Susan Pevensie
"El arco y la flecha"
Parte dos.<♡>
Susan frunció el ceño cuando oyó a su hermano mayor hablar sobre ella.
—No puedo creerlo, la acabas de conocer, rídiculo —reclamó estupefacta Susan.
Su hermano le había pedido el favor más extraño que podía haberle pedido. Mientras él se encontraba en la silla, relajado junto a sus dos hermanos. Ella estaba de brazos cruzados.
—¿Podría desposarla, no crees? Parece ser joven, pero no creo que ese sea un problema. Quizás, ¿unos quince o catorce años? —se cuestionó el rubio, pensando en la chica que acababa de conocer.
La reina se desconcertó al escuchar hablar de esa forma a su hermano, él pensaba casarse con la chica que le había llamado la atención.
Los dos pevensie más pequeños se miraron, ellos comprendieron la situación mucho antes que su hermano mayor. No debían ser muy inteligentes para notar que a Susan no le agradaba la idea.
—No puedes casarte con ella, la acabas de conocer, ella te rechazaría —intervino Edmund, en un intento de ayudar a su hermana mayor.
Susan asintió dándole la razón a su hermano.
—Además a Caspian no le agradaría la idea. Seguramente la proteje, se ve pequeña —apoyó Lucy.
—¿Bromean? no puede rechazarme, soy el Gran Rey Peter, el magnífico. Puedo arreglarme con Caspian, quizá Susan pueda convencerlo, parece ser que está interesado en tí.
La castaña gruño furiosa, estaba celosísima. No supo como reaccionar, así que solo dijo lo primero que se le ocurría.
—¡No me interesa Caspian! —alzó la voz.
—Cálmate, sólo quiero que me ayudes a conquistar a Blair —habló el mayor con tranquilidad.
Eso hizo enojar mucho más a Susan, se fue a paso lento cerrando la puerta con fuerza, un estruendo se escuchó por todo el castillo.
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Meses después...
—¡Hola majestad! —saludó alegremente la princesa, al ver su reina a las afueras de Cair Paravel, sentada en el césped.
Ellas dos habían entablado una relación hermosa. Que al principio parecía que una quería dominar a la otra, pero terminó de una manera inesperada. Cuando Blair se enamoró de Susan, su corazón latía cada vez que la veía pasar. La trataba de una forma diferente a los demás.
—Hola Blair. —La castaña miró a la menor—. Siéntate conmigo, porfavor.
Ella hizo caso, pero luego se recostó en el suelo, obligando a la Pevensie a hacer lo mismo.
—Quisiera saber más de ti, eres muy misteriosa —murmuró viendo a la bénevola.
La mayor se ruborizó un poco, girando su cabeza hacia el otro lado para que no la pudiese ver.
—¿Qué puedo contarte? —Sonrió.
—Lo que sea importante para tí.
—¿Crees que el amor es algo importante? —Miró a la de ojos marrones, esperando impacientemente una respuesta.
—Por supuesto, y no hablo sólo del amor de pareja.
—¿A quién amas, Blair? ¿A quiénes?
—Yo, no sé bien —balbuceó—. ¿Podemos cambiar de tema?
—Quiero que me respondas, es una orden.
—Amo a mi hermano.
—Sí. —Mordió sus cachetes inconcientemente—. ¿Hay alguien más?
—Amo a Peter. —Esas palabras hicieron que la castaña sintiera un terrible dolor en el pecho—. Amo a Edmund, amo a Lucy, a Reepicheep, a Aslan... —La menor seguía enumerando, eso hizo que a la castaña le devolviera el aliento, aunque no le había nombrado, se sentía mejor—. Te amo a tí. —Pudo ver un pequeño destello en sus ojos cafés.
El sonrojo de la Pevensie se podía ver de lejos, pero no apartó su vista de la princesa.
—Pero —continuó—, a tí te amo de una forma diferente. No como una amiga, y tampoco como una hermana. —Blair se levantó despacio quedando sentada, viendo a sus ojos azules. Susan imitó su acción.
—¿Cómo me ves a mí, majestad?
—No sé bien que me pasa, nunca me había pasado esto con una chica, no sé si esto sea normal. —Hirió a Blair, pero ella quería dejarla terminar—. Pero, de verdad siento celos, no quiero que nadie te toque. Mi hermano, se acerca demasiado a tí y...
—¿Tuvo que pasar eso, para que sepas que me "amas"?
—No, desde un principio sentí algo por tí, te lo juro. —Tomó su rostro con delicadeza.
La princesa no sabía que pensar, estaba asustada. Asustada porque su hermano jamás aceptaría su relación con Susan, asustada por lo que pensarian los Pevensie, asustada porque le tenía mucho cariño a Peter, por más que él la quisiese como esposa, ella amaba a Susan, pero a veces no se puede hacer nada por la persona que amas.
—No hay nada que podamos hacer. Lo siento. No me gustaría qué esto termine así, pero no tenemos de otra. De verdad lo siento, pero me gustaría ser clara antes. Me gustas mucho.
Con una expresión de tristeza se levantó, dejando a su reina sentada, sola. Dió la vuelta y se fue ocultando sus lágrimas.
No podía parar de preguntarse, ¿por qué las personas que más te quieren, son las que más te lastiman?
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añññ qué triste me pone esto.
es la segunda parte, tendría que escribir una tercera?
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Narnia, one shots
Fiksi Penggemar𝕷𝖆𝖘 𝖈𝖗𝖔𝖓𝖎𝖈𝖆𝖘 𝖉𝖊 𝕹𝖆𝖗𝖓𝖎𝖆 Historias cortas con los personajes de Las Crónicas de Narnia, donde tú eres la protagonista. (Sin editar).