Capítulo 10: Logan

628 118 23
                                    

Todo en mi interior quema, mi respiración se sienta agitada y mi cuerpo tiembla como si fuese una pequeña hoja de árbol en medio de una ventisca en otoño. He estado así desde que desperté en la mañana, incluso el suelo bajo mis pies se sentía inestable y el olor de Marcos abrumaba al resto sin importar el lugar donde estuviésemos.

Cuando llegamos al hospital no se puede decir que fuese a mejor, mi temperatura no dejaba de subir y mi boca se resecaba a momentos; había demasiados alfas en ese lugar y, quizás, ese punto fue parte del verdadero detonante. No fui capaz de darme cuenta de lo que me sucedía hasta que Marcos regresó a mi lado y se dio cuenta de ello; solo tuve mi celo una vez y estuve en solitario esa época, por lo que no reconocí los síntomas rodeado de tantas personas; solo tengo algo claro: Quiero que Marcos me muerda.

Si un alfa me muerde y me reclama el celo cesaría de manera tan drástica; si tengo sexo solo se calma, pero volverá dentro de poco. La última vez dolió demasiado, fue como si mi cuerpo se retorciera en mi interior y una daga invadiese mis entrañas. No quiero volver a tener ese dolor en mi vida, llegué al punto de quedarme inconsciente y alucinando la primera vez. Es por eso que no lo pensé demasiado en el momento en que le dije a Marcos que si él no me ayudaba buscaría a alguien que lo hiciera; no fue una amenaza, no fue un reto…solo un impulso a que no doliese.
Jamás imaginé que terminaríamos como estamos: Yo contra la puerta de salida y él sosteniendo mis manos sobre mi cabeza a la par que devora mis labios. Puedo sentir sus colmillos rozando los míos a la par que nuestras lenguas se entrecruzan; la respiración de Marcos se acelera y un bajo gruñido casi bestial escapa de sus labios, cuando levanto la mirada hacia sus verdes ojos esmeraldas puedo sentirlo, no ha hecho esto a conciencia, sino que al igual que yo ha actuado por impulso, pero no me importa; lo deseo. He visto varios alfas hoy y logré confirmar lo que me di cuenta desde el hotel: lo quiero a él.

Suelto un bajo quejido cuando noto que Marcos se aleja de mis labios, su pecho baja y sube a toda velocidad agitado. Su mirada rebela una mezcla entre molestia y frustración.

—¿Por qué haces esto?

EL agarre de sus manos aumenta, siento que luego quedará la marca en mis muñecas.

—No te obligo a nada. —Mi voz sale entrecortada, pero a su vez decidida—. Puedes soltarme y me iré, aunque sé que no lo harás.

—Estás demasiado seguro de eso mocoso, ¿no es un poco creído incluso para ti?

Alzo un poco mi rodilla con suavidad hasta rozas la entrepierna de Marcos, su miembro está erecto y yo suelto una pequeña risa.

—No soy creído, solo consciente y sé que te gusto.

—No me gustas. —Se queja—. Solo…

—Solo me deseas. —Termino la frase por él y ante el nuevo gruñido que escapa de sus labios sonrío viendo por fin algo de esperanza—. Cambiemos nuestro trato Marcos.

El agarra de sus manos se afloja, pero no suelta las mías en ningún momento.

—¿Qué quieres decir? —A pesar de la seriedad en sus palabras él ya sabe a lo que me refiero.

—No me vas a morder, no me vas a reclamar, no hay necesidad de ello, ambos somos realistas y sé que no soy lo que deseas. —Decir esas palabras molestan un poco y deja un pequeño picor en mi boca—. Pero tampoco puedes negar que te sientes atraído por mí o porque soy un Omega, solo…dejemos de torturarnos, tú me ayudas a apaciguar el dolor y yo no te exigiré nada más.

Un nuevo gruñido de frustración por parte de Marcos, baja la cabeza, pero antes logro ver la confusión e indecisión en su mirada, se lo está planteando, quizás solo tengo que insistir un poco más.

Pasiones Eternas [#3 Pasiones-BL] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora