Chapter 5

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Advertencias del capítulo: (Lenguaje obsceno)

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HILO ROJO

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CHAPTER 5

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COFFEE SHOP

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Mikasa sacó su teléfono del bolsillo de su chaqueta al escuchar el distintivo sonido de un mensaje entrante. Dio una mirada rápida hacia la fila frente a ella, dándose cuenta de que aún faltaban dos personas para llegar a la barra.

Eran poco más de las siete de la mañana y en camino hacia su oficina siempre pasaba por un café. Aunque su asistente continuamente le decía que ella podía encargarse de aquella labor, Mikasa había decidido hacer la tarea por sí misma, en parte porque le parecía innecesario e incluso humillante, pedirle realizar un trabajo que no estaba dentro de sus labores y también porque la hacia consciente de todo lo que había avanzado en su vida.

Aquella cafetería había sido su primer empleo cuando estaba en el colegio y hasta inicios de la universidad. Cuando había quedado huérfana y con su hermano menor a cargo, hizo todo lo que estaba en sus manos para proveerle cada una de sus necesidades, pese a que nunca había trabajado en su vida y que debía continuar con sus estudios.

Ahora Natsuo estaba apunto de graduarse de la universidad y ella era una abogada exitosa. La vida había cambiado para ambos, pero Mikasa intentaba continuamente enseñarle a mantener los pies sobre la tierra.

-Señorita Ackerman - saludó la dependienta en cuanto llegó su turno.

-Hola Sakumo ¿Cómo has estado? - preguntó con una sonrisa. La chica se la devolvió al instante.

-Muy bien ¿Lo de siempre?

-Qué bien me conoces - le guiñó un ojo.

Escuchó la risa femenina y la observó preparar su café al instante.

Tomó su celular de nuevo, ese día tenía la llegada de un cliente nuevo y aunque había intentado programar la cita para una hora más tranquila, lamentablemente su agenda y la del hombre chocaban y al final solo habían logrado coordinarse para el inicio del día.

Esperaba estar ahí a tiempo, odiaba la impuntualidad casi tanto como detestaba la desorganización. Por ello, tuvo que entretenerse para mandar un mensaje cuando su asistente le avisó que aún no preparaba el papeleo.

-Aquí está señorita Ackerman - le comunicó la chica.

-Dame un segundo cariño, solo coordino algo - le dio una mirada rápida - Lo siento mucho.

-No hay problema.

-Puedes pasar al siguiente cliente - se hizo a un lado.

-Claro - la chica hizo una seña - Pase, buenos días.

Un aroma a colonia masculina distrajo a Mikasa. Dio una mirada de reojo notando la figura alta y fuerte a su lado.

-Un café con crema desnatada, dos cucharadas de azúcar morena. También un croissant con jamón de pavo y queso suizo, y dos galletas de almendras y chocolate blanco - la morena escuchó, atenta al timbre ronco y varonil de su voz.

Hilo Rojo [EreMika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora