Pasiones Eternas [#3 Pasiones-BL]

Capítulo 16: Logan

Han pasado cuatro días desde que la aparición de Reyes y mi decisión de poner punto final a mi historia con Marcos. Han sido cuatro días de pesadilla en los que mi subconsciente me castiga cada vez que le evito; no besos, no caricias, nada…Duele, pero en el fondo sé que es lo mejor. Marcos siente una protección muy grande hacia mí, sin embargo, eso no significa que esté dispuesto a pertenecerme, es por ello que tampoco me lleno de valor para comentarle del bebé que día a día crece en mi interior. Ese pequeño ha sido mi única compañía verdadera en los últimos días y, para mi mal, puede sentir cada uno de mis pensamientos y la tristeza de mi corazón.

«¡Joder!» Incluso he intentado animarme para que el bebé no se sienta mal, pero cada vez que Marcos se para frente a mí con sus intentos de conversar y dar soluciones poco realistas duele…Duele y jode saber que a pesar de todo él está intentando buscar una escapatoria para los dos, que se niega a poner el punto y final y en su lugar está implementando comas…Jode y duele porque me da esperanzas, pero cuando todo esto termine no seremos nada.

¿Qué hará Marcos cuando deje de ser m guardián y ya no necesite cuidarme por obligación?, ¿aceptaría la responsabilidad de tener una familia cuando ni siquiera soporta una relación?, ¿podría elegirme sobre sus prejuicios?...

Creo que no. Marcos no está preparado para ello y desgraciadamente no puedo esperar toda una vida, dentro de poco mi barriga crecerá más y no podré ocultarla bajo la simple ropa. ¡Dios!, ni siquiera sé cuándo será eso, siento que mi bebé está creciendo al ritmo más rápido que los bebés humanos, pero aun así se demora su tiempo. ¿Cuánto se supone que dure el embarazo de un híbrido con genes Omega?

Estoy en mi habitación intentando concentrarme en un libro para relajarme cuando los estrepitosos gritos de una discusión proveniente de la planta baja atraviesan la puerta y llegan a mis oídos; el primer día que los escuche fue el mismo que llegó Reyes y les conté a todos que era mi hermano; en ese instante me sobresalté un poco, pero ahora solo suspiro en resignación. La voz que grita furiosa es la de Marcos y la conversación que está teniendo la puedo recitar casi de memoria en mi cabeza por escucharla tanto.

—¡No se irá!

La ruge Marcos a Tobías. Estos últimos cuatro días el líder vampiro viene siempre con el alfa del pueblo, Ryan; siempre hablan de la posibilidad de que Reyes esté vigilándome por los alrededores o mande a capturarme, sin embargo, la discusión realmente inicia cuando Tobías sugiera la posibilidad de que Reyes tenga razón y me marcho yo por mis propios medios junto con mi hermano.

—Sabes que si quiere irse no puedo detenerlo—dice Marcos desde el despacho de la planta baja—. Solo le doy protección, no lo mantengo encarcelado.

—¡Él no se va a marchar! —Vuelve a rugir Marcos, tengo que admitir que nunca le he visto gritarle de esa manera a Tobías y menos en presencia de otros sobrenaturales.

—¿Y si se marcha? —Es Ryan quien pregunta esta vez.

—¿Por qué querría hacerlo? —La voz de Marcos suena fría y distante, como una bala directo al corazón. Hay más que cólera en él hay…impotencia ante la situación.

No necesito estar en la planta baja para sentir la tensión que hay en el ambiente.

—Él te quiere Marcos. —Mi respiración se corta cuando escucho la afirmación de Tobías—. Te ha elegido a ti y, aunque lo aprecias, te niegas a devolverle el afecto; no digo que no puedas hacerle feliz, he visto como le proteges y como te muestras con él, pero ambos sabemos que no es suficiente; es como darle migajas de pan a quien muere de hambre. Dime algo Marcos, ¿Le quieres?, ¿le marcarías para que no se fuera?

Silencio…es la única respuesta que viene de la planta baja y es lo peor que puedo escuchar porque su significado es claro. Marcos me aprecia, pero no me quiere ni me marcaría y eso no es suficiente para nuestra situación actual. Lo único que rompe el incómodo silencio son unos pasos subiendo las escaleras y dirigiéndose a mi habitación, el olor a lobo se hace más intenso a cada instante, mis labios se curvan en una ligera sonrisa al reconocerle, su presencia siempre es bien recibida.