The legacy (Sahyo)

El siguiente paso después de la victoria, es la paz

La batalla en la orbita se volvió a intensificar, las naves grandes estaban tan cercas las unas de las otras que fácilmente podrían rozarse y chocar, se iban cruzando y disparando sus miles de cañones esperando ver quien derrumbaba a la otra, eso se hacía mucho mas tenso cuando se trataban de cruceros espaciales contra otros cruceros, pues la distancia que había entre uno y otro se reunían una lluvia de disparos veloces que impactaban en el blindaje de cada uno

Esa era la situación general, ya las naves medianas y pequeñas se iban desvaneciendo de los combates y solo quedaban sus restos que flotaban o eran tirados por la gravedad de Legacy, muy pocas seguían pilotando, persiguiéndose entre si, derribándose, el conflicto era mas grande, pues no implicaban pequeños enfrentamientos, sino directamente a los mas grandes, que tarde o temprano caerían, como fue el acorazado de Seungri

Una excepción fue el nuevo horizonte, que seguramente era la primera vez que participaba de una batalla tan grande, Jihyo conocía a su nave mas que cualquier otra persona, aun si esta no fue la misma con la que partió su viaje a las estrellas, era prácticamente la misma pero con una pintura diferente

—Todo está listo, espero sus respuesta, escuadrón horizonte—Comunicó Momo por la radio, al grupo de cazas que se reunía alrededor del nuevo horizonte, siendo estos los sobrevivientes del disparo del destructor

Eso resultó ser espeluznante, pues de trescientos hombres que habían salido a combatir con Jihyo y Momo, solo ciento cincuenta salieron con vida en total, y entre esos sobrevivientes, solo cincuenta estuvieron lo suficientemente preparados como para volver a salir en los cazas para intentar derribar los destructores, un fallo y el escuadrón horizonte dejaría de existir, con sus restantes estando en el mando de Sana. Los cincuenta cazas se fueron reportando, confirmando su participación en la siguiente misión

—Esperamos ordenes, señora—Dijo una mujer en la radio

Momo vio a Jihyo, haciéndole seña de que comenzara a navegar lentamente, marcando el paso del resto de naves, que se iban colocando en forma de triangulo en posición de ataque

—Activen sus cañones ahora, a la cuenta de tres, a toda velocidad y en contra del primer destructor, no aceptaré errores, cualquier nave que intente detenernos será ignorada, atacaremos rápido—Siguió la hermana mayor por la radio, volteando y viendo a Dahyun—Tu, prepárate para disparar los cañones, a la cuenta de tres, uno, dos, ¡Tres!—

Todas las naves hicieron un estallido de rapidez al mismo tiempo que el nuevo horizonte, Momo corrió a sentarse con Dahyun cuando Jihyo hizo bajar los anteojos por donde manejarían los cañones de la nave. Maniobró casi dando un circulo para así evitar el disparo de una corbeta, que apenas vio el grupo de naves, comenzó a perseguirlas desesperadamente, entendiendo que pretendían llegar hasta los destructores

—No se distraigan, ¡A las corbetas no!—Dijo Jihyo por la radio—¡Ignorenlas!—

Parecía que la hubiesen desobedecido, porque vio el humo que desprendía una corbeta en dirección a la superficie del planeta, prefirió no corregir ese tipo de insurrecciones porque entendía que en ciertas ocasiones sería imposible evitar un enfrentamiento, y porque ya habían llegado al primer destructor

El monitor de su nave se encendió, mostró los planes del destructor y sus puntos débiles, eso seguramente se le apareció de igual manera al resto de cazas, sin perder tiempo, comenzaron el fugaz ataque, mientras que el destructor desesperadamente intentaba defenderse usando cañones demasiado débiles y lentos como para hacer algo en contra de los cazas, esperaban contar con la ayuda de naves medianas, las cuales aparecieron, persiguiendo, disparando, pero ninguna logrando algo como derribar a los rifarianos