Prólogo: La Sed de Sangre (EN EDICIÓN)

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En una oscura habitación, con una pequeña ventanilla que a penas dejaba ver la luz del día, estaba un joven vampiro. Mientras el sol se asomaba inclemente por el horizonte, dentro de aquella inmensa casa no había ni un solo ruido, los espaciosos jardines cubiertos de rocío mañanero dejaban entrever una sangrienta lucha que se había librado la noche anterior, con paredes manchadas de sangre y las hojas goteando aquel oscuro y viscoso líquido que nunca acababa de secarse por completo, porque por supuesto, la sangre de un vampiro estaba en ese estado donde ya no era sangre roja y brillante de los vivos, pero tampoco era una masa gelatinosa de los cuerpos cuando morían. ¿Cómo había llegado a esa situación, se preguntarán muchos? Bueno, hay ocasiones en las que el hambre puede más que la razón, especialmente el hambre y deseo desesperado de sangre de un vampiro joven e inexperto como él. Aún más, si la sangre era de "Ella".

Todo había comenzado en una noche iluminada por el ojo helado de Dios, la luna que todo lo mira pero que no intercede más que en el ciclo de la vida misma de animales y plantas, y así también, que le confería a la tierra su magia cuando estaba llena y le arrebataba su fuerza cuando renacía. Vincent caminaba tranquilo, asombrado por los enormes jardines que decoraban la mansión, sin duda la vista era maravillosa pero algo más lo traía hasta ese paradisíaco lugar: La necesidad de sangre lo estaba consumiendo en vida, y últimamente no podía ni pensar con claridad sin desear violentamente un sorbo del valioso líquido carmesí. Además, allí había un aroma especial, que lo había atraído desde hace días y por kilómetros, que en ese lugar era mucho más penetrante y difícil de describir. De pronto sin embargo, se congeló. Sus pupilas se contrajeron y sus ojos carmesí brillaron en la oscuridad cuando por su nariz pasó levemente el aroma de la sangre... finalmente, comida, estaba tan cerca que podía escuchar la respiración de la mujer dentro de esa casa.

Se abalanzó hacia el balcón donde estaba la figura femenina. Oh, exquisita sangre, ya casi podía saborearla en su boca, beberla a bocados llenos y derramarla por el piso de mármol de esa lujosa mansión. No llegó a ver los ojos de la desconocida, pues cuando se lanzó sobre ella como un depredador hambriento, sólo recordaba haber mostrado los colmillos con fiereza, largos caninos preparados para perforar la hermosa piel a la vista de aquella mujer, y la sangre, su primer alimento en meses, llamándolo desesperadamente... y lo siguiente era pura penumbra. No tuvo la fuerza de atacarla, ni tampoco la voluntad de acabar con su vida porque cayó de bruces al piso, y aunque intentó levantarse como un perro atropellado, sin entender qué ocurría, pronto se vio sumido en una fría y agradable oscuridad que lo envolvió por completo, pero con la sed todavía ardiendo en su garganta.

Cuando despertó, estaba en esa fría habitación, atado de manos y pies, pero sobre sus rodillas. Se sentía agotado, confundido y asustado. La única luz provenía de esa ventanilla que no dejaba entrar el sonido del exterior, y cuando intentó moverse, las muñecas le ardieron y le hicieron estremecerse por completo. Aún así, el joven Vincent Cyr era todavía un inocente ser, completamente ignorante de la tragedia que le esperaba por delante en las manos de esa misteriosa mujer... y de que su vida estaba a punto de dar un giro total, pero para peor.


¡Hola amigos! Para quienes vuelvan a leer esta parte de la historia: Mucho gusto, es lindo volver a verlos luego de tanto tiempo. Estoy haciendo algunas mejoras en la historia, conectando mejor los capítulos y poniéndole algo de sentido. Ando ocupada, no prometo nada con la segunda parte, pero les aviso que estaré por aquí. Les invito a volver a leer la historia, está buenísima. No olviden votar y si pueden, compartirla con sus amigos amantes de los vampiros... Love u all.  

Mi Esclavo, Un Vampiro (EN EDICION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora