Capítulo 17: Logan

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El plazo que Reyes me dio para tomar una decisión llegaba a su final el día de hoy; era la hora de la verdad, el verdadero momento de elegir y, sin embargo, aun continúo aquí, sentado en un pequeño sofá del despacho contemplando el fuego ardiente que chispea entre los leños en la pequeña chimenea. Lo peor de todo es que aun quiero quedarme, pero no siempre el querer es la mejor opción y ahora tengo alguien más por quien preocuparme.

Es raro, a veces es como si la pequeñita voz en mi interior se escuchara como una hermosa y preciosa melodía; podría jurar que es como una pequeña hadita hablando en mi oído; escucharla se ha convertido en mi pasatiempo preferido y, a veces, me gustaría compartir esta dicha con Marcos. Sin embargo, cada vez que el vampiro intenta tocarme en zonas en las que pudiese sentir al bebé me aparto, sé que Michael tiene razón y que Marcos merece saber, pero tengo tanto miedo a su reacción que me niego a decirle.
Aun así, creo que el vampiro sospecha algo, aunque de seguro el embarazo no pasa por su mente sí ve cambios en mí y en mi dieta, Marcos está preocupado porque sea algún problema de salud o algo de la condición híbrida que él no comprende; también se muestra culpable de que sea por su causa y con todo el problema de Reyes además y, por ahora, prefiero que piense así.

Siento una manta cubrir mis hombros y aparto la mirada del fuego para notar a Marcos a mi lado cubriéndome con la fina colcha; ya las temperaturas comienzan a descender en el exterior; el invierno no tarda en llegar. El vampiro se sienta junto a mi e inconscientemente me acurruco contra su cuerpo; sin embargo, cuando me doy cuenta de mi acción e intento retirarme Marcos sostiene con suavidad mis cabellos impidiendo que me aparte de su lado.

—Quédate así un rato, por favor. —El susurro de su voz contra mis cabellos es embelesador y no encuentro fuerzas para apartarme, tan solo alejo un poco la parte inferior de mi cuerpo para evitar el contacto de Marcos con el bebé; un escalofrío invade mi cuerpo cuando siento que el vampiro aspira por mi cuello—. Hueles diferente Logan ¿por qué?

No hay acusación en su voz, solo verdadera curiosidad.

Alzo mi mirada hacia el intentando que el nervio que siento no me delate.

—No lo sé, quizás sea el celo, quizás esté cerca.

—Puede ser, no has tenido tu celo en este último tiempo.

Y no es de extrañar; los Omega no suelen tener celo en el tiempo del embarazo, pero como le dije a Marcos que mi celo no tiene fecha exacta ese detalle no debe crear sospecha.

—Se siente bien, te asienta este olor.

Mis mejillas arden debido a sus palabras y me cuesta un poco mirarle a los ojos debido a la vergüenza.

Marcos baja su mano de mis cabellos a mi rostro y poco a poco va acariciando la mejilla con el pulgar. Sus dedos van dejando una ardiente sensación en mi piel, sobre todo cuando baja hacia los labios. No puedo evitar soltar un suspiro ante la abrumadora sensación y comienzo a deslizar una de mis manos también hacia el rostro de Marcos. La piel de Marcos se siente fría al contacto con mis dedos; no obstante, no es un frío molesto o incomodo, sino más bien refrescante. Podría pasar horas sintiéndole y no cansarme de ello.

La tensión es palpable entre ambos, como si hubiese un mundo de cosas por decir y en lugar de ello ninguno se atreve a dar el primer paso. Finalmente, Marcos desciende su rostro hasta el mío, pero no besa mis labios de inmediato, en su lugar, primero acaricia mis mejillas y nariz con su boca, dejando un camino de suaves besos por todo el recorrido. Entre beso y beso su mirada choca con la mía y entiendo lo que hace, le dije que era el fin de nuestra relación y, ahora, está pidiendo permiso. Me abrazo a su cuello y le acerco más a mí, uniendo por fin nuestros labios.

Pasiones Eternas [#3 Pasiones-BL] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora