Manía

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—No jodas Takemichi, pareces pandillero con esa ropa— Dijiste irónica a lo que los demás rieron, el de cabellos rubio decepcionado, entro nuevamente al vestidor para cambiar el look.

Estaban en una tienda de ropa en un centro comercial cualquiera, pasándola bien como de costumbre.

—Princesa, pruébate esto— Expresó Mitsuya ofreciéndote una blusa con escote en "V".

Hiciste caso y tomaste la prenda para luego entrar al vestidor y probártela, te quedaba aforrada a la piel y tus pechos se apretaban haciéndose más voluptuosos.

Wow ¿por que nadie me dijo que así conseguiría tetas de Kardashian sin cirugía?

Saliste y llamaste la atención del pelimorado quien se giro a verte y sonrió.

—Te queda muy ¿te gusta?— Comentó satisfecho acercándose a ti y posando sus brazos en tu cintura.

—Si pero creo que a Baji no le agrada del todo la idea, aunque mis pechos se ven bonitos— Comentaste mientras te mirabas al espejo y hacías énfasis en tus pechos, sintiendo la penetrante mirada de enfado de Baji.

Mitsuya río suave ignorando al hermano de su novia, poco le importaba la opinión de ese cerrado.

—Ahora que lo recuerdo... ¿si terminaron de completar la sesión de fotos con tu lencería Mitsuya?— Está vez intervino Mikey con falsa inocencia, claramente solo quería sacar de quicio al de greñas largas.

—¿De que estás hablando?— Comentó Baji confundido.

—Oh si, tu hermana hace un par de semanas nos enseño cómo le quedaba un erótico conjunto de lencería, apenas y podía cubrir sus pezones y trasero... Hakkai se lo dio— Comentó sonriente, mirando a Baji quien no parecía muy contento y luego posaba la mirada en Hakkai para meterlo en problemas.

—¿A que te refieres con "nos enseño"?— La vena de la cólera empezó a brotar mientras hacía una sonrisa tratando de calmar su enfado.

—Ups— Comentó el rubio bajito sabiendo que la cago pero esta vez se vio envuelto en ello.

—Escucha Baji, respetamos mucho a tu hermana, además solo estábamos jugando con Mitsuya... y probablemente gracias a eso son novios ahora pero, ya sabes la vida es así— Esta vez era Draken quien trataba de mediar, mientras tanto los dos enamorados estaban en su mundo hablando de quien sabe qué cosas.

—Bien supongamos que no escuche nada— Dijo suspirando, su hermana es su hermana, no podía cambiar esa descuidada actitud impudorosa con quienes tenía confianza. Agradecía que sus amigos a pesar de no ser de cemento y ni mucho menos de tener la mente pura, eran unos seres humanos increíbles, podrían hacer sus chistes y todo lo que quieras pero jamás tratarían a su hermana como una puta, simplemente eran espectaculares en cuanto a mentalidad.

—Mikey-kun, no quiero ponerme eso— Chillo con fuerza Takemichi.

—¿Pero que dices? Eso te queda mil veces mejor que tu ropa de calle, ¡cómpralo!— Demando y el otro resignado hizo caso.

Todos salieron de la tienda entre risas y parloteos con bolsas en sus manos, de un momento a otro sentiste una fuerte corazonada que te decía que mirarás hacia atrás, giraste rápido, sin embargo, no lograste divisar mucho, alguien de cabellos blancos entrar rápidamente a la tienda en la cual estaban hace un momento y luego varias personas caminando y conversando.

A Mitsuya le pareció raro pues detuviste tu caminar en seco los demás notaron la ausencia de aquellos dos y se pararon a mirar en donde se habían quedado para suerte de ellos pudieron divisar a sus dos amigos un a distancia del otro siendo el de cabellos lila un poco separado de su novia y la chica con la mirada inquieta.

—¡Hey chicos, tenemos hambre pueden venir ya!— Comentó Nahoya.

Escuchaste a lo lejos y dejaste lo que hacías para volver a colgarte del brazo de Mitsuya, quien te sonreía esperando una explicación.

—Creí ver a alguien— Respondiste con simpleza, volviendo con tu novio restándole importancia.

El día transcurrió de buena manera, cada vez te sientes más cómoda entre aquellos chicos, después de todo eran lo más cercano a lo que tenías de amigos, al final termino llegando la noche y todos caminaban por una calle desolada hablando animadamente.

—Vaya, vaya, pensé que no te volvería a ver— una espesa y demente voz se hizo presente justo detrás de nosotros.

Tu cuerpo se estremeció y giro con lentitud mirando de reojo a los personajes tras suyo.

Izana, Haruchiyo para simplificar Sanzu, Mochizuki, Madarame, Kakucho y Yusuhiro. Había investigado un poco sobre ellos más que todo porque te llamo la atención lo rastreados y barrio bajeros que podrían llegar a ser, además de sus continuos roces con la Touman.

—¿Ese bastardo no se cansa?— Era Baji quien hablaba repelente y cansado.

Izana lo miro perdido ignorándolo olímpicamente, poso su mirada nuevamente en ti, los demás chicos ignoraban ese hecho y preferirían adoptar pociones de pelea.

—¿Te comió la lengua los ratones?— Se fue acercando peligrosamente con la mirada puesta en ti, hiciste lo mismo descolocando a tus compañeros que murmuraban cosas incomprensibles para ti en ese momento.

—Si te gane una vez podré ganarte otra no importa si vienen muchos de tus acompañantes o ninguno, es mejor que lo dejemos por La Paz— Respondiste firme.

Una risa sin sentido de ser salió del chico de ojos malva y de inmediato la detuvo.

—Vamos, gane, deberías de aceptarlo, ya no eres un niño, en vez de meterte en mierdas con repercusiones legales, deberías deberías de empezar a gestionarte como ser humano, lograr un objetivo, liberar a estas pobres almas o de un ejemplo a seguir para ellas— Señalaste por encima de sus hombros en dirección de sus compañeros

Tus compañeros ansiosos te miraban queriendo meter la cucharada en aquella charla, con ademanes exactos les indicabas que ni una sola palabra pues podrían arruinar el objetivo de la charla la cual era distraer y que calmara sus ansias de romperles la cara pues por lo que leías eran bastante fuertes.

Izana por un momento pareció meditarlo.

—Solo quería volver a ver a la tramposa que me ganó con trucos baratos— Exclamó con seriedad y enfado en su tono.

—Tramposo es una bonita forma de decir ganador— comentaste con simplicidad y una pequeña sonrisa asomándose a tus labios.

—Que ridiculez— Contesto con desesperación mientras te daba las espaldas y se iba con sus compañeros.

La tensión del ambiente se mantuvo incluso si se había ido, estabas casi segura que te bombardearían de preguntas y que los más perspicaces se darían de cuenta de lo que acontecía, decidiste ignorarlos todo el camino hasta que cada uno fue a tomar por culo.

Les explicarías más tarde, hoy estabas al cien y querías tirarte de un puente, ese encuentro te canso de sobre manera, preferirías explicarles con detalle y tranquilidad.

Mitsuya x t/n [🔞] *EN REDACCIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora