𝟏𝟐/𝐎𝐜𝐭𝐮𝐛𝐫𝐞/𝟐𝟎𝟎𝟓

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— ¿Puedes quedarte quieto un momento? Tengo que tomar la foto de que estás ensamblando

Kazutora obedeció e incluso sonrió para la fotografía, después de que la cámara soltó el flash el muchacho regresó su atención al delgado tubo de plástico que manipulaba para utilizar a modo de manguera.

— ¿Ya tienes las otras dos piezas cortadas?

— Ya

— Dámelas para ensamblarlas, y pásame el pegamento — Dai obedeció y le alcanzó a Kazutora las cosas que necesitaba

— ¿Te falta mucho para terminar?

— No, pásame las láminas — la rubia extendió el material y el muchacho lo tomó, haciéndoles un dobles y regresándoselas a Dai — acomoda estas en las marcas que le hice a esa pieza, ¿sí?

— Está bien — la muchacha obedeció y cuando terminó le mostró el ensamble — ¿está bien así?

Desde la primer corrección que él le había hecho se aseguraba de no equivocarse más y pedía su opinión siempre que terminaba una tarea, no le costaba admitir que él era más listo que ella en esta instancia al menos, el muchacho era bastante habilidoso para todo lo que implicaba crear y ensamblar, el mayor problema era su dificultad en cometer y admitir sus errores. Kazutora volteó a ver la pieza y le dio el visto bueno sonriendo y levantando el pulgar.

Era el tercer día consecutivo que Kazutora visitaba la casa de Dai, al salir de clases ella se despedía de Ima y caminaban unos pocos metros al sitio en el que Kazutora estacionaba la Rocket. Después de conocerse un poco más el día anterior, el ambiente parecía sentirse un poco más ligero, conversaban entre sí e incluso se soltaban algunas bromas que aminoraban la tensión al trabajar.

Lo que Kazutora le había dicho el día anterior la había dejado tocada, fue como si hubiera reconocido con un par de palabras como se sentía y lo que era necesario decir para aminorarle un poco la carga sobre su espalda. No era para nada similar a todo lo que había imaginado, pero sin duda eso la hacía sentir más tranquila, al menos ahora no era como si estuviese obligada a trabajar con completo extraño en casa. Kazutora también parecía sentirse más cómodo, Dai se comportaba cada vez más hospitalaria con él, ofreciéndole comida y demás desde el momento en el que cruzaban el umbral de la casa, era bastante atenta y agradable, decía cosas sin mucho sentido y no dejaba de causarle gracia su rostro al hacer muecas si estaba demasiado concentrada. Mientras más le agradaba, más dejaba atrás su primera impresión sobre ella, a ese punto seguir comparándola con Mikey le parecía un insulto. No se parecían en nada que no fuera el color del cabello.

Se sentía bastante cómodo cerca de ella, la esencia de Dai le daba comodidad y lo hacía olvidarse de lo que pasaba fuera de las cuatro paredes del salón, como si fuese un adolescente normal y no la persona que él sabia que era. Y era reciproco, el pensamiento menos acelerado y paciente de Kazutora la hacía sentir bien, cómoda y hasta segura.

— Dai, ¿puedes pasarme la parte de arriba de la bombilla?

— Sí, claro.

Al momento de moverse para alcanzar la pieza, la chica empujó un vaso de agua que estaba al lado de Kazutora, provocando que este se derramara y mojara parte del pantalón de su uniforme y también una buena parte de su vestimenta. Él se movió, intentando retirar de las partes donde cayó agua todo lo relacionado al trabajo, cosa que consiguió hacer.

— Ah, menos mal

— ¡Perdón, perdón, perdón!

Dai se movía de manera frenética, levantando el vaso y poniéndose de pie para correr a la cocina y buscar un trapo que secara el agua. El poco avance que sintió un día atrás parecía escurrirse lentamente en el agua que caía del vaso al suelo.

𝑨𝒇𝒕𝒆𝒓𝒈𝒍𝒐𝒘 • 𝑲𝒂𝒛𝒖𝒕𝒐𝒓𝒂 𝑯𝒂𝒏𝒆𝒎𝒊𝒚𝒂 {𝐋𝐢𝐠𝐡𝐭𝐬 #𝟏}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora