El Te Amo, Inesperado

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Al ver a esa chica irse, no lo dude más y fui directo a hacia Honoka, quien estaba por darse la vuelta, cuando aparecí frente a ella, haciéndola dar un grito de sorpresa.

—¡¡Aaaaaah!! ¡Yukiho!

—¡¿que fue eso?!

—¿eso? ¿De qué?

—¡la chica esa! ¡¿Que Fue todo eso?!

—Ah, hablas de shirase, ella es parte del club de teatro y me pidió ayuda, y si podía tener una reunión solo con las chicas del club, jeje.

—¿En serio? ¿Eso es lo que quería?

—bueno, también dijo que quería hablar unas cosas personales conmigo, y que realmente son muy importantes para ella.

—¿cosas personales? ¿Porque quiere hablarlas contigo, si son personales?

—no lo se, ella dijo que era algo completamente importante para ella y quería que yo lo supiera.

—Humm, no me agradaba para nada esto.

—¿estas molesta?

—¿y que le dijiste al respecto?

—pues, le dije que si, bueno, supongo que realmente es muy importante lo que quiere decirme.–estabamos solo nosotras, dos.

—aah, haa~ dime, tu... ¿Tu estas feliz conmigo?–ella se sorprendió.

—¿Eh? ¿Yukiho?

—¡respondeme por favor! ¿Estas feliz conmigo?

—bueno... Si, lo estoy, te amo mucho y realmente... –tocaron el timbre. —te lo diré luego, ¿si?

—claro, luego.

—¡te veo en el almuerzo!

Mientras tanto, en el salón de tercero, con Umi y kotori.

—ya vendra la profesora, y Honoka no llega. Oye Kotori, tu...

—¿que pasa Umi?

—¿que estas haciendo?

—Ah, es una pulsera para Yukiho, quiero dársela en nuestra próxima salida, jeje.

—¿En serio? ¿Saliste con ella?

—si, además, se quedó en mi casa, y me iba a venir junto con ella, pero recordé las cosas que había que hacer en el consejo, así que me vine antes, vaya que no era mucho, jeje.

—Ah, entiendo, ¿así que vas enserió con ella?

—bueno, si, Yukiho realmente es muy linda y genial, día a día me gusta más, es completamente diferente a Honoka, pero aún así, es alguien muy genial, jeje.

—¿Así que Honoka ya no es la razón de estar cerca de ella?

—bueno, pues, ya no, Jeje.

—bien, si es así, no me queda más que desearte suerte, y darte todo mi apoyo.

—¡Gracias Umi!

—no es nada.

—¡ya llegue! Huh, justo a tiempo, ¿no? jeje.

—si, justo a tiempo, jeje.–ambas hablaron a la vez.

—buenos días señoritas, tomen asiento y empecemos con la clase.

—¡si!–todas gritaron a la vez.

Nuestro SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora