𝐁𝐄𝐒𝐓𝐈𝐀 OO7

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Pasaron varios días y Jungkook comenzó a pensar que estaría bien decirle a Jimin sobre su personalidad. Sobre su doble personalidad.

—¿Jungkook te encuentras bien? —Jimin lo observó extrañado y se inclinó un poco para verlo mejor.

Los mechones de Jungkook ya no tapaban tanto sus ojos y dejaban que estos se vieran. Lo extraño de ellos es que uno de sus ojos estaba gris y otro marrón.

—S-si, es-estoy..

—¿Jungkook?

Su cuerpo se sentía temblar, se sentía algo fuera de si mismo. No se sentía a el y cada vez su mirada se volvía nublada. Acababa de asesinar de una manera muy horrorosa a un tipo, quien no paraba de molestarlo en la calle, luego corrió hasta su cita con Jimin y aún no podía despegarse de su lado bestial. No podía parar de temblar, intentaba mantener a Gguk en su lugar antes de que dañará a Jimin por error.

—Tus ojos.

—Lo siento. —Jungkook ocultó sus ojos con sus mechones y agachó su cabeza lentamente para que sus ojos salieran de la mirada de Jimin.

Al día siguiente Jungkook se veía cansado y nada de lo que le hablaba era respondido con certeza. Comenzó a sospechar de que Jungkook estaba comenzando a desarrollar otros síntomas.

Más días ocurrieron y el azabache comenzó a verse diferente. Temblaba, tenía dolores de cabeza, sudaba, estaba asustado con miedo y luego rara vez se abalanzaba a Jimin con miedo para abrazarlo. El rubio debía tranquilizarlo pero era imposible.

Jungkook estaba sufriendo de un poco de estrés y parecía extraño que comenzaba a sentir ansiedad. Algo raro en el sucedía para que dos cosas se unieran.

Jimin decidió regalarle un lindo muñeco anti-estres para que lo apretara cada vez que se sentía estresado pero también cuando estuviera asustado o en una situación dónde le genere síntomas malos.

Fue así que Jungkook no paraba de apretar aquel muñeco ante los ojos de Jimin.

Los días ocurrían y el azabache asistió a una cita compartida con un niño. El mismo niño el cual había estado jugando con su juguete en el pasillo sobre la pierna de Jungkook.

—Chul! Que lindo es verte aquí!

Jimin abrazó y elevó por el aire a Chul, quien reía pero su risa se borró cuando vió a Jungkook apretar el muñeco anti-estres lentamente, cada vez lo apretaba lentamente mientras miraba a Chul con ojos fríos.

—Toma asiento Chul, a lado del señor Jungkook.

Chul se acercó lentamente a Jungkook, y se quedó parado mirándolo. El azabache sonrío cálidamente y acarició su cabecita. El pequeño niño sonrío y subió al sofá para luego pegarse a Jungkook.

—Es un niño muy tierno. —Jungkook comenzó a sentir ternura por aquel niño.

Llegó a pensar en cierto punto que aquel niño le daba recuerdos sobre el en un pasado. Se veía igual a el. Pequeño, tierno y con su osito de peluche marrón.

—Me alegro que lleven bien. Comenzamos con la cita ahora mismo.

Las cosas iban tan bien entre los tres, el azabache sonreía cálido cada vez que Chul hablaba tan emocionado de su nuevo amigo mientras jugaba con su osito de peluche. Jungkook solo podía escuchar hasta que habló de su situación y que efectos estaba teniendo el muñeco desde que lo tenía en sus manos.

¿Había mejorado? No sabía. ¿Podía controlarse? No. ¿Le mentiría a Jimin sobre esto? Si.

—Me siento mejor desde que me regalaste este muñeco.

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