XX

149 20 9
                                    

ARISTÓTELES

Tal como mi hijo quería, hoy sus amigos estarán en la casa, Temo se encargó de limpiar la casa y yo de la comida, que sobra decir fueron hamburguesas a petición de mi hijo; por la tarde fui a la escuela por los niños, ya había hablado con los padres de los dos y me acompañaron hasta la casa para saber la dirección, al llegar y comprobar que sus hijos estarían bien se fueron. Luego de que dejaran sus cosas y se lavaran las manos se sentaron a comer, antes de la media hora me arrepentí un poco de haber aceptado, los tres niños no dejaban de platicar, yo sé que mi hijo habla mucho pero no imaginé que los otros niños fueran iguales.

Cuando terminaron de comer los lleve a la sala para que hicieran la tarea mientras sus cuerpos procesaban la comida y mi esposo lavaba los platos, en lo que tenían dudas o les costaba más les ayudé, una vez terminaron guardaron sus cosas y empezaron a jugar, me sentía un poco cansado pero Temo estaba ocupado trabajando así que ni siquiera podía considerar dejarlo solo, para que el ruido no le molestara los lleve al jardín a jugar dónde corrían de un lado a otro persiguiendose, un par de veces se cayeron pero solo se levantaban, limpiaban su pantalón y seguían corriendo.

Un par de horas después entramos a la casa ya que faltaba menos para que fueran por lo niños, pero eso no impidió que siguieran jugando y corrieran uno atrás de otro con carritos en las manos, eso me preocupó un poco porque si se caían no tendrían forma de detenerse pero pareció no importarles porque no se detenían más que para tomar agua. Cerca de las 7 llegaron por uno de los niños, después de eso Xabiani fue por sus libros y crayolas para quedarse en la sala con el otro niño coloreando, fui a la cocina a cortar un poco de fruta y la dejé cerca de ellos para que la comieran mientras dibujaban, justo a las 7:30 llegaron por el otro niño, mientras mi hijo y el niño guardaban las crayolas y lo que usaban invite a la señora a pasar a esperar a su hijo.

Perla: ¿Se portó bien?, Es un poco inquieto
Aristóteles: Descuide, solo estuvieron jugando, nada difícil de controlar
Perla: Me alegra
Aristóteles: También hicieron la tarea
Perla: Muchas gracias, en cuanto salí del trabajo vine para que hiciera la tarea en casa y no se durmiera tarde, pero eso es un alivio
Natalia: (llegando) Hola amor (lo besa)
Aristóteles: Hola alfa, ella es Perla, es la mamá de uno de los amigos de Xabiani
Natalia: Un placer conocerla
Perla: Igualmente
Temo: Hola loba
Natalia: ¿Mucho trabajo alfa?
Temo: Algo así
Natalia: (lo besa) Me voy a cambiar, no tardo
Temo: Voy a calentar la cena
Natalia: Gracias
Perla: Mario, vámonos
Mario: Si mamá, hasta mañana
Xabiani: Adiós
Perla: ¿Puedo hablar a solas con usted un momento?
Aristóteles: Claro

Seguí a la mujer fuera de la casa, metió a su hijo a su auto y luego se acercó a mi, no sabía que quería hablar que no podía nadie más pero igual esperé paciente a que hablara.

Perla: No andaré con rodeos, mi hijo ya me había contado que su hijo tiene tres padres, supuse era porque se habían separado y uno se había casado con alguien más, pero a lo que veo estaba equivocada
Aristóteles: Si, bueno, nos casamos hace poco pero ellos son mis esposos
Perla: No puedo creer que se les permitiera el matrimonio, ¿Sabe el daño que le provoca a su hijo ver eso?, Unos pervertidos como ustedes no deberían criar a un niño
Aristóteles: ¿Perdón?
Perla: Solo te diré una cosa omega, mi esposo es abogado, hablare con el y llegaremos hasta la última instancia para que les quiten al niño, un pequeño de 6 años no debería convivir ni vivir bajo el mismo techo que unos pervertidos como ustedes
Aristóteles: No hacemos nada malo
Perla: Solo existen las parejas, no eso que hacen ustedes
Aristóteles: No veo ningún problema en nuestra relación
Perla: Estás advertido omega, tienes dos opciones, remendar tu vida o perder al niño
Aristóteles: No hay nada que cambiar
Perla: Entonces despídete de tu hijo, porque muy pronto quedará bajo la protección del gobierno, ah, y mientras me encargo de esto, no quiero verlo cerca de mi hijo
Aristóteles: Solo son niños
Perla: Ya lo dijiste, solo son niños y lo que tú haces es una falta de respeto al niño
Aristóteles: Pero yo no...
Perla: (lo interrumpe) Ya estás avisado y mejor empieza a despedirte de tu hijo (sube a su auto y se va)

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, mi corazón se estrujó y un nudo se formó en mi garganta, la simple idea de que alguien se atreviera a quitarme a mi hijo provocó un gran dolor en mi pecho, tome un poco de aire y trate de relajarme, no es momento para preocupar a mis alfas, puedo resolver esto yo solo. Entre a la casa y encontré a Temo acomodando los platos que faltaban en la mesa con la cena, mi alfa que recién tomaba asiento y mi hijo comiendo felizmente una hamburguesa que apuesto le dió Temo, simplemente verlo tan alegre provocó que quiera llorar, el es lo que más quiero y haré cualquier cosa para convencer a esa alfa de no quitarme a mi hijo...

Temo: Ya está lista la cena amor, ven
Aristóteles: No tengo hambre
Natalia: Cariño, tienes que comer, recuerda que es para que nuestros bebés estén bien
Aristóteles: Estoy cansado y me duele la cabeza, coman ustedes
Temo: ¿Te preparo un té?
Aristóteles: No, solo estaré en el cuarto, más tarde comeré algo
Natalia: Tu ganas, pero recuerda que no debes saltarte comidas
Aristóteles: Solo será está vez alfa...

Fui al cuarto, me puse la pijama, tome un par de sudaderas de mis alfas acomodandolas en la cama, acomodé sus almohadas y a una de Temo le puse una sudadera de Natalia, me acosté y abracé la almohada que adapte para que tuviera el aroma de mis alfas, sin poder evitarlo comencé a llorar callando mis sollozos contra la almohada hasta que después de un rato me quedé dormido...

Amor de tres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora