En el anterior Dragon Ball, después de la despedida de Vegeta, paso un mes, Bardack y Piccolo emprende su duro entrenamiento, pero que resultados traerá todo esto. ¿Bardack podrá con el entrenamiento? ¿Qué pasará con ella y Vegeta?
Hoy presentamos:
El entrenamiento es muy intenso. ¿Bardack embarazada?Narrador omnipresente.
Dos meses y medio han pasado. Bardack y Piccolo avanzaron mucho en su entrenamiento, ella aún no logra controlar su poder como súper saiayin, pero el señor Piccolo le dijo que no se preocupara por eso, Vegeta o Goku podrán ayudarla con eso. Por ahora tendría que hacerse más fuerte en su estado normal. Aprendió a bajar su ki a cero y también a captar otros ki.
Bardack noto una gran diferencia en ella, la parte baja de su abdomen estaba un poco más grande, como si estuviera hinchado, no le preocupo ya que pensó que sería por algún golpe que recibió del señor Piccolo mientras estaban entrenando. Además de que su cuerpo se hizo más sólido como una pared, cada golpe que recibe del señor Piccolo se le hace menos duro y doloroso. Progresa cada día más.
- Uff - Bardack se sienta en el suelo para respirar un poco - Eso estuvo bien.
- Si así es, cada día mejoras más - dice orgulloso - En poco tiempo ya no tendré nada que enseñarte, y tendrás que aprender de alguien más fuerte - dice con seriedad.
- Señor Piccolo, yo creo que usted es el más fuerte - dice tierna y sincera. - Usted siempre será mi maestro.
- Gracias niña. - dice sincero.
- ¿Señor Piccolo? - él la mira - Me podría dar un traje de batalla, la ropa que llevo ya está muy rota, además si sigo así acabaré con la poca ropa que traje - dice ella tierna a la vez que mira su ropa rota.
- Bien - él extiende sus manos hacia ella - Aaahhh - grita un poco y le hace aparecer un traje como el de su hermano. Ella se mira asombrada y llena de alegría.
- ¡Gracias señor Piccolo! - ella da un pequeño saltito y lo abraza.
- Ya, ya, niña - dice él con una sonrisa de lado y la aparta - Hay que seguir entrenando.
- ¡Si! - dice con gran emoción.
Ellos siguen entrenando. Él lanza varios golpes y ella los evade con facilidad. Hasta que él uso su técnica más poderosa, su makankosapo, ella trato de evadirlo pero algo que vio de reojo la distrajo y el ataque del señor Piccolo le dió justo en el vientre.
- ¡Aaaaaahhhhhhh! - ella grito de dolor, ese ataque no la atravesó pero le provocó una gran herida. De no ser por él ella habría caído al suelo. Él la dejo con cuidado en el suelo.
La sangre no dejaba de salir de su vientre.
- Aaahhh señor Piccolo me duele - se queja y unas lágrimas aparecen - Me duele.
Él no podía creer que ese ataque le haya hecho tanto daño, saco una de las semillas del ermitaño y se la dió.
Lo comió y a los pocos segundos ella abrió los ojos algo asustada.
- ¿Señor Piccolo? - pregunta desorientada, él asiente. - ¿Qué...? - se sienta y se toca el vientre, algo en ella le dice que no anda bien.
- ¿Bardack, por qué no pudiste evadir mi ataque?
- Ví... Ví algo... No sé que era - ella no sabe explicar lo que vió, por qué ni ella sabe que vió. - Tal vez estaba algo distraída - le resta importancia. Él la ayuda a ponerse de pie.
- ¿Está bien? - pregunta preocupado al ver su cara de duda.
- Si... Eso creo... Es solo qué... Siento que algo me falta - se toca de manera disimulada el vientre. - Pero estoy bien, hay que seguir entrenando - dice un poco más alegre.