Capítulo 8: Logan

577 116 20
                                    

—¿Normas? —Mi voz suena confundida, de repente toda la bruma que sentí en mi cabeza desde que Marcos entró a la habitación desaparece al comprender el significado de sus palabras—. ¿Qué tipo de normas?

El miedo se hace latente en mi voz, no creo que este hombre vaya a dañarme; sin embargo, no puedo evitar la cautela. No cuando toda mi vida he tenido que protegerme yo solo de los extraños y la única vez que confié en alguien terminaron transformándome en un híbrido con genes Omegas, ¡toda una putada!

Retrocedo un paso soltándome del agarre de Marcos sobre mi mentón.

—Ya hice un trato contigo en el hospital.

—No— responde Marcos con decisión y retrocede varios pasos hasta llegar a una vieja butaca en la habitación y sentarse en ella—. Hiciste un trato con los líderes de clanes en el que yo fui tu premio, yo aún tengo condiciones.

Desabrocha un nuevo botón de su camisa y con un poco de indecisión me acerco a su cuello.

—¿Y qué es lo que quieres?

—Respuestas y quizás algunas normas.
Trago en seco, la verdad es que su pedido no me toma por sorpresa, eso es lo que todos quieren, al fin y al cabo: respuestas sobre los híbridos, sobre dónde están, sus costumbres…todo. Lástima que yo no pueda ayudarles en todo. Aunque puedo informar de algunas cosas no sé mucho sobre sus bases y negocios, Erick me tenía apartado como una carnada para la pantera. Además, no estoy dispuesto a poner la vida de Reyes en peligro, híbrido o no continúa siendo mi hermano y, aunque hemos tenido nuestros altibajos en la vida y sé que no soy su persona preferida, siempre nos hemos tenido el uno al otro.

—Ya dije que voy a contar todo lo que pueda sobre los híbridos, no voy a retractarme.

—Nunca dije que fuese sobre los híbridos Logan. —Mi mirada cae sobre sus ojos y mi respiración se acelera al ver la imparcialidad de estos, tal parece que en sus pupilas no queda rastro de humanidad, una frialdad como el hielo recorre su mirada y, a pesar de ello, puedo jurar que su pulso se acelera y que sus ojos revelan algún tipo de inquietud—. Quiero saber de ti.

Alguna especie de alarma crece en mi interior.

—¿Por qué? —Doy un paso atrás sin darme cuenta.

—Eres un Omega Logan, es necesario que sepa algunas cosas para nuestro trato.

Vuelva a ponerse en pie y se dirige a mí. Es como si mi cuerpo dejase de responderme y no logro moverme del lugar, solo me mantengo paralizado mientras que Marcos vuelve a acercarse a cada segundo. Vuelve a tomar mi mentón para alzarlo, pero esta vez no para mirarme el rostro, sino el cuello.

—No pareces marcado. —Solo con decir esto ya puedo imaginar a que camino se dirige la conversación y me muevo inquieto bajo su tacto—. ¿Has tenido tu primer celo?

—Yo…

¿Cómo mierda respondo a eso? Por mucho que quiera pasarme horas oliendo a Marcos lo que él desea saber es demasiado íntimo.

—No es tu problema —respondo al final.

—Entonces hasta aquí llega nuestro acuerdo.

Marcos retira su mano de mi rostro y comienza a alejarse hacia la puerta. EL instinto vuelve a cegarme y termino agarrando su camisa por la zona pegada a la cintura, no puedo dejar de mirar al suelo. Me siento avergonzado.

—No te vayas, te contaré lo que quieras.

La verdad es que no quiero quedarme solo ahora en la habitación. Es difícil de explicar con palabras, pero estoy agotado, agotado de correr de un lugar a otro, agotado de no poder descansar porque al cerrar los ojos las imágenes y el dolor vuelve a mi mente e imagino que vendrán a por mí en cualquier segundo. No quiero vivir con ese miedo y esa sensación de veneno corriendo por mis venas. El vampiro frente a mí me odia, pero incluso su odio es mejor que tanto veneno. Por lo menos a su lado no temo amanecer muerto, ni siquiera pienso que me haga daño.

Pasiones Eternas [#3 Pasiones-BL] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora