Flufftober 2021 [AshEiji]

8. Slow dancing.

¡Hola mis bonitos lectores! He venido con un nuevo capítulo hoy, se están alargando y se supone que eran cortos y bonitos, ¿por qué siempre me pasa? Muchas gracias a las personas que se toman el cariño para leer esta pequeña historia, se les quiere mucho.

¡Espero que les guste!

—Sing... —El nombrado alza su mirada de su tarea, tanto su familia como sus amigos le han insistido en que no debe dejar la escuela, pero nadie le advirtió sobre lo complicada que sería la aritmética.

—¿Qué pasa? —Eiji deja el lápiz caer frente a la mesa. Aunque nunca fue un alumno estrella, se las ha arreglado para recordar algunas fórmulas, sería más lógico pedirle ayuda a Aslan, piensa.

La imagen de Lao tirado en la acera con un disparo le hiela la sangre.

Claro.

—¿Por casualidad sabes bailar? —Lo suelta de golpe, no se siente en la necesidad de disimular ni de enmascarar su vergüenza. El nuevo líder de Chinatown parpadea, perplejo.

—¿Eh? —Se ha puesto rojo de pies a cabeza.

—¿Sabes bailar? —Eiji lo repite, con una extraordinaria naturalidad, como si estuviesen charlando acerca del clima o de una caricatura. Se encuentran en ese ostentoso apartamento en Nueva York, en medio de la sala con todos los libros de matemáticas.

—¿Bailar? —Sing alza una ceja, dejando de lado sus apuntes—. ¿Por qué quieres saber eso? —Es turno del japonés para acabar ruborizado. Sus piernas se crispan a los bordes de la silla, su atención pende hacia esos cuadros de mármol que pretenden buen gusto, pero en realidad, son pretenciosos.

—Porque va a haber una celebración importante en mi universidad. —Musita—. Y en las películas americanas eso siempre implica un baile. —Y Sing carcajea a lengua suelta, es brusco y violento.

—¿Estás hablando en serio? —Chilla—. No puedes creer todo lo que ves en las películas, diablos, se supone que tienes veinte años.

—¡Sing! —Una pequeña lágrima cae desde su mejilla hasta su mentón, exacerbando el drama, la gota aterriza encima de los libros, corriendo la tinta de las ecuaciones fraccionales—. No seas malo.

—Aunque tienes razón, lo más probable es que haya un baile o algo así.

Bingo.

—Entonces, no te burles. —Se queja, tensando el ceño e inflando los mofletes, haciéndolo lucir mucho más suave de lo que pretende. Las hojas se balancean contra el arrullo de las cortinas.

—Bien, tienes un punto. —Sing se estira, golpeando los bordes de la mesa con sus rodillas, se ha vuelto bastante alto durante este último año, todo indica que tendrá una maravillosa pubertad, una de florecimiento masculino y belleza meliflua, no como él, que apenas cambió su cara de bebé desde los 15 años—. Probablemente haya un baile después de la celebración.