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Narra Hipo

Poco a poco la sala fue quedando vacía, seguía demasiado confundido, no sabía si creerle a Brutacio o no, sabía que no me estaba diciendo toda la verdad,  y también sabía que solo hablaría cuando estuviéramos los dos solos, sin pensarlo más le hable y le hice una seña para que me siguiera a la oficina.
No voltee de nuevo a verlo, pero sabía perfectamente que estaba detrás de mi, recorriendo los largos pasillos en completo silencio.

En cuanto llegamos a la oficina el entro y yo cerré la puerta, las oscuras paredes color café no hacían más que acompañar el silencio en el que ambos estábamos, el solo se quedó observando el lugar, las cosas habían cambiado demasiado desde que el se fue.

Nuestras miradas se cruzaron y sabíamos que estábamos retrasando lo inevitable, quizás fue demasiado egoísta de mi parte traer a Brutacio a hablar conmigo, probablemente su hermana quería hablar con él, fueron demasiados meses separados, y lo comprendía, pero aún así yo  necesitaba respuestas

H: ¿y bien Brutacio?- pregunté rompiendo el silencio-

Btcio: no te voy a obligar a que me creas Hipo, ni mucho menos a que me recibas nuevamente con ustedes, solo te pido que por favor me creas sobre lo de Cassandra

H: habla Brutacio, y quiero solo la verdad

Btcio: sabes Hipo, preferiría que hablaras tu primero- comento sarcásticamente- ¿por que piensas que los traicione?

H: no estoy para juegos Brutacio, dime la pista verdad o en este mismo instante jalo el maldito gatillo-el solo soltó una risa que debo admitir Colmo mi paciencia-

Btcio: bien Hipo, bien, solo estaba jugando contigo- yo inmediatamente rodé los ojos, debo admitir que extrañaba sus bromas, aún así no podía confiar en el del todo-

Sabía perfectamente que era un tema que el no quería tocar, lo conocía demasiado bien, seguía observando detenidamente cada detalle del lugar, aunque por dentro estaba pensando en cómo explicar las cosas, tomo la aquella silla de madera y se sentó en ella.

Btcio: esto es demasiado complicado Hipo

H: quiero escucharlo- dije sin más, mientras lo escuche soltar un suspiro, caminé detrás de él y me senté en la silla restante justo delante de el-

Btcio: primero que nada Hipo, no pretendo que me creas, se que deben tener la peor imagen de mi

H: solo habla

Btcio: bien- volvió a soltar un suspiro, sabía que era algo difícil para el- era un día como cualquier otro, me levante normal y solo quise salir a comprar algo para desayunar, iba caminando cerca de una pequeña plaza... no había demasiada gente, y pues la verdad era demasiado comprensible, eran al rededor de las ocho o nueve de la mañana, había comprado algunas cosas extra y venia de regreso-el solo trato grueso, no me estaba contando nada todavía, pero aún así se que es complicado- olvide unas cosas así que deje lo que había comprado con el señor Fu, y regrese por lo que me faltaba, fue ahí cuando los encontré, estaban dos personas que, en ese entonces no conocía, Drago Manodura y Grimel- ¿Drago Manodura? - su mirada se poso al instante en mi..

H: ¿e-ellos te amenazaron para que fueras con ellos?- interrumpi su relato-

Btcio: ¡No! Por supuesto que no- escuchar eso realmente me desilusionó, tenía la esperanza de que nos traicionara por que lo amenazaron- su mirada se poso en mi y como era de esperarse me reconocieron al instante, y aunque no lo hubieran hecho me hubieran apuntado con el arma, acababa de ver como se llevaban a una chica de no más de trece años, yo estaba en shock en ese momento Hipo, Drago era un hombre demasiado alto, cabello largo y complexión robusta, parecía aterrador, Grimel por otro lado solo me observo sin decir nada ni hacer nada, Drago saco un arma y me apunto a la cabeza directamente, estaba paralizado por lo que acaba de ver, rápidamente alce mis manos en señal de que iba en paz, lo cual no ayudó de mucho, les dije que había estado buscándolos desde hace varios días, pero que no los había podido encontrar, ellos sabían perfectamente quien era yo, les dije que quería estar con ellos, que los ayudaría a secuestrar a las demás personas, ellos me miraron dudoso y Drago bajo lentamente el arma me dejaron acercarme a ellos y me ordenaron subir a su coche, sabía que me estaba metiendo a la boca del lobo y que probablemente eso haría que todos ustedes me odiaran, después de que ellos manejarán y llegáramos a nuestro destino los tres nos bajamos y Grimel le ordenó a alguien que sacara a la chica de la cajuela... ellos me interrogaron por demasiado tiempo, y después de varias horas de tediosas preguntas me dejaron en paz y accedieron a que trabajará con ellos, me dijeron que yo me encargaría de trasladar a las mujeres a lugares a donde las venderían y prostituirian, después me avisaron que  tenía que estar en un restaurante para llevar a dos chicas, tenía que verme con Agustín y con Flin en un restaurante y que ellos me darían a las dos chicas, que tenía que hacerlo con cautela, ese día supe que todo se había ido a la mierda cuando vi que Marinette y Patán estaban ahí y me reconocieron, en cuanto termino la platica con ellos me fui con las demás personas que me ayudarían, sabía que Mari y Patán iban a ir tras de mi si me iba solo, no sabes el asco que me di ese día Hipo- su voz era demasiado desgarradora, pero sería a la vez, mientras yo solo escuchaba con atencion- ese día vi como la vida de varias mujeres se iba a la mierda y eran tratadas como simples objetos, no sabes la impotencia que sentí al no poder hacer nada para ayudarlas cuando me lo suplicaban, me costo adaptarme unos meses, después me di cuenta de que no era tan malo como yo pensaba, llamaba a la policía y les decía sobre algunos lugares en donde tenían a las chicas, claro tenía que ser muy astuto para que ellos no se dieran cuenta, logre desmantelar más de diez lugares en donde las vendían y las prostituian, poco a poco empecé a convivir más con todos y a conocer a más personas, la mayoría de ellos estaba ahí por necesidad, eran personas realmente agradables,un día llegó Flin demasiado enojado, los rumores de que tu te estabas viendo con Astrid llegaron a sus oídos, y el se había enterado de que  Heather era tu prima, no se como se entero lo único que si se es que el se quería vengar de ti, y planeaba utilizar a Heather y después matarlos a ambos- ese infeliz planeaba hacerle algo a una mujer, que poco hombre-yo estaba presente cuando dijo todo su plan, a pesar de que ya ni estuviera con ustedes y que ustedes me odiaran, no podía permitir que le hicieran algo a Heather, tuve que actuar rápido y arriesgarme a que me descubrieran, estuve observando a Heather por vario días,y en ningún momento estaba sola, hasta que un día después de salir de casa de Astrid pude secuestrarla por así decirlo, me estaba arriesgando demasiado, la llevé a una casa abandonada a las afueras del lugar, ella al principio pensaba que le quería hacer daño o que la iba a matar, pero no era así, solo la estaba protegiendo, le explique todo lo que estaba pasando, pero como era de esperarse no me creyó, pasaron semanas sin que comiera y tratándose de escapar, gritando por ayuda, hasta que por fin se rindió y poco a poco empezó a comprender que estaba ahí encerrada por que Flin le quería hacer daño y que si la dejaba salir en ese momento probablemente la encontrarían muerta al día siguiente, pensamos en avisarles, pero eso haría que las cosas se complicaran más y probablemente tampoco me creerían- y tenía razón, no le hubiera creído absolutamente nada- Flin después se rindió y busco otra forma de hacerte pagar, aunque con el tiempo se le fue olvidando, ahora pensaba que ella estaba muerta, pasó el tiempo y nos dio la noticia de que iba a ser padre, durante ese tiempo todo estuvo demasiado tranquilo, Heather no podía regresar porque todos la habían dado por muerta y si regresaba probablemente me descubririan, ella acepto quedarse encerrada ahí, pasaron los años y un día Flin llego con una pequeña niña, era demasiado tierna y adorable, era la hija de Astrid, en ese instante pensé que la había llevado para alejarla de Ast, y que no le haría nada.

H: y tienes razón Brutacio no le hará nada, es su hija- dije con seguridad, después de todo no creo que sea un monstruo como para hacerle daño a su propia hija-

Btcio: no Hipo, te equivocas, el solo la quiere con vida para atraerlos a ti y a Astrid

H: ¿que?

Btcio: después de que ustedes vayan y los haya matado piensa prostituir a la niña

H:pero es su hija

Btcio: el asegura que no, que la niña no es nada suyo, y que es tu hija- en ese momento una mueca de sorpresa apareció en mi rostro, no esperaba esa respuesta de su parte

《 ¡Que! ¿Mi hija? Pero eso no puede ser posible》

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