En el anterior Dragon Ball, un misterioso ser, llamado Greil apareció buscando a Bardack. Vegeta en medio de la pelea averiguo que él buscaba a la saiayin, para llevársela a alguien más. Pero eso sigue siendo un misterio.
Pero cuando Bardack estaba por derrotar a Greil, Neal, su novio, apareció y complicó las cosas. ¿Cómo continuará esto?Hoy presentamos:
Estallido de furia... ¿Por una mariposa?Después de que Bardack se desmayará, Bulma decidió que sería mejor que todos vayan a su isla en caso de que ocurra otra cosa que cause que la capital del norte sea destruída.
Y así fue; cuando llegaron, Kakaroto dejo a su hermana en una habitación para que pueda descansar; le quita lo zapatos para que esté más cómoda.
(...)
Después de dos horas Bardack despierta algo asustada. Se sienta en la cama y mira el lugar con a atención. No es la habitación que Bulma le dió pero sus cosas estaban ahí. No entendió nada.
Se levanta de la cama y mira su cuerpo.
— Ay me duele todo — se queja de dolor y se toca el brazo izquierdo. Se quita la camisa con cuidado, su vestido quedó roto por completo a la altura de su pechos. Busca ente todas las bolsas algo de ropa, pero no sabe que ponerse — ¿Qué me pongo? — se frustra.
— Te puedo ayudar — se gira rápido al escuchar esa voz.
— Neal — por instinto se cubre los pechos con la camisa de Vegeta — ¿Qué haces aquí?
— Me quería disculpar, y creo que ya sé cómo — dice pervertido y se acerca a ella. Bardack no entiende pero algo le dice que no es algo que a ella le guste.
— Neal, vete quiero vestirme — dice amable, él no le hace caso y se acerca cada vez más.
— Solo me quiero disculpar — dice cuando está cara a cara con ella. La besa; ella se queda quieta sin corresponderle, deja una fila de besos por sus cuello. En lugar de sentir cosquillas y placer como con Vegeta, ella siente náuseas y se lo hace saber.
— ¡Déjame! ¡No me toques! — le grita a la vez que lo empuja.
— ¿Pero... Pero qué te pasa? — dice enfadado sin motivo.
— No me vuelvas a tocar no te lo diré otra vez — lo empuja hasta la puerta. Abre la puerta y lo saca de la habitación — ¡Vete! ¡Y no me vuelvas a tocar! — cerró la puerta con fuerza.
— ¿¡Qué te pasa!? — dice enojado detrás de la puerta.
— ¡Vete! — se apoya en la puerta, cierra lo ojos y respira hondo.
— Creí que no se iría — otra voz hace que abre los ojos asustada. Sonríe tontamente al ver quién es.
— Príncipe Vegeta — susurra. Ve que sale de otra habitación y se apoya en el marco de la puerta — ¿Qué...? — él la interrumpe haciéndole una seña con la mano para que guarde silencio.
Él se acerca y cierra la puerta con seguro y oprime un botón en la placa que está el la pared.
— Ven — él extiende su mano y ella la acepta, caminan hasta las bolsas de ropa — ¿Neal, te beso? — ella asintió apenada — ¿Qué sentiste?
— Fue algo desagradable, sentí como si la comida quisiera salir de mí — dice sin soltar su mano.
— ¿Y qué sientes cuándo yo lo hago? — él la besa y le quita la camisa, ella corresponde su beso, tímida. Él con su mano libre busca el cierre del vestido; cuando lo encuentra lo baja y se lo quita. Separa sus labios. — ¿Qué sientes?