Hilo Rojo [EreMika]

Chapter 21

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Advertencias del capítulo: (Lenguaje obsceno)

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Recomendaciones: Escribí este oneshot escuchando "Yo queria" de Cristian Castro y si él les gusta, amaría que la escucharan mientras lo leen.

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HILO ROJO

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CHAPTER 21

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WATCHING THE SUNSET

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-¡Apúrate Eren! - la voz agitada de su madre le obligo a salir de sus pensamientos. Con un suspiro, dejó su celular y el mensaje a medio redactar que pensaba mandarle a Armin y salió de la camioneta.

La casa de playa de sus padres se alzaba en todo su esplendor. Se trataba de una construcción de dos pisos, de madera y con un aspecto rústico.

Había terminado su último año de preparatoria y estaba a solo poco menos de dos meses para ir a la universidad. Cuando había decidido estudiar la carrera de su padre, no había esperado que eso le llevara lejos de casa, por lo que considerar el mudarse de país para cumplir sus sueños había sido su último pensamiento.

No era sencillo, pero estaba determinado, claro que su madre no pensaba igual y enterarse que se iría a los Estados Unidos para cumplir sus metas la había tenido realmente mal. Era hijo único y un chico muy apegado a sus padres, su madre le había pedido que estudiará en Oxford, cerca de casa, pero aunque era una buena opción, había obtenido una beca en Harvard y era una oportunidad que muy pocos conseguían ¿Cómo se suponía que podría dejarla ir?

Ante las inevitables circunstancias y su inminente partida, su madre había organizado un viaje de seis semanas para que pudieran disfrutar de sus últimas vacaciones en familia. Había hecho planes con sus amigos para sus últimos meses en Inglaterra, pero no había podido resistirse a la mirada verdosa tan dulce y llena de añoranza de su madre. Incluso su padre, un cardiólogo muy solicitado en Londres había logrado acomodar su exhaustivo horario para hacerse aquel espacio. No podía, ni quería defraudarlos.

Tampoco era un chico demasiado social o extrovertido, por lo que no había supuesto un problema cuando supo que terminaría las últimas semanas en Inglaterra, en un pequeño pueblo costero de Hastings, pero tras ver el lugar, no pudo evitar preguntarse que se suponía que haría los siguientes días para distraerse.

-Trae las cosas hijo, hay que desempacar - el grito de su madre le saco de sus pensamientos.

Reprimiendo una mueca de fastidio, se acercó al baúl del auto y cargó dos grandes maletas.

Subió con lentitud las primeras escaleras que estaban en la entrada y miró el interior de la casa. Con un suspiro, ingresó dejando las maletas a un lado de la puerta y volviendo por lo demás.

Tuvo que hacer tres viajes más. Busco la figura de su padre, quien estaba cerca de la playa a unos metros de distancia en el teléfono. Seguramente había recibido alguna llamada del hospital o su consultorio privado. Siempre era así y le sorprendía que hubiera podido tomarse tantos días libres, aunque la imagen de él al teléfono seguramente sería recurrente las siguientes semanas, tampoco podía darse el lujo de desaparecer conpletamente.