En el anterior Dragon Ball, después de tantas ideas y vueltas, lograron resolver algunos de los tantos problemas que Bardack y sus amigos están enfrentando, pero... ¿Podrán lograrlo?
Hoy presentamos:
De vuelta a casa.
¡Corren peligro!Me desperté por unas cosquillas en la nariz, me removí un poco y sentí un peso en mi cintura, sentí una suave tela contra mi cuerpo, abrí un poco los ojos y me encontré con la sonrisa arrogante de Vegeta, me asuste un poco al ver su torso desnudo y a mi completamente desnuda.
— ¿Qué...? — digo confundida.
— Bueno días — dice ronco y aprieto las piernas. Su mano recorre mi espalda y baja hasta mi tracero, lo acaricia, lo aprieta, toma mi pierna y la pone sobre su cadera. Me atrae más él, hasta que mi cuerpo se pega más él, recorre mi pierna, mi tracero y baja hasta mi feminidad, siento su dedo entrar en mi.
— Ah... — gimo y me sonrojo, apoyo mi frente en su pecho, mete y saca su dedo varias veces — Vegeta — suplico y sujeto su mano para que deje de moverla. — Me encanta esto pero, quieres decirme que haces aquí y desnudo, y otra cosa por qué yo estoy desnuda.
— Enojada con Wiss por que no quiso ayudarte te transformaste en ozaru, con Kakarotto te dejamos inconsciente, luego te traje aquí te di un baño y te deje dormir desnuda y yo me quedé a dormir aquí — explica como si nada.
— Ah — divagó — No... — me quedo callada al sentir como él vuelve a mover su dedo pero con más rapidez, luego metió otro, y otro — Vegeta ya deja tus dedos en paz y házmelo de una maldita vez — me quejo gimiendo. Saca sus dedos de mi y quita las sábanas tirando las por ahí.
— Tu cuerpo es perfecto — susurra ronco en mi oído. Me hace girar, quedándome de espaldas a él.
Recorre mi espalda con su mano, la baja hasta mi tracero y vuelve a subir hasta mi colita.
— Vegeta — gimo y hundo la cara en el colchón, al sentir como él tomó mi colita en su mano e hizo un poco de presión. Sube y baja en mi colita, hace presión y la estira un poco — Ah... Ah... Ve-vege... Taaaaa — me aferró al colchón llegando al orgasmo. Increíble que haya llegado al orgasmo así. Él suelta mi colita. Lame la base de mi colita, a la vez que me separa las piernas y las levanta apoyándolas sobre mis rodillas — Vege... Ah — gimo cuando él mete su lengua en mi feminidad. Me succiona, muerde, lame y mete su lengua.
Un segundo orgasmo me invade por completo. Dejo caer mi piernas, con la respiración agitada él me hace girar, ahora quedando cara a cara.
— ¿Cansada?
— Para nada, sigue — lo tomo del cuello y lo acerco a mi para besarlo, gustoso me corresponde, le muerdo el labio y él gime sonrió por eso y él se separa de mi, le sonrió divertida y él me sonríe sátiro.
Me separa las piernas y se acomoda mejor entre ellas, recarga su peso en sus brazos con nuestros pechos rozándose. Entra en mi despacio y delicado, mi espalda se arquea un poco al sentirlo dentro de mi abriendo poco a poco mis paredes. Besa y lame mi cuello, parte de mis pechos y mis pezones. Entra en mi por completo.
— Qu-que... Grandee — digo agitada y aferrandome a las sábanas.
— El tamaño es el mismo, la pequeña eres tú — dice ronco y agitado — ¿Me muevo?
— S-si — no termine de hablar que él ya se estaba moviendo, lento pero llenando me por completo — Más rápido — suplico y él sonríe, me hace enredar las piernas en su cadera, sale de mí y vuelve a meterse con una fuerte embestida — ¡Ah!