The legacy (Sahyo)

Las lágrimas son palabras que la boca no puede decir ni el pecho puede soportar

La orbita de legacy estaba en tranquilidad, con las naves aliadas de los rifarianos a su al rededor, junto con las toneladas de metal, blindaje, pedazos de cañones, y restos de naves destruidas que tarde o temprano se irían directo a la superficie como muchas otras naves grandes. Soyeon se encontraba entre uno de los cruceros que sobrevivieron a los ultimos momentos de la batalla, apreciaba el escenario con calma, sabiendo que todo había terminado, aunque para ella realmente solo había sido un gran paso el asesinar a Seungri

—Desconocemos si la IA central en Ares es tan inteligente como para autosustentar a los carceleros sin necesidad de Seungri, pero por lo que demostraron en esta invasión queda claro que no enfrentaron con anterioridad a una defensa tan formidable, y que seguramente la IA solo programaba invasiones sencillas a planetas poco habitados que claramente no pondrían resistencia, es evidente que Seungri contó con esa IA para hacer a los carceleros baratos y accesibles, si no ganan por estrategia, ganarán por cantidad—Explicó Shuhua por la radio hacia Soyeon, compartiendo la llamada con otro grupo de generales para que la escucharan—Seungri cayó en el noreste de Legacy, su impacto provocó un terremoto de cinco grados junto con replicas que se sintieron en el otro extremo del planeta—

—¿Qué lo mató?—Preguntó una mujer por la radio, mientras que Soyeon se mantenía callada y escuchab atentamente las explicaciones de la IA

—Sana, sacrificó su vida con tal de no dejar a Seungri salirse con la suya, le debemos todo a ella—

Fue en ese entonces que tanto Soyeon, como los generales, hicieron un grito ahogado que se escuchó en la radio, todos sorprendidos por los resultados del fin de Seungri, y sin poder pensar que alguien como Sana hubiera muerto, en especial porque ya habían escuchado leyendas sobre lo poderosa que era ¿Qué tanto trabajo le costó derrotar a un debilucho como el líder de los carceleros? Eso se volvió parte de la leyenda de Sana Minatozaki

—Desconozco que la obligó a tomar una decisión tan extrema, pero antes de que chocaran contra la superficie, detecté como Sana entraba y salía del hiperespacio repetidas veces, lo extraño es que ella no impactó con una nave, es como si...hubiera podido dar un salto sin contar con hiperpropulsores, pero eso es imposible...a los colonos de hace cientos de miles de años les costó mas de doscientos mil eras hasta que descubrieron como viajar al hiperespacio, ella simplemente...no pudo haberlo hecho de manera natural, no existen seres vivos con esa capacidad, esto tiene que tener una explicación, así que les pido no esparcir el rumor de sus ultimos momentos, para respetar su memoria, y el duelo de sus amigos—

Aunque obviamente lo que mas harían despues de esto, sería esparcir rumores de que Sana había hecho tal cosa

—Los registros marcan numeros de bajas terribles, diez mil soldados acudieron a nuestro llamado, solo tres mil de estos hombres está con vida despues de la batalla, en cuanto a bajas del lado rifariano, hemos perdido el treinta y cinco porciento de nuestra población, tres mil soldados de la legión destructora rifariana, y cuatro mil voluntarios civiles murieron durante la batalla, eso nos deja con un saldo total casi quince mil muertos...—

—Evitemos resaltar esos datos, me gustaría hablar con los líderes, Shuhua—Pidió Soyeon

—Estás hablando con la líder, Jeon, desgraciadamente, los líderes de Legacy están incluidos en las bajas, Suzy murió en el disparo de un destructor, Taecyeon perdió la vida salvando a su flota, y la fragata de Nickhun fue impactada multiples veces hasta ser derribada, esto deja el cargo de liderazgo bajo mi manto, hasta que la situación sea optima para elegir a los nuevos representantes de los rifarianos—

—Tengo una duda, las naves que partieron recientemente fuera de la orbita...—

—Están de camino, los rifarianos volverán a su refugio para rendir tributo a los fallecidos, nuestros aliados están invitados a participar de este evento si gustan, son bienvenidos—Relevó Shuhua