Chloe no siempre lo tuvo fácil, se burlaron de ella por tener muchas marcas de almas gemelas. De hecho, tenía 11 marcas de alma gemela, pero no sabía quiénes eran, ella solo tenía dieciséis años pasando a los diecisiete. Ahora que se muda de su ciud...
Yo los miré. Fui a decir algo. No quería que gastaran su dinero en mí.
"Oye, no digas nada, sé lo que vas a decir, pero te vas a aguantar", dijo mamá. Hice un puchero y la miré.
Tony fue el primero, supongo. Abrí una caja negra. Tragué saliva.
Eran unos hermosos aretes de diamantes.
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Lo miré de nuevo. "Tony, no puedo aceptar esto, tienes que devolverlos", le dije. Simplemente me sonrió.
"Ah, ah, tu mamá dijo que te aguantes, así que vas a llevarlos y vas a lucirlos", dijo.
Envolví mis brazos alrededor de su cuello. Le di un beso en los labios.
"Gracias Tony", dije. Me abrazó más fuerte.
"De nada, niña, sé que no quieres tomar mi dinero, pero tengo mucho que puedo manejar, y tengo mi único amor frente a mí, así que ¿a quién más voy a malcriar?" , él dijo.
"¿Peter?", Pregunté. Él rió.
"Nena, ya lo hago, es como tú, pero tampoco puede decir nada", dijo.
Me reí cuando vi a Peter haciendo pucheros.
La siguiente fue Natasha. Ella se inclinó frente a mí. Sacó algo.
"Este fue mi primer cuchillo, y quiero saber que puedes protegerte, así que te doy esto para que estés a salvo", dijo mientras me mostraba lo que tenía en sus manos.
Lo sacó de la bolsa. Y vi un hermoso cuchillo. Se veía nítido, pero también hermoso. Tal como ella.
Ella me lo entregó. Pasé mi dedo por la hoja. Con cuidado de no cortarme.
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Yo la miré. "Me encanta Nat, gracias", le dije dándole un abrazo. Ella me devolvió el abrazo.
"Solo quiero saber que estarás a salvo, cuando no estemos, por supuesto", dijo.
Sonreí y besé su mejilla. "Gracias", dije. Besó mi frente.
