Lo Reafirmamos Y... ¿Al Fin Se Terminó?

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El sol hacia su presencia, lo hacía tan imponente como siempre, entrando por la ventana de una habitación, pero no cualquier habitación, está habitación era acogedora, era muy genial y... El sentir su cercanía, me alegraba mucho, tanto, que no quería levantarme, hasta que al final, ella lo hizo primero.

—levante ya Yukiho tenemos que ir a la escuela, aunque no queramos.

—cinco minutos más por favor, ven a acostarte conmigo de nuevo.

—quisiera hacerlo, pero... Si lo hago, no podremos ir a la escuela.

—que importa la escuela, quedémonos aquí y pasemos una linda mañana, tarde y noche, juntas, jeje.

—¿Eh?

—bueno, solo digo, podemos tener un buen día, jeje.

—¿a que te refieres?

—que, podemos pasarnos la bien.

—¿Eh? ¿Porque?

—¡Ah! ¡Estoy diciendo que quiero tener sexo contigo! Hugh... Ya lo dije.

—¿Eh? ¡Eeeeeeeeh! –ella se puso muy roja y... Se desmayo.

Cinco minutos después.

—bien, ¿ya estas mejor?

—S, si, ya estoy bien, gracias por preocuparte por mi, jeje.

—¿como no lo haría? Eres mi novia y... Mi hermana y a quien realmente amo.

—lo sé, yo también te amo, pero... Eso me sorprendio mucho. ¿Realmente tu... Bueno.... ¿Tu Quieres hacerlo?

—bueno... Ah, S, si, su-supongo que si, jeje. Pero no quiero obligarte a hacerlo, es que... Me sentí así desde anoche, y...

—bueno... Yo... Yo también me sentí así, pero, Pensé que no era lo mejor, aunque me costó mucho trabajo el no hacer nada y ahora, pues... tu dices que quieres. Y yo... Bueno...

—ah, ya no me importa. –me fui encima de ella y empecé a besarla.

Empecé a besarla, cada vez más intensamente, era difícil de imaginar que eso sucediera, y se estaba volviendo difícil detenerlo, y cuando menos sentí, pues...

—Ah! ¡Haa...! Haha! Ah, –ella ya tenía dos de sus dedos dentro de mi. —más! ¡Más!

—ah, ha, ha, s, si, tus deseos son órdenes amor.

Pasamos unos minutos así, quisimos quedarnos y hacerlo todo el día, pero no, no se pudo, pues porque... Pues, mamá apareció.

—chicas, no olviden que todavía tienen escuela, el que ya estén cerca las vacaciones de verano, no es para que estén faltando. –detrás de la puerta.

—¡lo se mamá! ¡Ahora vamos a bajar!– yo hable.

—esta bien, las veo en el comedor en unos minutos.

—¡claro mamá! ¡Ahí estaremos! –ya no se escuchaban sus pasos. —¿cómo sabe mamá que estas aquí?

—no lo se, ¡Ah!

—¿que?

—creo que deje la puerta de tu habitación abierta.

—¿En serio?

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