HOLIS... UN NUEVO CAPITULO DISFRUTEN Y COMENTEN QUE LES PARECE
LA SENTÍA temblar bajo su cuerpo, aún con las sacudidas finales del clímax, la respiración todavía alterada, pero tenía miedo de abrir los ojos y enfrentarse a su mirada. Aquello había sido...
Había sido demasiado duro. Demasiado descontrolado. Y no solo eso...
–No hemos usado preservativo –dijo, obligándose a tumbarse junto a ella.
La pérdida de su calor, de su suavidad y de su olor estuvo a punto de hacerlo gemir.
–¿Debería preocuparme?
–¿Por las enfermedades? No.
De hecho era casi como si hubiera sido virgen aquella noche. Nunca lo había hecho sin protección, ni siquiera durante su matrimonio.
–¿Tomas anticonceptivos?
–Tomaré una píldora del día después.
Una protesta se asomó a sus labios sin razón alguna. Sabía que esa precaución era lo mejor.
Se levantó sin que él aún hubiese encontrado qué decir. Ni siquiera las mangas del vestido se habían movido de su sitio. Cuando recogió sus bragas y entró en el baño, el único signo de su encuentro era el pelo revuelto y el lápiz de labios corrido.
Él se levantó también. Estaba en una especie de trance provocado por la brutalidad con la que se habían unido.
Raquel salió con el maquillaje retocado pero pálida, y no lo miraba a la cara.
–Raquel... –levantó un brazo para que se detuviera, pero lo hizo lejos de él–. ¿Estás bien?
–Por supuesto.
Pero su expresión era la misma que había visto después del beso en la boutique: que había hecho lo que él le había pedido por pura supervivencia.
El corazón se le encogió.
–No queremos que nadie lo sepa. Tenemos que salir.
Llegó a la puerta, abrió el pestillo y lo miró un segundo antes de abrir.
Sergio se quedó quieto un instante. Luego estiró la colcha de la cama y se detestó por borrar aquella pequeña prueba cuando en realidad lo que deseaba era aferrarse a su momento de pasión con las dos manos.
«Tú no me quieres. ¿Qué te hace pensar que otro iba a quererme?»
Esas palabras le habían dejado perplejo, lo mismo que descubrir la noche de bodas que era virgen. Era tan sensual, tan receptiva, tan sensible a la más mínima caricia. Recordaba haber sentido curiosidad, pero había preferido no preguntar, porque el pasado sexual nunca era un buen tema de conversación entre amantes.
«Dije cosas para herirte. Y funcionó».
Había tenido miedo de matar lo que una vez sintió por él al decirle aquellas palabras. De hecho se había pasado la noche propinándose patadas en el trasero por haber hecho algo así... y por sentir lo celos que no podía controlar. Además no tenía derecho a sentirlos, pero incluso lo ojos de Martin se habían iluminado por la sorpresa de verla así vestida, y eso que él estaba
absorto por Andres al cien por cien. Todo el mundo la miraba, y no porque fuese su ex, sino porque estaba arrebatadora.
Se sentía orgulloso de estar a su lado, pero también amenazado. La deseaba, pero todos los demás también, y no había nada que le diera derecho a ella excepto quizás la obligación que Raquel pudiera sentir por la ayuda que le estaba ofreciendo.
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Reconciliación Temporal
FanfictionUna Adaptación Serquel Era solo un acuerdo conveniente... hasta que él se dio cuenta de que la quería para siempre. Habían contraído matrimonio en secreto, y los dos habían terminado con el corazón destrozado. Sergio no quería volver a verla jamás...