Kiara se estaba preparando para una salida nocturna a los bosques que rodeaban las ciudades en formación. La lluvia reciente proporcionaría una cubierta a su partida de casa en soledad, y con el frío que calaba huesos, los animales estarían adormilados, se volverían lentos en reaccionar. Quizá un pavo salvaje, o incluso un joven venado serian una presa fácil. Ya que, desde que el vampiro había sido atrapado, la loba había sobrevivido prácticamente de nada, y con su sangre drenada, se encontraba en una hambruna que no estaba lejos de ser crónica, pero sin perder la musculatura o fuerza de un ser demoníaco.
Con un conjunto deportivo, una sudadera gris encapuchada, una cuchilla filosa y veloz y su propia presencia. Kiara emprendió su camino dentro de la oscura cobija que brindaban los árboles salvajes, dejando la mansión solitaria y a oscuras, por primera vez, sin tener que preocuparse por si alguien saldría o entrara en ella en lo absoluto, pues inconscientemente, había estado protegiendo aquella casa de cualquier intruso, casi con su vida.
El bosque bajo la luna dejaba salir sus aromas en la más fresca y húmeda brisa. Los pinos, cipreses y abedules dejaban refrescar su savia al aire nuevo, y los animales dejaban también su aroma dispersarse, con el polvo asentado y controlado sobre el piso, todo lo demás era mucho más poderoso, un aroma, un sonido, todo era claro como el agua. Más un olor nocivo también se mezclaba, colándose en el bosque, y haciendo que Kiara arrugase su nariz, un aroma con el que ella había aprendido a vivir, un aroma más humano que salvaje. Una partida de caza humana se había colado en el interior de un bosquecillo de pinos, cazando a algún animal, con un extraño e indescifrable aroma.
Saltando con agilidad felina, Kiara al poco rato halló el lugar de entretención de la partida de caza. Seis hombres y dos mujeres, algunos altos y las mujeres regordetas y más pequeñas, estaban reunidos alrededor de un pinillo más alto que los demás. Los perros de caza yacían echados sobre la tierra mojada, rascándose la espalda y espantando a las pulgas. Al poco rato notó que en el centro del grupo humano, de algunas cuerdas de yesca colgaba nada más ni nada menos que un bebé humano, quizá, uno recién nacido, que gimoteaba y lloraba creando un estruendo, espantando a otros animales, y haciendo que uno que otro coyote del bosque chillara y aullara en sintonía.
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Pocas horas después, Axel había llegado a casa de su madre. Una mujer de edad avanzada, con cabellos que pintaban las primeras canas y dedos delgados y hermosos. Quien lloro por varios minutos envuelta en los brazos del muchacho, agarrando su camisa con fuerza. Esta extraña repulsión al olor humano y a la sangre le daba ventaja de poder permanecer junto a su familia sin significar un peligro para ninguno de ellos. Abrazó a su madre con fuerza y le besó la frente, con lágrimas tras los ojos, lágrimas de inmensa felicidad, era libre, no necesitaba nada ni a nadie, o bueno, al menos eso pensaba.
En la madrugada, el joven se había cambiado sus prendas viejas por una suave camisa de algodón y unos pantalones deportivos, que solía usar como pijama. En la ducha de nuevo había empezado a temblar aunque tuviese la seguridad de que Kiara no estaba cerca, se tensaba ante el leve ardor que el agua caliente producía sobre su piel desnuda. Una vez sentado en el borde de la cama, sus finas y hermosas facciones eran levemente iluminadas por la luz de la mesita de noche junto a su cama. Decidió quitarse la camisa, desabotonándola lentamente, botón por botón, bajando por su ahora bien formado y esculpido abdomen, sus ojos carmesí miraban su propio cuerpo con nerviosismo, hasta llegar a dejar que la camisa se deslizara por sus brazos, quedando tendida sobre la cama.
Sus cicatrices brillaron con fulgor bajo la luz rojiza. Varias líneas dibujaban su espalda como peces sobre su piel pálida, ahora firme y bien formada, hasta su cintura, donde la loba se detenía antes de volver arriba y empezar a marcar de nuevo. Bajo su brazo, se estremeció al tocar la cicatriz que formaba un claro "WK". ¿Qué significaba? Pensó por un momento, y sin llegar a una conclusión convincente, decidió dejarse caer de espaldas sobre las cobijas, mirando al oscuro techo, dejando que el sueño lo envolviese, un sueño, donde dos orejas de lobo y nueve colas de zorro lo hacían estremecerse.
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En menos de veinte minutos, Kiara había atacado la partida de caza, usando mediante ilusiones, una manada de lobos salvajes que se abalanzaron sobre los cazadores, desvaneciéndose de inmediato en sombras polvorientas. Había echado a los hombres del bosquecillo, quienes corrieron despavoridos, olvidando a los animales, los feroces galgos que intentaban desesperadamente defender a sus amos. A los perros los había degollado sin mucho problema, pues al ser un demonio lobo tenía el poder de interferir sus mentes, volverlos vulnerables y con un corte rápido en sus gargantas los cinco animales estaban tendidos en el piso, sin vida, y tiñendo la tierra de un rojo oscuro. Ella se encontraba parada frente al pequeño ser que colgaba de las cuerdas. Estaba desnudo, era un niño, eso estaba claro, sus pocos cabellos azabaches colgaban hacia abajo, hace muy poco había nacido, miraba a Kiara con intensidad, sus ojos grises la miraban con cautela. Una sonrisa involuntaria se dibujó en los labios de la loba, antes de que se quitara su sudadera, y luego de desatar las cuerdas en los tobillos del pequeño, lo envolvió en ella, y se fue a casa, con su nuevo huésped y compañero.
Kiara nunca había sentido atracción hacia los bebés que producían los humanos. Eran llorones, no controlaban su necesidad de vaciar su cuerpo, lo que resultaba repulsivo, no entendían ordenes de sus propios padres y para colmo eran incapaces de siquiera levantarse, correr o huir de un depredador en el peor de los casos. Hace muchos años, mucho antes de volverse el demoníaco ser detestable y hambriento de dolor y sangre que la loba era, ella había estado embarazada. Su niña se iba a llamar Elizabeth, hija de sangre pura entre un híbrido como Kiara y ella misma, pero cuando una guerra en el reino de los lobos, el reino de Kiara, conocido como "Wolf Kingdom", Kiara fue sometida a horripilantes torturas para revelar la ubicación de sus subordinados, y al nunca hablar, la habían obligado a abortar a la niña. No pudo salvarla. Allen, su pareja, había sido asesinado en una emboscada, y sin nada que perder, y nada que ganar, Kiara dejó para siempre esa tierra a su suerte, y se convirtió en lo que era ahora, un demonio sin alma.
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Los meses empezaron a pasar velozmente, y no mucho después, al menos en las mentes de Kiara y Axel, habían pasado ya los primeros cinco años desde que el vampiro había sido capturado y liberado por aquella mujer. Su vida se había desarrollado como la de un hombre normal, y durante todo aquel tiempo no había tenido la necesidad de beber una sola gota de sangre. Se había ocupado trabajando con su tío en la reparación y remodelación de casas, que en aquel tiempo se habían vuelto un negocio de lo más bien pagado. Ocasionalmente había tenido un encuentro con una que otra dama, uno casual, uno rápido, o un escape de varios días, pero aun así, nada era meramente comparable a su imaginación de Kiara, a aquel deseo que lo consumía día a día, que no lo dejaba ser libre, que le impedía vivir.
Mas, eventualmente, mientras revisaba el papeleo de las casas que él y su tío visitarían, llegó a una dirección en especial, que hizo que los cabellos de su nuca se erizaran de inmediato. La dirección era exactamente la misma de la que había escapado cinco años atrás, y lo que requería estaba explícito, de forma muy breve "Reparación de una fisura en el techo de un sótano." El solo pensamiento de volver a ese oscuro lugar, hizo que el vampiro se levantara de su silla y se alejara del papel como si estuviese viendo a una araña ponzoñosa reposando sobre el mismo. Pero tendría que hacerlo, que vencer sus miedos, y con la compañía de Dash, su tío, un hombre no mucho mayor a él, se sentía más seguro que nunca, o sea, no mucho.
Hola chic@s lectores, cómo están? espero que super bien. Bueno, aquí es donde se añade a un nuevo personaje a la historia, espero que les agrade, y disfrútenlo mientras aun este presente muajajajaj.
Bueno, me gustaría agradecerles muchísimo a todos, porque mi libro parece ser bastante aceptado, así que muchas gracias, sinceramente, ustedes son quienes hacen la historia mas que yo :). No olviden dejar sus votos y comentarios, sugerencias, lo que quieran! Buen Día, tarde o noche, los quiero! :)
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Mi Esclavo, Un Vampiro (EN EDICION)
VampireEsta no es la típica historia en la que la indefensa muchacha es secuestrada por el despiadado vampiro sanguinario y torturada. Claro que no. Esta vez, el vampiro es quien termina encadenado, torturado y convertido en esclavo y mascota personal de l...