•32•

83 7 0
                                    

Narra Jack

Estaba en la estación de policía, hablaba con Brutilda un rato en lo que no tenía nada que hacer, Hipo y Adrien llevaban un buen rato encerrados en su oficina, aunque estaba más que claro que esos dos planeaban algo, que por cierto nadie aparte de ellos sabía, y para mí punto de vista no me daba buena espina, de seguro era algo que los pondría en riesgo, conocía muy bien a Hipo y a Adrien, y aunque se que tienen en cuenta el riesgo a ellos no les importaría mucho

Btlda: ¿para cuándo la boda Jack?

J:-.rei mientras volteaba mi cabeza y formaba una sonrisa-

Btlda: ¿eso qué fue?

J: ya sabes lo que piensa Elsa

Btlda: estoy segura de que hay otra razón a parte de eso

J: yo también pienso lo mismo

Btlda: solo ella sabrá

J: espero que no sea nada malo

Btlda: tranquila Jack estoy segura de que todavía te quiere

J: ¿ y si se arrepintió de todo?

Btlda: no lo creo Jack, si no te amara no estaría haciendo nada de esto por ti

J: no lo sé Tilda ¿por qué otra razón no se querría casar conmigo?

Btlda: ya te lo dijo Frost, solo quiere esperar a que las cosas se pongan mejor

J: lo sé Tilda, pero créeme que hay días en los que las inseguridades llegan a mi

Btlda: no te preocupes, ella te ama, la conozco muy bien Jack

Esa era la rubia, siempre trataba de apoyar a los demás y tratar de resolver los problemas de los demás para olvidarse de los de ella, no pude evitar sonreír nostalgicamente al recordar todo lo que habíamos pasado, y recordar en particular a su hermano, no podía estar imaginándome como la estaba pasando ella, toda una vida con el y de repente tiene que cambiar toda su rutina y aprender a vivir sin Tacio.

Btlda: ¿qué crees que estarán haciendo Adrien e Hipo?

J: conociendolos nada bueno

Btlda: también pienso lo mismo

J: sea lo que sea que están planeando estoy seguro de que los pone en riesgo y por eso no nos han querido decir nada

Narra Hipo

Tenia tiempo que no pasaba por la casa de Astrid, y aunque extrañaba esas visitas que hacía donde la podía ver y platicar un rato con ella, no había tenido tiempo de ir, pues Adrien y yo llevábamos tiempo investigando algo que si resultaba demostraría la culpa que tenían esos pendejos.

Era de tarde, al rededor de las cinco o seis de la tarde, tenía tiempo de sobra, y no tenía nada que llegar a hacer, así que desvié mi ruta y comencé a caminar hacia la casa de Astrid.

Tenia tiempo que no la veía, como anteriormente había comentado, y apesar de que el ambiente se seguía sintiendo un poco hostil, no era para nada incómodo, al contrario, ambos disfrutábamos la compañía del otro, y de la pequeña ni hablar, adoraba a esa niña.

Ella era tan dulce y tierna, joder, era la niña perfecta, y agradezco que no haya sacado el carácter de Astrid, la pequeña Cass era un angelito, ni siquiera Hugo y Emily se portaban tan bien como Cass, y eso que ellos dos eran buenos niños, aunque los consentimos demasiado algunas veces, cosa en la que todos estábamos de acuerdo, pero nadie hacía caso.

Veía la casa a lo lejos, lo cual me indicaba que ya casi llegaba, y aunque no me gustaba reconocerlo tenía que tener cuidado con Flin, si el me veía se iba todo a la mierda y créanme que a mi no me importaría mucho que el me viera, pero hecharia a perder todo el trabajo y esfuerzo que habían hecho los demás, comencé a escalar para saltar la barda que tenía la casa, claro esquivando las cámaras de seguridad, y en cuanto estuve adentro traté de entrar por la ventana de siempre, pero me sorprendí demasiado al ver que estaba cerrada, intenté entrar por alguna otra ventana, pero era lo mismo todo estaba cerrado

《Mierda Ast, ¿ahora que te hice?》

Al ver que no tenía otra opción, tuve que entrar por la recamara principal, cosa que no me agradaba mucho, pero no tenia otra opción, al estar casi en la ventana logre asomarme para ver si había alguien, y al parecer estaba completamente sola, y sin pensarlo más empecé a tomar más impulso para poder entrar.

Al llegar hasta la ventana me senté y rápidamente salté hasta la cama, estaba dispuesto a salir de ahí por la puerta del baño, que era la más cercana, y la cual también conectaba a la sala principal, pero al no saber si estaba Flin o no, sería muy arriesgado ir por ahí, así que me decidí ir por la puerta principal. Mis pasos eran lentos, y cautelosos, pero al mismo tiempo seguros, a lo lejos pude ver a Astrid tirada en el piso justo al lado de la puerta, sin pensarlo mucho corrí hacia ella para ver que le pasaba.

Al acercarse logró ver que tenía varios golpes, tanto en la cara como en sus brazos, la tomó cuidadosamente entre sus brazos levantando la levemente y empezó a hablarle suave para que ella reaccionara, al hacerlo apreciaba cada vez más las heridas de si rostro, tenía la mejilla inflamada, el labio partido y un pequeño rastro de sangre recorría desde su boca tratando de salir.

《En cuanto vea al poco hombre de Flin lo voy a matar, bo me importa que todo de vaya al carajo 》

Al ver que sus intentos por que Astrid reaccionara no funcionaban empezó a buscar desesperadamente su celular para poder marcarle a Adrien quien seguramente le ayudaría.

H: resiste My Lady-decia mientras marcaba el número de Adrien- mierda no me contesra- volvió a intentarlo, pero ahora le llamo a Jack para ver si corría con mejor suerte que con Adrien, la situación lo empezaba a desesperar y más por qué no sabía cuanto tiempo faltaba para que Astrid falleciera, ese pensamiento lo abrumó, pero no tardó mucho en esfumarse pues poco a poco se empezó a mover- Astrid, tranquila todo estará bien- le aseguro mientras dejaba caer el celular-

A: Cass-Cassandra no se... no se si está bi-bien   -dijo en un leve susurro a Hipo antes de volver a quedar inconsciente-

Sin pensarlo dos veces cargue a Astrid y la lleve a su cama para acomodarla, después abrí la puerta y corrí hacia la habitación de Cass, con un pensamiento fugaz que me decía que tal vez Flin no había hecho eso, pues estaba seguro que no le haría daño a su hija

《Tal vez alguien se metió a la casa a robar 》

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

PRESO DE TU CORAZÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora