ahora la ropa podemos dejarla en la sala, ya mañana vemos donde ponerla.

Amor de tres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora