Me acerqué a tí con lentitud. En mí mano izquierda estaba el dibujo. Te rodeé con mis brazos. Con cuidado de no tocar nada de lo que llevabas puesto.
Comenzaste a llorar, primero levemente y luego con fuerza. No podía evitar que se me escapasen varias lágrimas al escucharte.
Triste y apagada.
ESTÁS LEYENDO
Sí los finales tristes desaparecieran ✔️
RomanceNOVELA CORTA Te conocí por casualidad aquel día en el hospital. ¿Quién diría que serías la persona de la que me enamoraría? Esta es nuestra historia, una demasiada especial, que cada vez que la recuerdo me hace sentir vivo. Porque eso es lo que fue...